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Música

Con canciones, celebramos el legado del maestro: ¡Buen viaje Gus!

Recopilamos ciertas rarezas y algunos lados B marca Cerati para celebrar uno de los catálogos musicales más significativos de Latinoamérica.

Recopilamos ciertas rarezas y algunos lados B marca Cerati para celebrar uno de los catálogos musicales más significativos de Latinoamérica. Con canciones, honramos el legado del maestro que nos dejó un día como hoy hace dos años ¡Gracias por todo!

"Alma"

"Lo que querías... huele a jardín"

Eran más bien pocos los que creían que, luego de matar a Soda Stéreo, la carrera de Cerati como solista podría estar a la altura de lo que logró con su ex banda; sin embargo, el golpe que dio exactamente después no dejó lugar para las dudas. El hombre estaba de vuelta y venía a dar cátedra. Del 99, el Bocanada es un trabajo preciosista, ecléctico y visionario en el que Gus desplegó toda su magia en híbridos de sobradísima altura poética y producción hiper sofisticada, desde la épica sinfónica "Verbo Carne" hasta el trip hop "Bocanada", con el que dio lecciones de sampling. Esta pieza puede ser una de mis favoritas de todo su catálogo, sino la más. Sencilla pero justamente almidonada, se construye con base en una secuencia de sinte en 3D, coronada por una dulce línea de guitarra y una letra como para el escalofrío. Una balada de amor del futuro como para dedicar con cuidado.

"Moiré"

"Oh Dios... te amo"

Sobre una atmósfera compuesta por rumores espaciales y el suave rasgado de su guitarra, Cerati susurra una de sus típicas líneas, bonitos juegos de palabras que dan cuenta de su particular método a la hora de escribir letras: desde que era adolescente, el bonaerense cargaba con un cuaderno en el que coleccionaba palabras bonitas que escuchaba o que leía y que luego anotaba para consultar a la hora de componer. A Gustavo la música le llegaba primero que las líricas, y así, se servía del vocabulario como un instrumento más, movido por el sonido de las palabras más que por su significado, de paso abriendo al infinito las posibilidades de connotación. Ahí estaba su magia. Esta canción hace las veces de suave aterrizaje para un disco que, desde la segunda mitad en adelante, con los temas "Crema de estrellas", "Planta" y "X-Playo", nos tenía flotando por el espacio. Un cierre dramático perfecto para el Sueño Estéreo, disco del 95 y último de estudio para Soda, que propuso un viaje musical profundo, misterioso y cosmonáutico.

"Planeador"

"Cruzo el valle... suenas frágil, como yo"

De las más desconocidas del catálogo de Soda, esta canción apareció en el Comfort y música para volar, el clásico Unplugged de la banda, grabado en el 96 en Miami durante una gira por Estados Unidos en la que teloneaba Aterciopelados (de ahí la presencia de Andrea en la versión de "En la ciudad de la furia"). La verdad, sin embargo, es que este corte, así como los otros tres cortes finales del desconectado ("Sonomán", "Coral" y "Superstar"), no fue grabado en vivo durante el programa de MTV, como el CD que fue editado al año siguiente nos lo hizo creer. Estos temas fueron lo que llaman "outtakes" (o sea, sobras) de las sesiones del Sueño Stéreo, que originalmente iba a ser un disco doble. De ahí, pues, el carácter hipnótico, droney y sci fi de este tema, contrario al arreglo medio housy que contenían las canciones del unplugged. Épica.

"He visto a Lucy"

"Cuando entró a la habitación... el espacio se curvó"

De las canciones más evidentemente beatlescas en la lista de este beatlemaníaco, esta pieza es, sin duda, un homenaje a los Fab 4 en sus años más lisérgicos. Y el guiño no viene solo por cuenta de su título, que saluda a Lucy en el cielo con diamantes, sino que también se evidencia en la producción efectista del track y sus complejos arreglos instrumentales. Aparte de la guitarra, que imita a esa que Lennon retorció para lograr ese sonido derretido tan característico, hoy cliché, de aquellos veranos del LSD, el mismo Cerati grabó la línea de bajo con el Höfner, tipo violín, que usa McCartney. Parte del Fuerza Natural (2009), su último disco, inspirado en la magia, la canción se conecta a manera de "track secreto" con el tema escondido "Numeral", una extravaganza psicodélica con revelaciones numerológicas. Certero.

"Sweet Sahumerio"

"Poesía circular... pez espada"

El Dynamo de Soda Stéreo es, quizás, uno de los discos más subvalorados del rock. Son palabras mayores, lo sé, pero otra sería la historia si se hubiese parido en Londres o Nueva York. Hay que tener en cuenta que este trabajo, que siguió al Canción animal del 90 (sí, el de Música ligera), salió en 1992 y en América Latina, en un lugar donde su sonido no tenía muchos antecedentes y en un momento en el que el matrimonio del rock con la electrónica o con el mismo noise, tendencias que se vinieron a consolidar mucho después y no propiamente por estos lares, estaban aún en su etapa germinal. Dando cuenta de una exploración sónica con avances tremendos en términos de experimentación digital (en estudio, los Soda se demoraban días procesando un solo sample en un viejo Macintosh), el disco resultó tan extraño para su contexto que le significó a la banda más monumental de toda Hispanoamérica un absoluto fracaso comercial. Sin embargo, en lugar de jugársela por lo seguro, los Soda tomaron la ruta y se anticiparon al futuro con un gesto temerario. Y para la muestra...

