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Identidad

El canal cristiano más grande del mundo tiene mucho que esconder

Una visita al ridículo museo de TBN en California.

Trinity Broadcasting Network (o TBN) es el canal cristiano de televisión más grande del mundo. Actualmente sus programas están disponibles en 95 por ciento de los hogares de Estados Unidos.

La sede de TBN se encuentra en Costa Mesa, California, en el modesto edificio que ves aquí. La red de televisión ofrece visitas guidas al público, así que decidí ir y aprender más al respecto.

El hombre aquí, a la derecha, fue el guía para mi grupo, conformador sólo por mí y una tropa de Boys Scouts. No estaba seguro si el guía era nuevo en su trabajo, pero dejó la mayoría de la historia de la compañía fuera de la visita guiada, así que yo les echaré la mano con esos datos.

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Nuestra visita empezó en la entrada principal. Mientras caminábamos, el guía nos explicó que TBN fue fundado a principios de los 70s por el matrimonio de Jan y Paul Crouch, en un esfuerzo de fomentar el cristianismo y hacerlo llegar a más hogares.

Lo que se le olvidó comentar fue la dependencia de la iglesia a algo llamado “predicación próspera”.

Si no estás familiarizado con este concepto, te explico: es un sistema en el que te dicen que entre más dinero le das al Señor, más bendiciones recibirás. Por ejemplo, en este caso el “Señor” significa “Trinity Broadcasting Network” (el nombre del canal).

Ellos recaudan estas donaciones y tienen maratones televisivos en donde le prometen a los espectadores indulgencias plenarias siempre y cuando den varo a TBN. Y ser pobre no es un problema: El canal le dice a los espectadores que a Dios le gusta cuando la gente está pobre y endrogada por donar cantidades de dinero que no pueden costear. “Él te dará miles y miles de dólares y millones”, le dijo Paul Crouch a sus espectadores, según el LA Times.

Se reporta que la compañía gana cientos de millones de dólares al año, en donaciones (que a su vez son libres de impuestos). No está claro si Dios cumplió los milagros que esta gente esperaba.

Luego, nos llevaron a un pequeño museo que tenía viejas copias de la Biblia, algunas de las cuales, según esto, tenían más de cien años de antigüedad.

Otro detalle que se le pasó decirnos al guía, fue la demanda de Carra Couch, nieta de los fundadores de TBN, contra la compañía.

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En junio del 2012, Carra puso una demanda contra Jan Crouch y el abogado de TBN. En la demanda, Carra Crouch dice que ella fue drogada y acosada sexualmente mientras estaba en el hotel Atlanta durante la grabación de uno de los maratones televisivos del canal. Ella tenía 13 años cuando sucedió la violación.

Ella dice que cuando fue a ver a Jan y al abogado de TBN para avisarles de la violación sexual, ellos la culparon por el incidente. “Jan (Crouch) se enfureció y empezó a gritarle a la señorita Crouch, una niña de 13 años, y le dijo ‘Tú tienes la culpa’”, según dice la demanda.

Carra dice que aunque el canal despidió al empleado que la atacó, ellos no reportaron el incidente a la policía. Más allá de los obvios temas morales que saldrían a la luz tras una denuncia de violación sexual a la policía, el problema es aún más grave porque Jan es ministro religioso y por ende legalmente responsable de reportar una violación sexual.

TBN se ha negado a confirmar estas acusaciones. El caso se presentará en juicio el 21 de julio.

Luego, nos brindaron la oportunidad de ver la oficina de Paul Crouch, el co fundador de TBN. El guía nos explicó que Paul murió en 2013, después de dedicarle 40 años a su canal. Su oficina sigue abierta para la gente que quiere honrar su memoria.

Quizá el guía andaba muy ocupado y se le olvidó mencionar otro pequeño detalle:  Paul, durante los años de su carrera, fue acusado de hacer cosas cagadísimas.

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Por ejemplo, en 2004, Los Angeles Times reportó que Paul le había pagado a un ex empleado de TBN llamado Enoch Lonnie Ford 425 mil dólares por un despido injustificado. En la demanda de Enoch, dice que él y Paul habían estado involucrados en una relación homosexual, y que Paul lo había acosado sexualmente antes de despedirlo.

TBN dice que sólo pagó una liquidación para “evitar un proceso de demanda caro y largo”.

