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Música

Con la técnica: DMOE [Parte II]

Esta es la segunda parte de la charla que sostuvimos con uno de los mejores tornamesistas del país.
Mauricio Atencia

*Con la técnica es una nueva serie en la que artistas nacionales nos revelan cuáles han sido las herramientas que los han acompañado en su proceso como DJs y productores, en una oportunidad única para descubrir métodos y procesos que a veces son olvidados y vale la pena tener presente.

Foto por: Mauricio Atencia.

En Medellín, entre el eje de Córdoba y Girardot, acudimos al recinto de un artista que desde la década de los noventa ha estado batallando la escena hip hop, inyectándole a la ciudad conocimiento y carisma con su bagaje musical. Melómano, coleccionista de vinilos, DJ, tornamesista y beatmaker, son las palabras claves que podrían definir a Jhon Jairo Marulanda, y lo han caracterizado al momento de desarrollar proyectos como DMOE y BEATZ EN CASA, programa donde invita a diferentes personajes para compartir su conocimiento con el público vía streaming. Acreedor de varios torneos de tornamesismo, Jhon ha sabido cómo ganarse un espacio y respeto dentro de la cultura hip hop y de géneros como la salsa, funk y jazz. Esto gracias a los sonidos y estructuras musicales complejas que ha ido descubriendo y compartiendo con su público.

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Para él, tanto como DJ y tornamesista, es importante que el selector esté moviendo el pitch. "Si el DJ está mezclando, está mezclando. Que se vea que está moviendo el pitch, que se vea que se está esforzando por mezclar una canción", nos cuenta.

Esta es la segunda parte de la charla que sostuvimos con uno de los mejores tornamesistas del país, donde nos habla de su extensa colección de discos y el legado que quisiera dejar con ellos.

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Cuando vas a comprar un disco, ¿qué sonido buscas?, es decir, ¿cuáles son esas cosas en las que te fijas a la hora de recibirlo?

Ahora, como los discos están en un precio tan elevado, cargo mi tornamesa portátil. Casi siempre me atraen las carátulas. Uno las ve y empieza a analizar todo: créditos y nombres. Si hay un nombre que llama la atención, pues se busca una referencia o algún tema en la red. Si este no aparece, ahí sí toca como en los viejos tiempos: comprarlo a ciegas y llegar a la casa con la emoción y esperanza de que haya una gran sorpresa en esa inversión.

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¿Cuántos discos llegaste a comprar solo por la carátula?

Más o menos, 10 o 15 discos.

¿Qué tan importante es buscar música con base en un sello?

Con los años aprendí que los sellos y las épocas son muy importantes cuando hablamos de la publicación de un disco o un artista. Por ejemplo, para mí un sello serio e importante de la escena jazzera es Blue Note. Me gusta comprar bastantes discos de este sello, en especial del periodo de los sesenta y finales de los setenta. Soy muy amante de los sellos que se especializan en varios géneros musicales como C.T.I, Cotique, Alegre y Fania Records, Warp Records, Ninja Tune, Stones Throw, Daptone Records, entre otros.

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En este momento, ¿cómo tienes organizada la colección?, ¿por nombre, géneros, orden alfabético?

Todo está por géneros y sellos. En este momento la mitad de la parte de arriba es hip hop de los ochenta, tipo Run D.M.C, Public Enemy y cosas de electro funk al estilo Afrika Bambaataa, Newcleus y Whodini. Luego sigue la tanda de house, pasando después por las baladas (gracias a la influencia de mis padres). Continuando con el orden, vienen cosas interesantes como el abstract hip hop y el downtempo que es una música que de cierta manera tiene ese golpe y dinámica que permean las bases del hip hop, pero con un proceso creativo musical en ocasiones más elaborado o dinámico. Por esa línea tengo cosas como Prefuse 73, quien ha trabajado con gente como Mr. Lif, Ghostface Killah de Wu-tang, entre otros.

