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Música

PREMIERE: Activa tu sexto sentido con “El ojo interno” de Kali Mutsa ft. María Magdalena

La diosa chilena y actriz de telenovelas está vuelta con un tema de amor telepático que hará que muevas las caderas incansablemente.

Foto cortesía de la artista

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Desde siempre ha quedado claro que no existe nadie ni nada similar a Kali Mutsa. La cantante chilena hace música completamente distinta a lo que hay no sólo en su país, sino en América Latina, mezclando una gran cantidad de géneros distintos, desde cumbia y electrónica, hasta hip hop, soca, kuduro y el dabke, y haciendo un énfasis especial en lo visual y lo místico. Kali es la respuesta perfecta a todas esas personas que dicen que la música de hoy en día es aburrida, que no hay nada emocionante pasando: ¿en dónde más vas a encontrar a una actriz de telenovelas que se arriesgó a crear un personaje tan inusual y creativo como Kali, tanto estética como visual y conceptualmente?

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Después de su gran LP del 2014, Souvenance, Kali está de vuelta este año con un nuevo EP, Mesmer, en el que deja momentáneamente los instrumentos y se enfoca más en sampleos. El primer adelanto estuvo en “Interstellar”, un tema que insinuaba un EP menos bailable que sus trabajos anteriores y más atmosférico/espaciales, pero ahora Noisey está feliz de estrenar su segundo sencillo, el cual deja completamente claro que ese no es el caso. “El ojo interno” empieza como una caricatura de los 50 de Hanna Barbera, y pronto se convierte en una canción hipnóticamente bailable, que sin embargo sí representa un cambio en sus melodías anteriores.

Charlamos con Kali para saber un poco más sobre Mesmer y “El ojo interno”, la cual pueden escuchar aquí abajo.

NOISEY: Hablemos un poco sobre “El ojo interno”: ¿de dónde salió la idea para esa canción? ¿Cuál es la hisoria detrás de ella?
Kali Mutsa: Siempre me interesó la idea de hacer una canción de amor pero me era difícil, tenía ganas de hacer algo que tuviera una atmósfera de Orquesta da Lua pero en los cielos, algo así como la sensación que dan los discos de Esquivel y con un beat rápido de merengue. Armé unos sampleos con momentos de películas de los años 50 y fuimos construyendo [la canción] a partir de ahí con Pablo Stipicic.

Se me ocurrió hablar de la telepatía, que significa en griego sufrir de lejos, y me pareció que calzaba más con mi idea del amor, que a veces es un poco ilusoria y se contenta con mantener todo en el nivel de los sueños, no en el de lo práctico, y que abarca todo lo vivo y todo lo muerto. A María Magdalena le interesó afluimos totalmente.

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¿Tienes un sexto sentido? ¿Es eso el ojo interno?
Respecto a eso tengo una historia, porque yo personalmente nunca he sido de tener un sexto sentido —o sea, quisiera tenerlo y tengo una gran envidia por los que lo tienen— pero hace unos meses murió una vecina viejita en mi edificio y los familiares le botaron su vida a la basura, literalmente.

Mi hija y yo recogimos sus diarios y agendas de juventud, sus guantes elegantes, sus fotos de niña y de recién casada, unas revistas hermosas que coleccionaba del año 36 y hasta su gorro de baño, y pienso que quizás ella abrió ese ojo desde la muerte, tipo “quédate tú, vecina desconocida, con mi historia, porque sé que quizás me la vas a cuidar mejor que nadie”. Hablo de esta historia porque me sentí muy conectada con ella; nunca jamás la vi, pero la conocí a través de sus pertenencias y supe de sus amores y de sus nostalgias. Ahí hubo un ojo interno que quizás está en mi vecindad en verdad, como un conserje espiritual que se ocupa de los que se van. Esta historia obviamente me inspiró mucho a pensar en lo inmortal de los sentimientos: estos quedan anotados, registrados, fotografiados, guardados, almacenados, bordados, etc, etc, para siempre.

