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El Lado Positivo

"Los negocios caseros que se vienen con el SÍ del plebiscito": dibujos de Santiago Rivas

Opinión // El Lado Positivo nos trae Paztelitos, Paztrami, Arepaz, condones reconciliación, y otras formas que el rebusque encuentra para apoyar la paz que queremos.

Una de las estrategias más usadas por el gobierno Santos en su empeño de sacar adelante el proceso de La Habana es la de mostrar la enorme rentabilidad del posconflicto y la prosperidad que vendrá de la mano del cese al fuego.

Es una buena idea, puesto que este es un gobierno enfocado en los negociantes, el mercado y la inversión. No se sabe si eso que Santos dice será verdad, pero no importa a fin de cuentas, porque es obvio hasta para los más obtusos que un país en paz es mejor que un país en guerra, como también es cierto que si bien la paz (como realidad) no va a llegar con la firma del acuerdo o su refrendación, también es cierto que quedará un poco más cerca de lo que quedaría si ganara el no.

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De manera que, efectivamente, es posible que tengamos un país en paz. Algún día. O al menos un país en el que todos estamos de acuerdo en que el Ejército está combatiendo a quienes debe combatir, que ya es un comienzo. Y es posible también que en ese país se pueden hacer más y mejores negocios. Cuando Santos propuso esa idea, estaba pensando en los grandes grupos de inversión, pero nunca calculó la cantidad de personas que se iban a pegar de esa idea ni los alcances de la idea según la cual el posconflicto es "algo a lo que hay que pegarse, a ver qué sale por ahí…", como repiten incesantemente los aspirantes a emprendedores, en reuniones y encuentros casuales de todo tipo.

De manera que, querámoslo o no, la firma del acuerdo y lo que venga después, será el origen de las razones sociales, marcas e ideas más ridículas, las facetas más deformes (y luminosas, y sonrientes) del biempensantismo. Del de izquierda, derecha y centro. Es posible que esa ola de cursilería patriótica termine por desgastarnos, pero siempre recordemos que los negocios del NO son el Canal RCN, Salvarte, Residuos Ecoeficiencia y algunas acciones de Invercolsa (¿eso todavía existe?).

Sobre todo, debemos recordar que el negocio de quienes promueven el NO es la guerra en sí misma. No en vano la quieren perpetuar, o renegociar la paz, de manera que sea imposible de sostener, que es lo mismo.

Mejor nos hacemos a la idea de ver más y más iniciativas del corte "EmPAZnadas", "PAZ caliente", "SoPAZ y secos" y "Condones Reconciliación".

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Como ilustración, les dejo las más idiotas que se me vienen a la cabeza y que ustedes pueden apropiárselas, si se sienten capaces de no quebrar con ellas. Ese es un gran reto del posconflicto.