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Hablamos con el fixer del segundo periodista decapitado por el Estado Islámico

El fotógrafo colombiano Mauricio Morales entrevistó para VICE a Yosef Abobaker, un estudiante de administración de empresas de 26 años que cuando estalló la guerra civil en Siria, se convirtió en uno de los fixers más reconocidos de la región. Yosef...

El movimiento de la pierna derecha de Yosef Abobaker, evidencia el nerviosismo que tiene aun encontrándonos en Estambul, fuera de la guerra.

Una guerra civil que ha azotado a su país, Siria, desde 2011. Un conflicto que surgió en el marco de las manifestaciones y movimientos populares de la sociedad árabe en contra de sus mandatarios conocida como la Primavera Árabe, que fue adquiriendo cada vez más connotaciones bélicas y participaciones sediciosas de actores de la comunidad internacional hasta convertirse en una guerra civil que ha dejado a más de 191.300 personas muertas, según cifras de Naciones Unidas.

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Una guerra que mostraba en escena, por una parte, a un gobierno "luchando contra el terrorismo" y por el otro a un sector de la población y grupos rebeldes de distinta índole que buscan derrocar al régimen de Bashar Al-Assad. Tras meses de lucha, población civil y desertores del Ejército sirio crearon el Ejército Libre Sirio (ELS). Esta nueva fuerza encontró objetivos comunes con otras organizaciones rebeldes o integristas como el Estado Islámico y comenzaron a combatir las fuerzas del régimen hasta apropiarse de la zona norte del país logrando a mediados de 2012, el control de la parte oriental de Alepo y de algunos suburbios de Damasco, las dos ciudades principales de Siria.

Esta última es la tierra de Yosef Abobaker y el lugar en el que los periodistas James Foley y Steven Sotloff, fueron secuestrados por el Estado Islámico. Todas estas, razones que dan a entender porqué la pierna de Yosef evidenciaba nerviosismo a la hora de nuestro encuentro.

Flaco, de un metro con 60, Yosef de 26 años, era el fixer de Steven Sotloff, periodista estadounidense-israelí que fue decapitado el 2 de septiembre de 2014 en Irak por el Estado Islámico, cuando fueron secuestrados en camino a Alepo desde la frontera con Turquía. Durante un par de años Yosef ha trabajado con varios periodistas extranjeros. La labor de un fixer es crucial en zonas de conflicto, son ellos quienes te tienen todo listo logísticamente para poder reportar desde estas zonas álgidas, son los traductores y los que arreglan los contactos. Arriesgan la vida más que los periodistas, pues muchas veces se quedan en su país y son amenazados por trabajar con reporteros extranjeros. Sin ellos sería imposible para los periodistas moverse en el terreno en la compleja situación en Siria.

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Lejos de la guerra donde nos conocimos por primera vez, nos sentamos a comer y a tomar un té en las angostas calles cerca de la plaza Taksim en Estambul. Hace unos meses salió de Siria, y quiere reconstruir su vida en Turquía, trabajar quizás con algunos periodistas como traductor, pero como muchos sirios que han estado escapando de la guerra, el futuro y el presente para él son muy inciertos en este momento.

Vice: Hola Yosef, ¿antes de la guerra que hacías?

Yosef Abobaker: Trabajaba en una compañía textil. Estudiaba Administración de Empresas.

¿En qué universidad?
En la Universidad Británica, ahí aprendí inglés.

Cuando la revolución comenzó, ¿qué hiciste?
En el principio vimos lo que pasó en Homs y Dara. Las personas se unían a las demostraciones, yo mismo me uní a tres de ellas, en Zucari, Alepo. En una de estas manifestaciones diez personas fueron asesinadas por la policía del régimen. Dejé de trabajar porque la situación se volvió muy complicada. Las universidades también cerraron. Cuando vi que mis estudios se interrumpirían me dije a mí mismo que tenía que ir a otro lugar. Me fui a Beirut por tres meses.