¿Por qué invitaste a María Magdalena a participar en la canción?

Porque me gusta mucho su voz y es una buena onda, admiro cómo compone y es una chica sin ego ni poses con la que me entiendo muy bien.

Hablemos un poco sobre Mesmer. Cuando salió “Interstellar” parecía que iba a ser más tranquilo que tus álbumes pasados, pero “El ojo interno” comprueba que ese no es el caso. ¿Cuál sientes que fue la evolución con este nuevo EP? ¿Qué estabas buscando al componerlo?
Quiero ir experimentando en el sonido, eso es algo importante, no quiero quedarme estática en un estilo; quiero tratar de desarrollar el propio. En este disco, que es el primero que hago sin banda, necesitaba que estuvieran presentes los samples que tanto amo, y construir atmósferas y tratar de que el sonido tuviese una textura rica.

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En este EP Kali Mutsa visita a la médium y habla con su psiquiatra de partes de su personalidad que la definen; es algo como eso, una temporada de Kali en el sanatorio de Franz Antón Mesmer.

Mi próximo larga duración va a ser mucho más "tranquilo" y religioso. Estoy muy pegada con los cantos polifónicos ortodoxos y con Holly Herndon y con muchos artistas de Warp

“Interstellar” fue inspirada por el libro Globes de Peter Sloterdijk. ¿Cuál es la historia detrás del resto de los temas del EP?
Me inspiré mucho en La curación por el espíritu de Stefan Zweig que habla sobre Mesmer, sus amores con la pianista ciega Paradies, a la que curó de su ceguera con su agua magnética, pero que al mismo tiempo destrozó su vida porque ella comenzó a tocar el piano pésimo y perdió su fama legendaria.

La película Possesion de Andrej Zulawski también es una inspiración. La Reina Zenobia de Palmyra, los poemas de la iraní Forough Farrokzad, el documental The House is Black. Los búhos, las pupilas, las regresiones, las esferas, los lover's eyes victorianos, la erotomanía, las santas que morían de amor y el Satyricon y Casanova de Fellini.

¿Qué fue lo que le aportaron Erasmo Parra y Pablo Stipicic, los productores de Mesmer, a tu sonido?
Le aportaron todo, o sea, ellos comprendieron perfecto el universo que yo quería explorar. Usamos mis sampleos y ellos hicieron maravillas, ampliando aún más mi visión y mostrándome las atmósferas mágicas a las que yo quería entrar. Mi trabajo con ellos fue muy fluido y de mucha comprensión y compañerismo. Erasmo es un genio y un místico que ya se fue de Chile y está viviendo en Holanda, y Pablo Stipicic fue un descubrimiento de sensibilidad y virtuosismo en la producción.
Transformaron mis esqueletos en personas cuerdas, jajaja.

Los vestuarios que usas para videos y presentaciones suelen ser muy elaborados, ¿quién te ayuda hacerlos? ¿Qué nueva estética planeas para este EP y sus presentaciones en directo?
Yo los mando a hacer, mi estética y la de mis videos la creo yo, en colaboración con distintas personas que son mis amigas y grandes profesionales. Están Valentina Piccolini, que crea tocados, trenzas, y lo que le pidas; Marta, que hace vestuarios para ballets y óperas; Paloma Cruchaga, que es maquilladora y una gran artesana también; y Enciclopedia Color y Juan Sáez, con los que he visto películas y conversado horas y que han plasmado mi visión y mis sueños.

Además de Mesmer, ¿qué viene para Kali Mutsa próximamente?
Un EP bien experimental y reggaetonero junto con Imaabs, en el que colaboraron conmigo Tomasa Del Real y Lia Nadja, justo mis músicas preferidas de Chile. Además el próximo LP de Kali Mutsa, que pienso estará listo para principios del próximo año, y que quiero producir yo en su mayoría.

También el video oficial de "El ojo interno," y quiero visitar México, Colombia y Perú para mostrar mis músicas.