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También tengo asuntos más ambientales como Boards of Canada, de ellos tengo toda la colección, así como la música de Bonobo, aunque me falta el Black Sands Remixed. Estos dos proyectos los considero sagrados. También tengo a Quantic, que es un referente muy importante para mí. Parte de los discos que tengo del hombre me los han obsequiado y también le he comprado. Por ejemplo, The 5th Exotic, su primer álbum, es un disco cargado de mucho downtempo. Por otro lado, tengo proyectos de amigos como Systema Solar, Los Pirañas, Galletas Calientes y Pedro Ojeda con su proyecto Romperayo. También tengo cumbia, aunque me gusta cierto estilo de este género.

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Aparte de saber dónde poner la aguja, ¿qué es lo bueno de ponerle las guías al vinilo?, ¿cuál es el cuidado para no dañar el acetato?

Si lo pegas en el label del centro del disco, al momento de sacarlo puedes rasgar esa zona. No es bueno hacerlo. Pero a veces es necesario para poder ejecutar bien las rutinas o los backspin. Lo que uno puede hacer es tratar de poner las pegatinas en la parte final donde no hay sonido, y cuando lo vayas a quitar, hacerlo con cuidado para que no quede el pegamento sobre el material. Si esto pasa, toca recurrir al alcohol para tratar de eliminarlo.

¿Has visto The Get Down?

Sí, por ahí me vi los dos primeros episodios.

Grandmaster Flash le da un crayón a Shaolin Fantastic para aprender a coger el down (break). ¿Qué tan bueno es pasarle crayón a un vinilo para encontrar ese break?

Pienso que eso puede dañar el disco. Depende también del tipo del vinilo. Yo solía hacerlo, y no vi The Get Down hace diez años. Muchas cosas que empecé a hacer para aprender a mezclar y hacer scratch, nadie me las enseño. A veces me pongo a mirar los libros o tutoriales y soy como, "marica, impresionante", porque yo no tuve eso. A mí me tocó descubrirlo y estos manes lo cuentan todo. Obviamente, ellos en la parte técnica son más específicos para decir las cosas. Por ejemplo, cuando aprendí a mezclar, yo no tenía tutoriales ni nada que me guiara. Yo aprendí totalmente diferente…

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¿Cómo se dio esa parte del tornamesismo y el beatmaker?

El proceso es el siguiente. Si usted es un DJ tornamesista, por obligación debe pasar primero por la mezcla. He visto DJs que son muy buenos haciendo scratch, pero son malos para mezclar o empatar de manera rítmica un tema con otro. Eso es algo fundamental en un DJ: saber mezclar. Luego viene el proceso del scratch, cosa que es importante antes de pasar a hacer rutinas de beat juggling, porque tienes que hacer unos buenos cortes para acompañar de manera rítmica una base instrumental o una composición musical. Y ya lo otro es pasar a hacer rutinas de tornamesismo, para generar buenas jugadas con ritmo, buenos scratch y enlaces entre cada canción.

El proceso mío fue totalmente al revés, porque no tuve quién me guiara. Siempre me ha llamado la atención el rollo de los beat juggling, entonces empecé por ahí. Con el tiempo me atrajo la mezcla, porque alguna vez, unos parceros se fueron a Bogotá y estuvieron en la casa de DJ Fresh. En esa época el man estaba sacando unos mixes en mini disc. Estos manes me pasaron esa grabación y yo me parché a escucharlo. En ese momento quedé asombrado, y no paré de cabecear por 15 minutos.

Cuando comencé a tocar con Discos Cocinados, en las fiestas analizaba cómo estos locos mezclaban perfectamente con sus unidades. Yo era como, "hijueputa, tengo que aprender a mezclar así". La técnica mía era tramposa, pero así fue como aprendí. A mí me decían: "Parce, tenés toque el viernes de una hora". Entonces yo lo que hacía era armar el set en mi casa. Cogía un disco y decía: "Con este voy a hacer el intro". Luego organizaba la estructura: en esta parte quiero hacer scratch, y en el otro tema como hay un break, voy a hacer un spin back. ¿Ahora cómo van entrar los temas para la mezcla? Cuando ponía el disco, pues tenía que saber en qué tempo más o menos estaba la canción y cómo las iba a empatar, entonces tenía la costumbre de poner una marca para saber en qué parte más o menos debía poner el pitch. Todo esto me llevaba horas porque no sabía mezclar.

