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entretenimiento

Probé '10 Life Hacks que cambiarán tu vida' para ver si de hecho lo hacían

¿No tienes depósito? No te preocupes... solo clava una silla a tu pared.
Fotos por Theo McInnes

Siempre he odiado las listicas de "Life-hacks". Con eso me refiero a que, en realidad, una vez leí una en 2012 y la odié. Desgraciadamente una vez que has leído una las has leído todas: siempre con las mismas fotos viejas de cargadores de celular encajados en clips; reencauchadas cada vez que los medios se quedan sin contenidos.

Pero bueno, probablemente me podría beneficiar de algunas de estas cosas. Probablemente con esta falta de depósito, con esta carencia de elementos básicos para el hogar, y sobre todo, con esta ausencia de productos que ayuden a sobrevivir a mis cargadores. Reconozco estas situaciones pero no he tenido el tiempo, ni la creatividad ni la plata para resolverlas.

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Puede que de pronto –solo de pronto- el concejo de los Life Hackers sea la solución a todas mis tragedias.

1. ¿No sabes cómo lidiar con tus problemas de almacenamiento? ¡La respuesta está justo debajo tuyo, pendejo!

Vivo en el cobertizo de un jardín. Esto tiene sus cosas buenas, como el hecho de que soy el único que lo habita y que es un lugar relativamente agradable para conversar, pero también tiene sus desgracias como el hecho de que es un lugar diminuto y de que no hay espacio para guardar básicamente nada.

Por suerte los Life Hackers tienen una solución: taladra una silla a tu pared y cuelga todo de ella.

OK, no hubo el espacio para hacer la estantería de sillas que muestra la foto original pero por lo menos ahora tengo un lugar en donde colgar mis bufandas, sombreros, camisetas y otros artículos livianos. Sí, ya no tengo donde sentarme en mi propia casa y este precario arreglo no soporta mucho peso, además de ser un ejercicio redundante. Pero imagino que es normal tener decepciones cuando se es primerizo en el arte de los Life Hacks.

2) ¿Necesitas una camisa perfecta pero no tienes plancha? ¡Acude al vapor idiota!

Tengo plancha pero odio planchar. Por supuesto he soñado con una vida en la cual pueda verme perfecto sin tener que chamuscar mis nudillos, así que decidí intentar esto:

Martillo afuera, sartén adentro. ¡La respuesta estuvo frente a mis ojos todo el tiempo!

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Dicho esto, después de diez minutos de burbujeo, el método parece no causar efecto. Sintiendo mi camisa con una consistencia propia del interior de un zapato, la abandonó considerando que necesita más tiempo y continúo probando hacks.

3) ¡No gastes dinero en cinta adhesiva, tonto!

A menudo me encuentro gritándole a los tarros. ¿Por qué? porque no tienen un jodido nombre y no tengo ni idea qué es lo que contienen. Además, la cinta que compré hace cuatro años para este propósito obviamente ya ha perdido su pegante.

De nuevo, parece que los life hackers tiene una cura: mete tu cinta en el microondas.

He llegado a la conclusión de que el 66% de los Life Hacks consisten en introducir artículos de tu casa que no son comestibles al microondas. Así que soy un poco escéptico con este.

Recojo el plato y la cinta cruje. Como Jesús asomando su cabeza de la cueva, se incorpora. Seguramente dañó mi microondas de tal manera que silenciosa pero efectivamente me envenenará, pero el hack funcionó. ¡Gracias, Hackers!

4) ¿Cansado de montar bici con los pies sofocados por el calor? ¡Refréscalos, tontín!

Es hora de almuerzo, el sol salió, y tengo vueltas que hacer. Suena placentero, ¿cierto? Pues no para mí. Tengo la complexión de un champiñón enano y vivo en South London, lo que quiere decir que montar en bici es una necesidad. O sea, hoy se tratará de montar con los pies sudados hasta el punto en que naufragarán en mis zapatos. A menos de que la ingeniería alemana venga al rescate.

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Sommerpedale! Simplemente agarra una esponja de tu cocina, átalas fabricando una especie de sandalia y disfruta tus… ¿spandles?

A pesar de que las plantas de mis pies se están poniendo rojas con el residuo de ketchup, el sol brilla y la brisa tocan mis pies. Se siente bien. Empiezo a preguntarme por qué carajos no pedaleamos así durante todo el año.

5) ¿Odias hacer filas? ¡Trata el estilo caribeño, cabeza hueca!

Voy al cajero y siento mareo. ¡Qué revelación! Nunca debí bajarme de la bici. Distraído por la brisa en mis pies, dejé los zapatos en casa. Pero no teman, los Life Hackers como siempre tienen una solución. Intenta la fórmula caribeña de poner tus zapatos –en mi caso esponjas– a hacer tu fila, mientras cómodamente descansas.

Recostado contra la pared veo a un tipo saltarse mi puesto en la fila.

"Lo siento, amigo", le digo. "Estoy en la fila."

"¿Qué?"

"Estoy en la fila, mira." Le señalo mis esponjas. Me mira devuelta. Después mira alrededor estupefacto.