¿Te fuiste con tu esposa?
No, no estaba casado en el momento. Me quedé en Beirut solo tres meses.
Cuando supe que el ELS (Ejército Libre Sirio) llegó a Alepo, dejé todo. Yo estaba tratando de completar mis estudios, trabajando, dejé todo y volví. Fue el comienzo de las batallas. Alepo quedó dividido, tomaron muchos lugares en las aldeas y algunos lugares en las ciudades. Así que fui a una de las provincias y me uní a los combatientes del ELS.

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¿Te uniste al ELS? ¿ Cuánto tiempo operaste como combatiente?
Participé como combatiente alrededor de seis meses. ¿Cómo fue la experiencia?
A mí me gustaban los combates, porque durante mi servicio militar me desempeñé como artillero de tanque. Me gustaba el Ejército. Cuando me uní al ELS tomé una Kalashnikov y comencé a pelear normalmente. Fui herido dos veces. Una vez en la cara y otra en mi pie. ¿Fueron impactos de balas?
Fui herido por la munición de un tanque y por una granada de mano. En el inicio la lucha fue cercana, casi cuerpo a cuerpo con los soldados del régimen, supongo que perdiste muchos amigos.
Sí, muchos. Una vez en Salahadine (Alepo) fui a traer unas copas para el té, y cuando volví, una bomba de mortero entró al edificio en medio de mis amigos, mató alrededor de seis e hirió a quince. Todos mis amigos murieron dentro del edificio, en mis manos. Tenía sangre en todo mi cuerpo.

¿Por qué paraste de pelear?
Me dije a mí mismo, tengo que decir la verdad: 'no me llevaba bien con el líder'. Un líder tiene que pelear contigo, tener experiencia y destrezas. Tiene que preocuparse por su ejército.

También, comencé a ver muchos periodistas en el frente de batalla, sin nadie que los acompañara. En esos momentos solo entraban y ya. Pero era muy peligroso. La gente veía personas que no eran de la zona, tomando fotos, y se preguntaban, ¿qué están haciendo estas personas? No era usual para nosotros, esta era la primera vez que personas extranjeras venían a tomarnos fotos.

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Me dije, tengo que hacer algo, explicarle a esta gente qué hacer con los combatientes, y explicarle a los combatientes qué es lo que estas personas están haciendo. Vienen a decirle la verdad al mundo, no son espías.

Bueno, entonces comenzaste a trabajar con los periodistas en el frente, ¿recuerdas cómo fue el trabajo con el primero de ellos?
Fue un italiano, estaba aprendiendo todo. Su nombre era Steven Boitano.
Recuerdo que tenía mi nombre en Facebook en árabe y me dijo que lo cambiara a inglés. Me dijo: "Eres un buen tipo, te voy a enviar a mucha gente para que trabaje contigo".
¿Más periodistas comenzaron a contactarte?
Dejé los combates y hablé con Abdulah, -uno de los primeros sirios en ofrecer sus servicios como fixer a los periodistas extranjeros-, Dios bendiga su alma, era un buen hombre. Él tenía su oficina en Alepo, me dijo que yo hablaba un buen inglés y que necesitaba alguien que lo ayudara. 'Toma un auto y ven a trabajar conmigo', me dijo. Le dije ok, y comencé a trabajar como fixer.

Abdulah murió en extrañas circunstancias, ¿qué pasó?
Fue un problema entre el ELS y él. ¿Conociste a James Foley?
Sí, trabajé con él una vez. ¿Cómo era él?
Era un buen tipo. ¿Por qué?
Llegué a trabajar con cuatro periodistas en un momento, a él, particularmente, lo llevamos a un área, con una chica, su nombre era Jackie… Algo así, se me olvidó, americana, pero con rasgos chinos. Bromeábamos. Mi carro no tenía ventanas, se varó y nos tocó dormir en un lugar del ELS. Después no lo vi más porque se fue solo con otra gente hacia Alepo. Cuando volví a Alepo, a trabajar con Abdulah, me enteré de que fue secuestrado el mismo día.

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¿Cómo conociste a Steven Sotloff por primera vez?
La primera vez yo estaba trabajando con Abdulah, él vino con su amigo a quedarse con nosotros. Se quedó a dormir en la brigada del ELS. Nos pidió que lo lleváramos a hacer unos contactos. Recuerdo cuando lo llevé a mi casa con su amigo y le hicieron una entrevista a mi padre. Después lo llevé al cuartel de la brigada. Esa fue la primera vez.