En la oficina de Paul, había una foto de su esposa de cabello alborotado, Jan. Nuestro guía explicó que Paul fundó TBN en los 70s.

Se le olvidó mencionar que Jan y Paul fueron criticados por la manera en que utilizaron el dinero de las donaciones a TBN.

Brittany Koper, ex directora de finanzas de TBN, dice que ella fue despedida en septiembre de 2011 después de descubrir “esquemas de finanzas ilegales” en el canal de televisión. En una demanda que ella metió contra el ministro, Britanny dice que TBN distribuyó ilegalmente 50 millones del dinero de las donaciones entre los directores, y gastó el dinero en lujos.

Hablando con New York Times, Brittany dijo: “Mi trabajo como directora de finanza era encontrar la manera de manipular el gasto personal como un gasto de la iglesia”.

Jan también fue acusada de usar el dinero de la compañía para comprar un casa rodante con aire condicionado de cien mil dólares para ser usada exclusivamente por sus dos perros. ¡Qué chingón!

El mal uso del dinero de las donaciones le llamó la atención a Wall Watchers, un grupo que monitorea la transparencia de cómo los ministros gastan su dinero, y le han otorgado una mala calificación a TBN y los han incluido en lista de “30 peores ministros”.

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TBN niega las acusaciones.

La siguiente parada era el estudio de televisión, donde el guía nos comentó que ahí se grababa el programa popular llamado Praise the Lord (Alaba al Señor).

Quizá nuestro guía estaba un poco apresurado, ya que se olvidó —una vez más— de mencionar otro detalle de la historia de TBN.

Los programas del canal son una locura, como la vez que John Hagee dijo que el 11 de septiembre era el juicio de Dios para la gente de Estados Unidos por no ser cristianos.

O la vez que Robert Jeffress dijo que el sexo homosexual es como enchufar la televisión a una toma de corriente incorrecta y ver qué “explotan”.

O aquella vez que Benny Himm dijo que los muertos resucitarían si vieran TBN desde el ataúd.

O la vez que Paul Crouch dijo al aire que Dios mata a todos los que intentan interponerse en el camino de TBN.

Y acerca de eso, Paul dijo que “Dios ayudará a quienes intentan interponerse a TBN”.

También insinuó que Dios ya se había hecho cargo de los enemigos del canal: “He ido a por lo menos a dos funerales de personas que han intentado interponerse”, dijo.

Nuestro guía nos llevó a la tienda del museo, ahí hay de todo para todo tipo de presupuestos, desde música, casetes, biblias, regalos y una selección completa de souvenirs de TBN. Incluso había una sección de salud, que incluye un libro que te enseña a leer la biblia y oraciones para curar todo tipo de enfermedades, desde infecciones vaginales hasta el cáncer.

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Se le olvidó a nuestro guía mencionar que curar el cáncer con una oración de la biblia es lo más ridículo que alguien ha escuchado. ¿Qué tal una quimio?

Luego, nuestro guía nos llevó a una representación de Jerusalén. Tenía varios Jesuses y hasta tenía una Sábana Santa.

¿Y qué creen? A nuestro guía se le olvidó mencionar sobre los negocios turbios de la iglesia, ya que fueron acusados de evadir impuestos.

Según un ex gerente de finanzas de TBN, decenas de empleados —desde choferes a ingenieros de sonido y gerentes de finanzas— han recibido una licencia de ministro por parte de TBN. Los ministros con licencia no tienen que pagar seguro médico, y eso le ahorra a la compañía muchísimo dinero.

Nuestra visita guiada concluyó en este teatro. El sitio web de TBN se refiere a esto como “un teatro de realidad virtual”, con la capacidad de “colocarte virtualmente en el lugar”.

Nuestro guía también se le olvidó mencionar que el teatro no es en realidad un teatro de realidad virtual. Es sólo un teatro normal que muestra películas cristianas espantosas de hace 15 años. Le agregaron “realidad virtual” al título para engañar a la gente y para que se emocionaran de su visita a este horrendo museo. Le pregunté al guía qué es lo que hacía que este teatro tuviera “realidad virtual”, y él me dijo: “Teníamos el sonido más alto, pero un grupo de visitantes japoneses creyó que era un terremoto y salieron corriendo del edificio”.

Para concluir:

“Más vale un pobre que camina con integridad que un rico de caminos tortuosos”. Proverbios 28:6