El techno vudú de Marco Shuttle

Desde el año 2007, el nombre de Marco Shuttle ha venido sonando cada vez con más firmeza. Debutando en el sello de Davide Squillace, MiniSketch, el italiano oriundo de Treviso se ha instalado como uno de los nombres más interesantes dentro de la camada de productores hacedores de un techno más mental y abstracto.

En 2011, su track "The Vox Attitude" se convirtió en una pieza infaltable para DJs como Steffi, Rødhåd y Efdemin, dejando claro que el nombre de Marco Sartorelli era uno para tener en la mira. A partir de allí, el italiano continuó lanzando música en sellos como The Bunker New York, Time To Express y su propio Eerie. Su más reciente trabajo y segundo álbum de estudio, Systhema, fue lanzado a través de Spazio Disponibile, el sello fundado por Neel y el gran Donato Dozzy, enfocándose de nuevo en su propia estética sonora, conjugando la frialdad del techno bodeguero con la calidez hipnótica del espectro vudú.

Conversamos con Sartorelli, sobre techno, chamanismo y máquinas que logran entablar esa conexión especial con el hombre.

Primero lo primero, hablemos de Systhema. Cuéntanos, ¿cuál fue el manifiesto o pregunta que quisiste explorar con este proyecto?

Sinceramente no existe ningún manifiesto detrás del proyecto. En otras entrevistas también he expresado que nunca hago un acercamiento a mi trabajo desde un punto de partida o un concepto. La idea se construye conforme la creo, y también es mi manera de explorar mi propia estética, casi como un camino inverso. De cierta forma entiendo con claridad de qué se trata todo una vez está terminado, pero no es como que tenga una idea o camino para llegar ahí.

También estás involucrado con este tema del esoterismo, con una especie de chamanismo a través del techno.. Siempre me he sentido atraído a la idea de la música como una forma de escape, una evasión, un medio para desconectarme de la realidad para vivir en un mundo paralelo y abstracto que puedo visualizar por medio del sonido. Así que desde la primera vez que decidí hacer música, sentí que mi misión como artista era crear música para las personas que cumpliera mi propósito.

Bueno, entonces estás trabajando con los dos grandes chamanes de la tribu (Donato & Neel). Cuéntanos cómo empezó tu relación con ellos y cómo ha evolucionado hasta el día de hoy… Supongo que somos compañeros chamanes en un nivel profesional, (jajaja, es por molestar). Creo que tengo una conexión muy fuerte con Neel y Donato, ambas a un nivel profesional y artístico que se ha venido desarrollando hace muy poco realmente, porque hemos sido amigos desde hace como 3 años y medio, o más. Los conocí en 2013 en el Labyrinth de Japón. Eso del tiempo me rompe la cabeza a veces, porque la verdad siento que los conozco hace siglos. Esto de que compartamos una visión musical tan similar y nos mantengamos tanto en contacto me hace sentir que los conozco de toda la vida.

Todo apunta a que Spazio Disponibile se ha convertido en el sello predilecto para el techno más fino, hipnótico y mental. ¿Qué otros sellos o artistas siguen esta estética que tu recomiendes? Esa es una pregunta difícil. Hay mucha música buena surgiendo en este momento, y tenemos que ser cuidadosos a la hora de categorizarla. Eso de "hipnótico y mental" se está convirtiendo en el nuevo "techno minimal", así que no me gusta entrar en etiquetas cuando hablo de música. En cuanto a temas que de alguna manera gravitan en la órbita del techno de una forma muy libre, cruzando los límites de lo experimental, soy un gran fan de Felix K y su sello Hidden Hawaii. También me gusta mucho un proyecto oscuro que se llama ∑ (Sigma), ellos lanzaron un álbum ridículamente bueno el año pasado, Schleifen, y además han sacado unos vinilos muy buenos en el pasado. Hay unos cuantos discos de Pan que me gustan, en especial los de Valerio Tricoli.

Aparte de eso, en términos de sellos con cosas más "bailables", hay algunos que prefiero tocar mil veces antes que otros, como Tikita, Midgar, y más temas con calibres techno como los de Head Front Panel, el aka de John Heckle. Si nos vamos a las influencias más "clásicas", no puedo dejar por fuera a Jeff Mills, quien es sin duda el artista hasta la fecha cuyos temas más tiro en mis sets.

Pongámonos más geeks. Para poder seguirle el paso a esta electrónica tipo vudú, ¿qué máquinas usas en tu estudio para fusionar cerebros? ¿Un secuenciador especial de pronto? La mayoría de mis tracks los creo con mi amada Roland TR-808. También tengo un sistema modular Eurorack, un Korg Polysix, un Roland SH-101, un Sherman Filterbank, un par de pedales, unos reverbs y delays. El secuenciador que más uso es el Make Noise René, que hace parte de mi sistema de Eurorack. Es un secuenciador muy creativo.

¿Cómo es la conexión hombre- máquina cuando estás sentado en el estudio? ¿Existe algún tipo de espiritualidad? No diría que hay "espiritualidad", es más como que existe mucha concentración para darle forma a los sonidos y hacerlo bien.

¿Cómo definirías a esta generación de productores de techno italianos? No tengo ni idea. Es decir, si estamos hablamos hablando de esa onda ultra hipnótica de techno italiano, yo siento que musicalmente no encajo en ese sonido. Incluso en términos geográficos, no he vivido en Italia desde 2002, así que no he sido parte de eso. Además tampoco pienso que ese sonido venga exclusivamente de Italia.

Algunos medios muestran al público italiano como uno particularmente difícil, similar a muchas de nuestras audiencias suramericanas. Cuando tu producción tiene un acercamiento más experimental, ¿cómo haces para desarrollar un show para estos ambientes? No es un problema hoy en día. Siempre toco lo que quiero tocar y por lo general me bookean para shows cuyas audiencias saben bien lo que van a oír, así que tanto público como promotores saben qué esperar de mí. Obvio, antes de llegar a la etapa en la que estoy me tocó vaciar un par de pistas de baile, pero valió la pena.

Para finalizar, ¿cuál ha sido tu trabajo electrónico emocional, abstracto y ambient favorito de todos los tiempos? La verdad tengo muchos, es imposible escoger solamente uno porque escucho mucha música nueva a diario, sin mencionar piezas clásicas. Lo que sí puedo decir, es que últimamente he estado escuchando mucho Clonic Earth de Valerio Tricoli, A Shadow In Time de William Basinski, y estoy amando lo que el sello Lullabies for Insomniacs ha cocinado hasta ahora.

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