La segunda vez, cuando lo secuestraron, ¿te contactó directamente?
Me contactó por Facebook y me dijo: 'quiero trabajar en Alepo'. Hablamos de todo, de la situación, de la seguridad, los precios. Me dijo ok, quiero ir este día. Pero cambio dos veces la fecha. Me dijo: 'dejémoslo para otro día'. Al otro día cuando fui a la frontera lo esperé por un buen tiempo, pero me dijo que no llegaría ese día, que lo hiciéramos el día siguiente.

¿Todo el tiempo estabas en Alepo?
Sí, todo mi trabajo como fixer era desde adentro. Solo una vez fue desde afuera con destino hacia a Alepo.

¿Y normalmente conoces a los periodistas, por primera vez, en la frontera?Siempre los conozco dentro de Alepo.

Steven fue a la frontera, tu lo recogiste y ¿qué pasó?
Yo lo recogí y fuimos a Alepo, cuando estábamos haciendo la ruta de Azzas a Mara, nuestro vehículo fue detenido en el camino. Habían tres carros llenos de gente, con armas. Cuando vieron el nuestro acercarse, cerraron el camino. Cuando los vi, trate de disparar, pero me dije no es tan buena idea, había mucha gente, eran como unos 15 hombres.

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¿Estaban solo tu y Steven?
No. En el carro íbamos yo, el conductor, Steven y otras tres personas. Estas tres personas eran mi hermano y dos primos, todos tres tienen armas y es a ellos a quienes les confío la seguridad. Yo dije si disparo van a matarnos a todos. Pararon y nos sacaron de nuestro carro y nos metieron a los de ellos. Cuando los vi dije son del Estado Islámico (EI), porque tenían los uniformes, las máscaras y llevaban uzis como armas. Nos llevaron adentro del carro, les dije que no hicieran nada que era mí responsabilidad y dejaran a todo el mundo libre. Me dijeron que no, que me callara. Comenzaron a conducir. Como yo he usado las rutas a Alepo entrando y saliendo de la frontera, pensaba que si iban a la izquierda y la derecha, posiblemente nos estarían llevando a Haretan. Nos pusieron dentro de una fábrica de textiles. Los primeros días nos separaron. Después solo abrían la puerta para darnos agua y comida, luego la cerraban. El primer día después de dos o tres horas. Solo oigo la voz de Steven. Les dio una clave.

¿La clave para un email?
Creo que para el laptop. Después de unos días me sacaron para hacerme dos preguntas. ¿Quién está trayendo el hachís? Le dije que no había nada. Ellos me dijeron que la vieron en el carro. Les dije que era un carro civil, un carro normal. Vimos las fotos en la cámara, me dijeron. Les dije que no, acabábamos de llegar hace 20 minutos, y él no había alcanzado a hacer ninguna foto. Dijo ok, me pegó, porque me volteé para verlo, y luego me puso adentro de nuevo. Después de cinco días me llevaron afuera, a un cuarto, pero con los ojos vendados. Había como cinco o seis personas. Me preguntaron con quién trabajaba, ¿trabajas con Al-Jazeera International TV, trabajas con la BBC, Arabiya, trabajas con France 24?, ¿Trabajas Con Orient TV? Les dije que no, no. Me preguntaron ¿con quién trabajas? Les dije que solo trabajo con los periodistas freelance con revistas y periódicos. Me preguntaron que si trabajaba con mujeres, les dije que no, no tengo ninguna mujer con la que trabajo. Pero al mismo tiempo tenía una mujer en la oficina que trabajaba para mí (risas).

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El primer día después de dos o tres horas. Solo oigo la voz de Steven. Les dio una clave.