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Me pasaron varias cosas, y era que muchas veces no tocaba con mis tornamesas, entonces en las que tocaba, alguna tenía el pitch un poco gastado, y ahí era donde se me complicaba el asunto. "Este tema va en el +3 de pitch", según mi marca, pero como el pitch de este equipo está gastado, no me va a dar una mezcla perfecta, entonces ahí me tocaba recurrir directamente a la manipulación del disco, la bandeja de la tornamesa y el pitch, para lograr una buena mezcla a punta de oído. Prácticamente eso que hacía era como una especie de sync no tan preciso. Afortunadamente con el tiempo no tuve la necesidad de volver a hacer esto. Ahora, todo lo que hago con mis beats es a punta de oído e intuición.

¿Cuáles son los equipos que cargas para tus sesiones?

Si es un DJ set, casi siempre exijo que me pongan las tornamesas, porque cargar las mías es un problema. Y si no me las ponen, las alquilo. Es muy triste que en Medellín la mayoría de sitios donde tocan los DJs, solo tengan unidades de CD o controladores. También uso dos mixer, un Vestax PMC 07 Pro y un Z2 de Native Instruments. Cuando realizo un live act, llevo una consola de varios canales, una MPC 1000, un Kaoss Pad de Korg y en ocasiones, algo para poder controlar vía MIDI, como un Micro Korg.

Por otro lado, eres el autor de BEATZ EN CASA, un programa versátil que ha contado con invitados especiales que van desde melómanos hasta coleccionistas. ¿De dónde nace esa idea de educar al público con el sonido latino?

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El programa se hace desde hace unos cuatro años. Exactamente, desde el 22 de febrero de 2012. Este se transmite vía streaming desde mi espacio de trabajo. Básicamente, la idea es compartir los discos que tengo, invitar gente gomosa por la música sin importar el formato, y hacer que la gente se distraiga un rato escuchando otras cosas. El proyecto va a cambiar un poco, porque las temporadas llegaron a su fin, y ya solo serán sesiones relámpago en cualquier día de la semana. Es muy probable que sean unas dos o tres sesiones al mes, incluyendo unas novedades de las cuales se darán cuenta muy pronto.

Si regresa a la parte del tornamesismo, ¿te gustaría ser jurado?

El año pasado estuve de jurado para seleccionar a los DJs que se presentan en el festival Hip Hop al Parque, en la ciudad de Bogotá. Este año también estuve como jurado de unas batallas de DJs que se realizaron en el marco de la Semana de la Juventud, aquí en Medellín. Si aún estoy activo y la gente considera que puedo cumplir ese rol como jurado, pues bienvenido sea.

¿Dónde esperas que termine tu colección?

Es una pregunta complicada…

Algún hijo, sobrino…

Yo hijos no quiero tener. No sé qué pueda pasar con la colección. Pienso que cuando la gente accede a algo de manera fácil, poco lo valoran. Si esto que tengo pasa a un museo o una musiteca, es muy posible que en pocos meses ese esfuerzo que he hecho de cuidar mis discos durante años, se derrumbe. La gente no cuida nada. Como dicen por ahí: "Lo que nada nos cuesta, volvámoslo fiesta". Sé que me puedo morir y van a aparecer personas con ganas de quedarse con mi colección. Es importante que mi familia pueda saber más o menos cuánto ha sido la inversión que he hecho para que ellos no vayan a salir tumbados y, de cierta manera, puedan invertir el dinero en alguna prioridad. Espero que pasen a las manos de alguien que realmente los cuide y los trate igual o mejor que yo.

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_Espera mes a mes, un nuevo artista invitado a nuestra sección _Con la técnica.