Dios santo: funcionó. Hay un tipo parado detrás de mis esponjas haciendo la fila. Las recojo desconcertado. Es la mejor revelación que he tenido sobre hacer filas.

6) ¡No vuelvas a comprar un huevo vencido, estúpido!

La semana pasada compré unos huevos en la supermercado del barrio. Llegué a casa para descubrir que dos de ellos no tenían yema. Partieron mi corazón. No podría soportarlo de nuevo. Buenas noticias, el Internet tenía recomendaciones para mí:

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Con una caja de vidrio bajo mi brazo, me dirijo al mismo supermercado y entro decididamente a la sección de huevos.

Uno a uno se sumergen en el fondo. Todos se ven bien así que me dirijo a la caja. La gente me observa mientras dreno mi caja. Es un precio bajo a pagar por una serie perfecta de huevos.

Con la racha de las esponjas y los huevos, he decido que voy a salir a celebrar así que vuelvo a casa a alistarme.

Salto de mi bicicleta e ingreso a casa. La alarma contra incendios suena, las ollas traquean y una ola de calor dora mis ojos. Es como entrar a un taller de costura en el siglo XVIII. Aleteo para despejar la condensación, recuerdo la existencia de mi camisa: se ha estado cocinando, literalmente, por dos horas. Y la maldita sigue arrugada. Esta camisa humeda no aguará mi fiesta. No el día de hoy. Me iré a disfrutar la tarde con una fogata en mi jardín. Aparece otro problema: no tengo leña.

Pero no importa porque:

7) ¡Los Doritos son mejor combustible que la comida, idiota!

Cuando tratas de hacer una fogata con Doritos, ¿es necesario comprar los picantes? ¿O puedes ir directamente al sabor tradicional? La lógica sugiere el primero, pero prefiero el aroma y el sabor del último. De cualquier manera, escogí el de queso. No por su solida oferta, sino porque su asqueroso sabor ha partido tantos corazones que merece ser quemado.

Ahí va.

Es sensacional este hack, es la fogata más exitosa que he tenido. ¿Saben que necesita esta tarde?

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8) ¡Nunca te molestes de nuevo por un saca corchos, inepto!

Aunque –como la mayoría de los seres humanos– poseo un sacacorchos, las búsquedas de Internet sugieren que abrir una botella de vino es algo que a la gente le encanta improvisar. Esta parece ser la manera más segura. Consigo un martillo –algo que empiezo a descubrir que es lo único que necesitas en casa– y atornillo la botella.

Empiezo a halar. Es complicado pero estoy lográndolo. Eventualmente, una sacudida, una explosión y después … boom.

El corcho se fractura. Lo martillo otra vez y lo intento de nuevo. Sucede lo mismo. Pasan 20 o 30 minutos. Mi cara se pone roja por los Doritos en llamas. Trato una vez mas para otro desesperante fracaso. Tirando el martillo al piso, me rindo. Todas las esperanzas parecen perdidas. Y luego lo escucho.

Uno de los vecinos constructores –justo de los que he estado tuiteando pasivo agresivamente por el último mes– me descubre en aprietos y grita: "el tornillo debe estar más profundo". Obviamente.

Una. Última. Halada.

Victoria. Puede haber tomado 40 minutos y puede haber precisado la ayuda de otro hombre, pero lo logré.

Hora de martillarse.

9) Trago + Colorante de comida + Botella de enjuague bucal= Infalible vasija para portar alcohol de manera secreta.

Soy el tipo de persona que pide un Uber para ir a Dominos después de 6 pintas un miércoles en la noche, así que todos las sugerencias sobre ahorro son bienvenidas. Esta me parece que tiene todo el sentido del mundo.

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Empaco el "enjuague" en mi maleta y me dirijo a Brixton. Me atrevo a decirlo, lector, considerando el éxito de la requisa este es otro hack que funciona.

Me paro en la mitad del bar que una vez me negó la entrada por llevar dentro de mi maleta una bufanda que apestaba a tequila.

Empezando a sentir un calor insoportable, es hora de mi último hack.

10) Limpia el tarro de tu protector solar para guardar la cosas y que no te las roben. ¡Inútil!

En el último año he perdido dos billeteras y me robaron dos celulares. He pedido el casco de mi bici, cuatro sets de audífonos, una tarjeta del metro, tres bolsas de ropa, y otras cositas mientras tomaba. Así que obviamente me sentí atraído por este truco.

Estoy en el baño decantando la botella para hacer mi propia cápsula que contendrá una foto de pasaporte, $24.89 dólares, una llave de repuesto de la bici, tabaco, un tiquete de tren abierto para Redditch (un pueblo pequeño de Inglaterra) y el número de mi teléfono por si se pierde y la encuentran. Ahora solo necesito plantarla.

Sin contratiempo. Después te veo.

Las horas pasan y me bajo toda la botella del enjuague. Hago amigos. Discuto asuntos cotidianos en el baño. Mi fotógrafo Theo deserta. Un tipo de Essex pretende ser noruego, convenciéndome. Nos reímos juntos. Soy invitado a una fiesta y antes de irme a la hora del cierre, regreso por mi cápsula.

Jueputa.


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