Me dijeron que estás recibiendo dinero y dando información a Estados Unidos, que recibía cada día 500 dólares, y que estaba buscando por todo lado este trabajo, es un buen salario (risas). Dijeron que recibía 500 dólares por día y que daba información sobre los muyahidín, (personas que hacen la Yihad) y nuestras posiciones a los periodistas, y los periodistas trabajan con la CIA. Yo les dije que no. Me volvieron a poner en el cuarto. Después de otra semana nos sacaron, nos vendaron los ojos, me devolvieron todo, mi arma, todo. Le robaron a otros, pero a mí no. Nos pusieron dentro de un carro a los chicos y a mí y condujeron. Me preguntaron si sabía con quién estaba, les respondí que creía que con el Estado Islámico, dijeron que sí, me dijeron, 'los vamos a dejar ir esta vez porque trabajas con la Brigada Tawheed (un grupo insurgente armando involucrado en la guerra civil de Siria en Alepo), y no tenemos ningún problema con esta brigada, tenemos un acuerdo de dejar a todos los hombres tranquilos'. Los vamos a dejar ir esta vez, pero la próxima de seguro los matamos si siguen trabajando con periodistas. Me dejaron en la carretera de Alepo y se fueron.

¿Las personas que te tenían retenido eran Sirios?
Estaban mezclados, libios, tunecinos, marroquíes y sirios, y precisamente de Alepo, porque sé su acento, uno era en realidad de Alepo y otros de aldeas del oriente de la ciudad.

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¿Qué clase de hombre era Steven?
Era un buen tipo, quería hacer un artículo, sobre un punto de cruce en Alepo, de territorio rebelde a territorio controlado por el régimen. Me dio una cámara y me dijo ¡feliz cumpleaños Yosef! La tomé, le dije gracias, y estaba muy feliz de que me hubiera dado la cámara. Pero cuando volteé la cara ya estaban estos tipos.

¿Apenas te liberaron volviste a Alepo?
Si, volví a Alepo, estuve allí la mayoría del tiempo, permanecí muy poco tiempo en Turquía. ¿Paraste de trabajar con periodistas?
Sí, seguro. En ese tiempo nadie estaba entrando a Alepo, porque el Estado Islámico (EI) estaba en la ciudad.

¿Otros periodistas te contactaron?
Sí, me contactaron. No puedo decir si les importaba o no, pero nadie estaba preocupado por mi situación y el secuestro. Ellos sabían que no era mi culpa, han trabajado conmigo muchas veces. Pero cuando la situación en Alepo cambió, y el Estado Islámico se fue, mucha gente me contactó para entrar.

¿Alguien te contactó preguntándote qué paso con Steven?
No, nadie me contactó. Solo una vez me buscaron para hacer un programa sobre la gente que había sido secuestrada. Les dije que no lo podía hacer porque yo estaba en Alepo, y el Estado Islámico estaba aún en la ciudad y no lo quise hacer.

¿Algún miembro de la familia de Steven te contacto?
No.

¿Alguien de algún gobierno?
No. Solo un amigo de él. Para buscar información sobre la prisión .

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¿Cuando salió el video de James Foley y se mostraba que Steven sería el siguiente, cuál fue tu reacción?
Estaba como loco, trate de hacer de todo. Contacté periodistas, hice un montón de llamadas a amigos y conocidos para saber si tenían algún contacto con el Estado Islámico, para ver si querían dinero o qué querían, para que no lo mataran.

¿Viste el video de Steven?
Sí.

¿Cuál fue tu reacción?
Sentí rabia, mucha rabia y tristeza. Le dije a mi familia: "Este es el chico que fue secuestrado conmigo. Mi madre lo vio, estaba tan enfadada. Él vino acá para ayudarnos, ¿por qué lo matan? Solo díganle que se vaya y no vuelva. Mi madre piensa como un ángel, (risas). Lo vi y estuvo muy mal. Ok ok no es mi culpa, pero siento algo adentro, que si hubiera hecho algo, cambiado la ruta, algo, de pronto habría salvado a este chico, siempre me siento así, por eso deje de trabajar, no confío en mucha gente.

Estaba como loco, trate de hacer de todo. Contacté periodistas, hice un montón de llamadas a amigos y conocidos para saber si tenían algún contacto con el Estado Islámico, para ver si querían dinero o qué querían, para que no lo mataran.