"Llegaste"

En 2001, Cerati compuso la música incidental de la película + Bien, dirigida por Eduardo Capilla. Bajo ese nombre homónimo se concibió este proyecto que con los años adquiriría estatus de culto. Ambiental en esencia, downtempo en carácter y 100% instrumental, suena como a flotar. Es un disco bonito, muy bonito, que en su tracklist, que cuenta con temas que llevan por nombre "Simil paraíso" o "Paisaje porcelana", evidencia otro de los grandes talentos de Cerati: su capacidad para titular.

"Miércoles"

Otro de los proyectos de culto. Entre el ruidismo y el minimal, Ocio fue un proyecto de electrónica experimental que juntó a Gustavo con quien sería uno de sus colaboradores más constantes, Flavio Etcheto, en torno a los sintes y samplers. El resultado del laboratorio dio para un disco, Medida Universal (1999), y un EP, Insular (2000). Suena bastante alemán. Y si se oye bien, este tema contiene un sample que fue utilizado allá arriba, en Moiré.

"Vértigo"

"Solo mirar y microenamorarme"

Junto a sus fieles escuderos Etcheto y Leandro Fresco, y obedeciendo, quizás, a una tendencia musical que se tomaba el mundo, Cerati armó un trío de "laptop music" en 2003 durante los ratos de ocio de la gira del Siempre es hoy. Ante la falta de ideas para el nombre del proyecto, decidieron ponerle Roken luego de ver un aviso de "No fumar" escrito en holandés. La canción es un puro electro rock, muy acorde para la época, que en ese entonces tocaban a punta de máquinas. En Bogotá se presentaron en Gótica, creo que en el 2004. Y fui. Y la letra de este tema se me quedó pegada durante años. Nunca salió publicado como lanzamiento oficial, de hecho Roken jamás sacó nada, pero tiempo después el "bootleg" del tema vería la luz en la red. El riff luego se convertiría en la base de la canción Rapto que apareció en Fuerza Natural. Es un tema clásico Cerati que, plagado de metáforas, nunca sabemos si hace referencia al amor, a la alucinación, al sueño, o si habla de viajes galácticos, turísticos o astrales.

"Sulky"

"Como esas piedras perfectas... imaginarnos de viejos"

Del Siempre es hoy (2002). Otro disco ecléctico de Gustavo con una producción que marida rock con electrónica en una amalgama magistral y un ángulo mucho más pop que el Bocanada. Un contundente golazo. Esta canción sorprende, entre otras, porque es de las pocas de Cerati en la que se conjugan elementos de la música folclórica tradicional de Latinoamérica con ingredientes más contemporáneos (por esta línea se me vienen a la cabeza "Cuando pase el temblor", con Soda, y "Raíz", del Bocanada). Experimentos que, evadiendo el lugar común, siempre dieron en el blanco.

"Vuelta por el Universo"

"Entre planetas navegar... atentos a un sonido que no cesa"

Abriendo el Colores Santos, primer experimento de Cerati sin Soda y grabado justo antes del Dynamo en colaboración con Daniel Melero (pionero del techno en Argentina), se asoma este paisaje. Respondiendo más al contexto de la electrónica que se cocinaba en Inglaterra que al del rock latinoamericano, el corte, como suele ser recurrente en su catálogo, invita a un típico vuelo ceratiano. Sintetizadores, máquinas de ritmos y un solo de guitarra apoteósico, tejen la cama para una bonita canción de cuna para almas enamoradas que, por demás, se anticipa a lo que vendría en su carrera en adelante: pop con aspiraciones de vanguardia.

"A merced"

"Te escucho soñar"

Del Amor Amarillo, pieza maestra del 93. Un disco fecundado durante el embarazo de su entonces esposa, Cecilia Amenábar, y de ahí que, para Cerati, sinestésico empedernido, "amor amarillo" signifique la salida del útero, el saludo al sol de su primogénito Benito. Hecho luego del fracaso del Dynamo y en medio de una de las etapas más turbulentas de Soda, fue su primer disco formal como solista y tuvo una tremenda acogida, especialmente por el sencillo "Te llevo para que me lleves", cantado a dúo con su pareja. Atravesado por una especie de densidad amniótica y mucha guitarra distorsionada, me atrevería a adivinar que durante estos años Cerati andaba oyendo mucho My Bloody Valentine.

¿Qué temas creen que hacen falta? Aportes bienvenidos aquí abajo.

#FOREVERGUSTAVO

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