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Música

Delirio y santidad: Videos de gente bailando en las iglesias

Poseídos por el espíritu del sabor.

La música que tiene un poder extraño. En ella existe una especie de magia que se mete en el cuerpo y te obliga a moverte con desenfreno y locura. Sobre todo cuando DJ Yesus está en la casa. Las ceremonias religiosas cristianas se caracterizan por ser extremadamente movidas. Son un parrandón lleno de gritos, cantos, gente que se desmaya, personas que gritan en lenguajes inventados. Un delirio total. Lo más curioso de estos bacanales es que, sin duda, tienen un componente que nos remite a los ritmos tribales. Nadie puede negar que todos estos chillidos y movimientos erráticos llenos de éxtasis son muy similares a las ceremonias paganas celebradas junto al fuego, donde los espíritus vienen y poseen a la gente y los obliga a entregar su cuerpo al sagrado sabor.

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Estos bailes son más notorios en los desenfrenados cultos cristianos. Sobre todo en los que se celebran en las iglesia de negros de Estados Unidos, donde todo este movimiento es infaltable. En estos templos la alegría es la ley y la música sí que es sabrosa. Blues, jazz, gospel, coros enormes llenos de gente que grita: ¡WUUUUUUUU¡ ¡Alabado sea el Señor! Es obvio que con tanta algarabia los pies empiecen a moverse al compás del ritmo.

Ese momento en el que el Espíritu Santo te saca a bailar se le conoce como Praise Break, y se traduce como un momento extremo de alabanza que se demuestra moviendo el esqueleto, como si se estuviera en una reventón playero. Lo más curioso es que este baile es una especie de zapateo potenciado, muy similar al de algunas danzas andinas. O tal vez, simplemente el Diablo está saliendo por el piso y hay que regresarlo al Infierno.

Por eso hicimos una lista de videos con los mejores del Praise Break:

Nadie puede negar que esta es tremenda fiesta.

No sé que es más impresionante respecto al siguiente video: las patadas que tira ese tipo o el tamaño de los tacones de esa señora.

Aquí se puede notar claramente la influencia africana y tribal de este tipo de adoraciones. Solo escuchen esas percuciones. Me hierve la sangre.

Pero todo este jolgorio no es único de Estados Unidos, aquí en Latinoamérica le metemos más sabor. O no mi Don…

¡Atención metaleros! Así se cabecea.

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Esto definitivamente le da otro significado a las palabras: fiesta en la piscina.

Así se quiebra la cadera ¡Caramba!

Por favor, al de la camisa color salmón ya no le sirvan más Espíritu Santo.

Por supuesto, no podía faltar un buen twerking cristiano.