FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Historias de gente que se ha vengado de su ex

Todos hemos soñado con quedarnos con su sudadera favorita o pincharle las llantas a su carro nuevo. O peor, mandarle spoilers de 'Game of Thrones'. Acá algunos testimonios.

Foto vía YouTube.

Todos los que hemos terminado mal con una pareja hemos soñado brevemente con nuestra venganza. Como, por ejemplo, quedarnos con su sudadera favorita o poncharle las llantas a su auto nuevo. O quizá eres como esta mujer que desbloqueó a su ex infiel en Facebook para mandarle spoilers semanales de Game of Thrones. Le pedimos a algunas personas que nos contaran qué pasó cuando sucumbieron a esta tentación y qué se siente cobrar venganza.

Publicidad

Brenda, 22

Anduve con un güey por unos años hasta que me enteré que me había engañado. Dijo que nunca me amó y que era mentira cada vez que me lo decía. Me dejó por otra chica, que también era mi amiga. Unos meses después cortaron y el imbécil le enseñó a sus amigos videos íntimos de ella haciendo sexo oral.


Relacionados: Tu ex es la más grande amenaza a tu privacidad en línea


Una noche, mi amiga (su ex) y yo nos quedamos platicando y nos reímos mucho fantaseando que lo arrestaban o algo así. Al principio estaba dudosa pero luego me di cuenta que necesitaba arruinar su reputación para sentirme mejor. Mi amiga lo denunció ante las autoridades por lo del video y yo hice el trabajo sucio. Como era boxeador, le dije a su entrenador que faltaba a sus prácticas para estar conmigo y con su otra novia. Como el entrenador ya sabía sobre la denuncia, cuando se enteró sobre las prácticas, lo expulsó del equipo.

Su familia le dejó de hablar y varias chicas que conocía se enteraron, por eso nadie se le acerca. Desde entonces no hemos hablado.

Ilustración por Polly Williams.

Jing, 25

Nos conocimos en una visita a una universidad y seguimos en contacto, aunque él dijo que planeaba mudarse a Estados Unidos para estudiar la carrera. Al final, a los dos nos rechazaron en la universidad que queríamos y recibimos una oferta de otra universidad. Terminamos estudiando juntos y viviendo en un departamento que compraron mis papás. Los primeros años estuvieron bien pero nuestra vida sexual era prácticamente inexistente. Trataba de tomar la iniciativa pero siempre me rechazaba. Caí tan bajo que hasta busqué en Google "cómo seducir a tu pareja" pero me rendí después de muchos intentos. Al tercer año, yo estaba muy presionada porque tenía que ir a la escuela, hacer mi servicio y escribir mi tesis mientras que él se la pasaba jugando en su computadora todo el día y no contribuía en nada.

La gota que derramó el vaso fue cuando usé su computadora para enviar un email y descubrí que me había engañado con otra chica de su clase. Y no fue una vez. Entonces, en vez de motivarlo para que terminara su tesis, me la pasé jugando con él todas las noches y hacía reuniones cuando él tenía que pararse temprano a la mañana siguiente para entregar trabajos. Durante el verano, se metió como becario a JP Morgan y le ofrecieron trabajo con la condición de que se graduara con honores. Obvio no lo logró y lo despidieron. Ese mismo día lo corrí del departamento. Lo último que supe de él fue que trabajaba para su mamá.

Publicidad

Relacionados: Ya es hora de que superes a tu ex


Sarah, 24

Por un tiempo, anduve con el güey más culero que he conocido. Hacía las cosas más viles para herir mi autoestima. Si pasaba una chica guapa por la calle, se le quedaba viendo y me decía que debería vestirme como ella o darle 'like' a las fotos de chicas famosas semidesnudas en Instagram que eran todo lo contrario a mí. Cuando teníamos sexo, siempre me presionaba para hacer cosas que él sabía que no me gustaban. Hasta que un día vi sus mensajes de Facebook y descubrí que en todo el año que estuvimos juntos se la pasó sexteando a otras tres chicas.

Él amaba a su mamá y para ella, su hijo era un ángel. Entonces, tomé captura de pantalla de todas las conversaciones y se las mandé por email a su mamá. ¿Sigues orgullosa de tu hijo, Angela?

Ilustración por Polly Williams.

Ruth, 22

Antes era (y sigo siendo) muy religiosa. Cuando era más joven, no tenía la confianza para decirlo abiertamente. Hace dos años, tuve una relación con un estudiante de intercambio. Este chico a veces hacía comentarios homofóbicos que me hacían sentir muy incómoda y por eso nunca le dije que soy bisexual. Empecé a odiarlo porque se aprovechaba de que mis papás dejaron de darme dinero y dependía económicamente de él. Cada que quería terminar con él, me daba regalos y me llevaba a cenar. Eso fue hasta que conocí a mi novia actual, Laura*. Terminé con él cuando me enteré que solo andaba conmigo porque quería obtener la nacionalidad para "incursionar en la política". Cabe destacar que solo obtuvo 12 votos cuando se postuló para ser presidente estudiantil. Me encantaría decir que me vengué de él pero, en realidad, lo que más le dolió fue cuando empecé a andar oficialmente con Laura.


Publicidad

Relacionados: Cómo sobrevivir con tu sueldo de mierda


Roberto*, 34

Fue en mi primera relación seria. Duré nueve años con ella. Me la pasé ocho años trabajando en un corporativo, algo que odiaba con todo mi ser. Quedamos en que cuando terminara su carrera de enfermería, yo iba a freelancear para abrir mi propio negocio. Pero estaba tan acostumbrada a la comodidad que, en vez de ayudarme, nunca se esforzó en buscar trabajo. Tampoco se ofreció a ayudarme a pagar la renta y cada que lo mencionaba se ponía histérica y lloraba por horas.

Empecé a planear mi escape y empecé a ahorrar en secreto para comprar un departamento propio. Ella descubrió mi plan y trató de meterse para que lo pusiera a nombre de los dos. Como último recurso, le ofrecí a mi mamá que se fuera a vivir conmigo (porque tenía problemas de salud y necesitaba que alguien la cuidara). Solo así logré que se saliera mi ex. Desde entonces no he tenido novia pero tengo un departamento en el centro, a mi nombre.

@its_me_salma

*Se cambiaron los nombres.