7 novelas colombianas que tienen su propio soundtrack

Como todas las artes, la nobleza de la música radica en que puede ser un elemento secundario y un extraordinario protagonista, al igual que la literatura. Tal vez la literatura, que es más modesta, pero contundente y catalizadora, es una de las parejas mejor cuadradas que la música pudo encontrar. El ángulo en el que estas dos artes convergen ha dado resultados fascinantes, desde canciones apropiables por muchos, hasta medio de comunicación, hasta grandes delicadezas. En la cultura pop, el matrimonio entre la música y literatura ha hecho posibles muchos de los experimentos que hoy conforman hasta modos de pensar. Algunos de esos ejemplos vienen de ese momento en el que una novela mira hacia la música y la embiste de nuevos significados. Eso es más o menos lo que sucede con las novelas que cuentan sus historias a través de referencias a canciones y en Colombia ha habido muy buenos ejemplos de esto.

A continuación, les presentamos algunos libros colombianos en los que la música juega un papel central en la narrativa de diferentes libros, haciendo obras literarias con una dimensión que trastoca diversas emociones.

La obra maestra de Andrés Caicedo es uno los mejores ejemplos de cuando la música y las letras chocan en nuestro país. Una historia de una rubia jovencita de la clase alta caleña que se enamora de las drogas, el sexo y el rock & roll al ritmo de artistas como The Rolling Stones, Eric Clapton y Richie Ray. Una novela repleta de canciones brutales, que pasan principalmente por la salsa puertoriqueña y el rock en inglés, musicalizando los desvaríos de una bella y joven protagonista, que vive sus días en la Cali setentera.

La última novela escrita por nuestro nobel de literatura fue, en gran parte, un recorrido por los gustos musicales de un periodista veterano de 90 años que para su cumpleaños quería tener sexo con una muchacha virgen. Por medio de algunas anécdotas de su pasado, musicalizadas por grandes compositores como Alfred Cortot, Jacques Thibaut y Cesar Franck, García Márquez nos lleva a un viaje por la vida de un hombre solitario que nunca se enamoró en su vida y tan solo quería un poco de compañía antes de abandonar este mundo. Una obra que a pesar de demostrar un alejamiento del autor a su famoso "realismo mágico", nos acerca a sus propios gustos musicales por medio de su relato.

Así como la obra de Caicedo muestra su propia versión de la Cali en que vivía, Opio en las nubes es el reflejo de una Bogotá musical y caótica imaginada por Rafael Chaparro Madiedo, un escritor bogotano que logró convertir este libro de aventuras adolescentes delirantes en una obra de culto. En la narración de Pink Tomate y Sven (los dos narradores del libro), Chaparro hace referencias a a canciones de artistas como Pink Floyd, The Beatles, The Doors y Jimi Hendrix, que acompañan las desventuras de los 16 personajes que aparecen en el libro y le dan un sentido bastante rockero a esta obra. Toda una proesa de la literatura de la capital que se debe recorrer a través de sus canciones.

CM no récord es un libro que nos presenta a esa juventud rockera bogotana de los noventa que estaba enloquecida con las primeras ediciones de Rock al Parque y el sonido contundente de bandas icónicas como 1280 Almas. Se trata de la lucha de una banda emergente por sonar en un escenario musical dominado por la rosca de las emisoras y asumir el costo de grabar un álbum. Una crítica fuerte a la industria musical nacional retratada en las historias de los miembros de esta banda ficticia movida únicamente por el amor al arte.

Por lo general, las historias de Efraim Medina cuentan la historia de un personaje sumido en alguna frustración y Érase una vez el amor pero tuve que matarlo no es la excepción. En este libro el autor nos presenta a Rep, un personaje atormentado por el amor de una mujer que debe volver a plantarle cara a la vida después de su ruptura. Lo interesante es que a pesar de que Rep empieza a odiar todas las cosas que lo rodean y cree que el Universo está olvidado por Dios, es un fiel oyente de algunos miembros del Club de los 27 como Kurt Cobain, Jim Morrison y Jimi Hendrix, protagonistas del dramático Olimpo del rock con los que siente mucha afinidad. Una historia de decepciones, fracasos y mucho rock.

Para muchos, Conciertos del desconcierto es la primera novela colombiana dedicada al rock nacional. Entre sus páginas, Manuel Giraldo nos sitúa en los inicios del movimiento del rock criollo en la década de los sesenta. Una época en la que nacieron bandas pioneras en el género en Colombia como Los Speakers, Los Yetis y Los Ámpex pero en la que había mucho tabú hacia los que escuchaban y hacían rock & roll por el carácter ultra conservador de la sociedad del momento. También cuenta la historia de Los Apostóles del Morbo, una banda de rock emergente de la época, la cual a pesar de no haber grabado nunca un disco, es un ejemplo perfecto para entender lo que significaba aventurarse a hacer rock en ese contexto. Por otra parte, tiene menciones a legendarios conciertos de rock que se hicieron en la época como el Festival de Ancón, realizado en el municipio de La Estrella en Antioquía entre el 18 y 20 de junio de 1987 y que es reconocido como el Woodstock criollo.

La nostalgia del melómano es un libro que muestra justamente eso, el amor que algunas personas conservan por el formato en vinilo que todavía disfrutan poniendo la aguja en el momento exacto en el que empieza su canción favorita y apreciar el diseño de las portadas de sus discos favoritos. Nos presenta la historia de Fernando Talavera, un melómano que trabaja en una tienda conocida por tener rarezas en acetato y que se enamora de Miranda, una muchacha que también trabaja ahí y que lo acompaña en una búsqueda casi policiaca por una misteriosa grabación de Cheo Feliciano con Eric Clapton, realizada en Miami a mitades de los setenta. En esta obra, también se mencionan a otros artistas como Carlos Gardel y Edith Piaf, autores de las rarezas musicales que obsesionan al protagonista.

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Gracias a Luis Daniel Vega por ayudarnos a desenterrar todas estas joyas de la literatura musical que se han ido olvidando con el tiempo.