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Música

La batalla final del Jazz Magnetism de Kase.O

Desde la intimidad de su camerino hasta el escenario, acompañamos al monstruo español en la despedida de su obra maestra anoche en el Teatro Metropol de Bogotá.

El Teatro Metropol, el mismo escenario que en abril de este año recibió al gran Afrika Bambaataa, fue el escogido para cerrar el ciclo de Kase.O con Jazz Magnetism, un paréntesis en la carrera del español que duró seis años y lo llevó a girar por España y algunos países de Latinoamérica, siendo Colombia su última parada. “El penúltimo adiós pues no sabemos cuándo nos volvamos a juntar”, según él. La noche del 5 de diciembre de 2015 se debatía entre la felicidad y la nostalgia. Adentro, un personaje tímido y algo nervioso se hacía cocteles de limón con miel para calentar la garganta. Afuera, se hacía cada vez más larga la fila de gente que quería presenciar algo único. Adentro, los músicos aprovechaban para dormir una siesta. Afuera, había un desfile de gente con camisas y busos tres tallas más grandes que sus cuerpos con el nombre de Kase.O o su sello de Rap Solo estampado. Adentro, en el escenario, los paisas de Alcolirykoz soltaban rimas ingeniosas en la tarima a la velocidad de una metralleta. Adentro, en el backstage, se hablaba de Candy Crush y los vuelos largos de avión. Al teatro entraba cada vez más gente, cada vez más humo concentrado. En el camerino, un abrazo grupal daba final a la concentración. Entonces Kase tomó la palabra. Habló de lo maravilloso que había sido compartir con todo su equipo estos seis años de música y aprendizajes. Entonces luego todos juntos caminaron hacia el escenario como un batallón alegre, dispuesto a morir por su patria. En la tarima finalmente apareció un hombre enorme, respaldado por cinco músicos que iban pintando paisajes sonoros únicos, viajes introspectivos y experimentales. Frente a ellos, centenares prestaban atención a cada palabra que salía de la boca de aquél personaje que parecía un profeta sin religión que hablaba del cosmos, del amor, del odio, de lo que somos y de lo que deberíamos ser. Lo que pasó a lo largo de la noche fue un derroche de magia. Y como si no fuera suficiente mezclar rap con jazz, a la tarima se sumó un tal Juan David Castaño con una marimba de chonta, metiéndole ese sabor del pacífico colombiano al menú ibérico que traían los del Jazz Magnetism, para interpretar “Billete de ida hacia la tristeza”. Más tarde, una especie de arreglo de cumbia psicodélica se convirtió en la base para la canción “Ballantines”. Durante el repertorio se repartieron el micrófono entre Kase.O, Nicolás, vocalista de Los Petit Fellas, y Mc Escandaloso Xposito, un rapero español que además es el saxofonista del Jazz Magnetism, Hugo Astudillo. No hubo a quien no se le diera gusto. Los que querían escuchar temas de Violadores del Verso, los escucharon; los que querían escuchar temas con Jazz Magnetism, los escucharon; los que querían escuchar los nuevos temas de su Maxi single, también los escucharon. Esta despedida fue durante todo el tiempo un momento de trance, donde en algún momento los deseos de Kase.O fueron órdenes para nosotros: levantar las manos, tararear melodías, cantar coros. Estábamos hipnotizados por el mitad cantante, mitad dramaturgo que teníamos en frente y siendo la despedida de su obra maestra, no pudimos evitar cantar a todo pulmón. Gritar, gritar con toda. Gritar unas estrofas que quizás no volveremos a escuchar en vivo nunca más. Gritar con toda y para siempre, como si fuera la última vez. ¡Respetos siempre Kase, esta es tu casa!

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*** Hugo Rubiano es los ojos de Oro Pictures. Lea más joyitas de Sebas por aquí.