¿Ahora tienes un bebé? ¿Cómo es eso de ser papá?
Mi esposa me dijo dos cosas. Yosef, la situación es diferente ahora, tu vida no es tu vida, tu vida es para tu bebé, no te preocupes por mí, pero ahora tu vida es para tu hijo. Por eso necesitamos una solución a este problema, tenemos que irnos. Le dije que estaba bien, que nos fuéramos.

¿Qué piensas de la situación de Siria?
La situación en el país va a tomar un buen tiempo en mejorar, un largo tiempo. Mucha gente, muchas manos, cada uno pensando en sus propias metas, todo el mundo quiere hacer su trabajo para sí mismo, no para Siria. ¿Has pasado por situaciones muy duras, combates, tus amigos mueren, tienes dificultad para dormir?
Tengo problemas con los aviones, o los carros o las motos, hacen el mismo ruido que las bombas de barril. Sí, me dan susto. Y tengo muchos sueños. Tengo tres problemas. El primero es el sonido, el segundo es que siempre tengo sueños con la guerra, le disparo a alguien, alguien me dispara. Otra cosa… Tengo problemas con las fechas, no sé si es martes o miércoles, no sé, en Eid (celebración musulmana) todo el mundo me decía feliz Eid, no tengo sensación sobre los días. Por ejemplo, en días festivos todo el mundo va feliz, y hacen pequeñas fiestas y tienen buenos sentimientos, pero para mí no es así, no es nada, nada me hace feliz.

¿Cómo ha sido la vida en Turquía?
Vi que todo estaba bien en este país. Vi este país construido y el mío destruido. La gente en mi país llorando, cada persona tiene problemas y acá las personas están felices, pueden ir y comprar todo lo que quieran y hacer lo que quieran. Y eso me entristece. He visto tantos sirios acá, con problemas en la vida, en el trabajo, algunos duermen en la calle, en los campos de refugiados, todo eso me da tanta tristeza. Por eso quizás necesito diez años, para armar mi vida de nuevo, para olvidar todo, porque tanta gente ha muerto. Tres primos míos murieron, uno a manos del ejército, otro con morteros y otro en un ataque de avión. El que murió en el ataque de avión, vivíamos y trabajamos juntos siempre y murió. Yo lo puse debajo de la tierra con mis manos, pero hasta ahora pienso que no ha muerto. Me digo a mí mismo, quizás salió y algún día vuelva de nuevo. Lo veo a veces en mis sueños, pero no me digo a mí mismo que ha muerto.

¿Qué piensas de la forma en la que ha actuado la comunidad internacional?
Lo he dicho muchas veces, y lo diré de nuevo, la respuesta no está en la comunidad internacional. La respuesta está en las manos del pueblo sirio. Tienen que ser una solo mano, tienen que preocuparse por la gente. Cuando comenzaron a atacar (la coalición encabezada por US) al Estado Islámico, muchos se enojaron porque atacaron a EI, pero no atacaron también al régimen. Especialmente los gobiernos hacen lo que quieren, solo eso. Turquía, se preocupa por nosotros, abrieron todo para nosotros. Pero han construido este país, y cada vez reciben más y más dinero de la gente siria, nadie hará lo que tu quieres 100%, ningún gobierno va a mandar el ejército y a pagar además los salarios.

Por ejemplo, yo soy un tipo sirio o tu eres un tipo sirio, y la revolución ocurre en Colombia, ¿qué vas a hacer? Eres una persona normal no un periodista. Lo que puedes hacer es tener algunos sentimientos, estar triste por Colombia, pero ¿vas a ir a pelear? ¿Qué vas a hacer? Antes de la revolución en mi país, habían muchas revoluciones y guerras en el mundo, y a los sirios no les preocupó. ¿Por qué el mundo ahora le debe preocupar Siria? ¿Por qué?

Es importante lo que dices que la situación en Siria tiene que cambiar desde adentro…Ok ok soy una persona normal, soy un civil. No estoy con el ELS, no estoy con el régimen. Todos los civiles vengan conmigo y hagamos que esta guerra se detenga. Pero mucha gente quiere irse, irse a Europa. Yo a veces solo pienso en que quiero sacar a mi familia y tener una buena vida y olvidar a Siria por siempre.