FYI.

This story is over 5 years old.

Noticias

La publicidad de transmilenio, ¿sí es sexista?

Hubo otras cuatro imágenes de la campaña que se ignoraron. Sin embargo, ¿hubo sexismo?

Este fin de semana una publicidad de Transmilenio detonó una avalancha de críticas entreperiodistas,escritores,organizaciones a favor de los derechos de la mujer yusuarios en general de Twitter. La foto, que empezó a circular por esa red social, mostraba dos anuncios que hacen parte de una campaña de la Alcaldía de Bogotá sobre la seguridad en Transmilenio. Uno de los anuncios muestra a un hombre hablando por teléfono acompañado de la frase "Transmilenio más seguro, incluso a la hora de los negocios"; el otro muestra a dos mujeres que se ríen mientras miran la pantalla de un celular acompañadas de la frase "Transmilenio más seguro, incluso a la hora del chisme".

Publicidad

Las críticas acusaban a la publicidad de sexista y discriminatoria por reforzar clichés y estereotipos de género: los hombres a los negocios y las mujeres al chisme. Algunos de quienes reaccionaron a la publicidad, como el abogado experto en temas de géneroDaniel Sastoque, llegaron incluso a calificar la publicidad como un retroceso frente a lo que se ha logrado en la ciudad en temas de derechos de niñas y mujeres. Así lo hizo también la concejal de Bogotá Gloria Stella Díaz, quien en untweetaseguraba que a la Alcaldía no le había bastado con la revictimización de Rosa Elvira Cely cuando se presentó la defensa jurídica del Distrito, sino que ahora volvía a atacar con publicidad sexista.

Y aunque es innegable que, al comparar las dos imágenes, el mensaje de fondo es evidentemente discriminatorio y sexista, todo se vuelve un poco más ambiguo cuando se tienen en cuenta el resto de imágenes que hacían parte de la campaña. En total eran seis imágenes que, junto a cifras de la reducción de robos y de vandalismo en Transmilenio, mostraba a hombres y mujeres en diferentes roles desinscritos de los clichés y los estereotipos de género. Al considerar todas las imágenes en conjunto alcanza a borrarse un poco lo que se le critica a la campaña en Twitter y en Facebook. Incluso, cabe hacerse la pregunta de qué pasa cuando el escándalo surge ante una imagen que es presentada más o menos fuera de contexto y contrastada con otra que permite mostrar un punto y generar un debate que, tal vez, no hubiera surgido de otra forma.

Publicidad

Aún así, el problema con las imágenes y el lenguaje que perpetúan los estereotipos de género es que, muchas veces, discriminan de maneras sutiles, casi imperceptibles, que no por eso dejan de causar daño y de contribuir a que se mantengan ciertas ideas en torno al papel de las mujeres y de los hombres.

En 2008 la Secretaría Distrital de Integración Social publicó el "Protocolo por una comunicación libre de sexismo para profesionales de la comunicación de las entidades públicas y periodísticas del Distrito Capital". El documento parte de la afirmación de que el lenguaje usado, en la publicidad por ejemplo, es un reflejo claro de los órdenes sociales que le han otorgado roles específicos a hombres y mujeres. A su vez, afirma que ese tipo de lenguaje poco reflexivo en cuanto a los roles de género contribuye a perpetuar la discriminación y la violencia hacia los sectores de la población que, tradicionalmente, han sido víctimas de violencia y no tienen igual acceso a oportunidades por los estereotipos que se les han asignado. Es decir, según el documento, el lenguaje descuidado y poco crítico contribuye a la violencia y a la discriminación de la que las mujeres, en este caso, han sido víctimas históricas.

En ese sentido, una publicidad que califica a las mujeres de chismosas y a los hombres de empresarios entra dentro del tipo de lenguaje que, por falta de cuidado, termina reproduciendo un estereotipo claro: que el mundo laboral es el de los hombres mientras que el chismorreo es del mundo de las mujeres. Y es bien claro cuál de los dos mundos es mejor que el otro.

Publicidad

La concejal Gloria Stella Díaz, integrante del partido Mira y presidente de la Bancada de Mujeres del Concejo de Bogotá, llevó el tema al Concejo ayer y hoy preocupada, según lo contó a VICE, por un tipo de lenguaje que, para ella, perpetúa la cultura machista y la violencia contra la mujer. "Desde el trabajo que hemos realizado con mujeres, hemos evidenciado que el lenguaje es capaz de convocar a la violencia. En este caso, el chisme es visto en nuestra sociedad como algo que no es constructivo y que puede incluso romper relaciones entre individuos y hacerle daño a una comunidad. Por eso está muy mal que la administración haya decidido utilizar a un hombre como la figura de quien entra a Transmilenio a hacer negocios y a las mujeres como las que entramos a Transmilenio a chismear".

Según la Concejal Díaz, cuando el domingo pasado le expresó a la gerente de Transmilenio, Alexandra Rojas, su interés por retirar la publicidad, ésta le respondió que no, que la publicidad se quedaba. Un día después, sin embargo, y según una nota de El Espectador, la Alcaldía aseguró que iba a retirar la publicidad hoy mismo, no como una respuesta a la crítica sino por el término de vigencia de la campaña. "Esa actitud quiere decir que [la Administración] está de acuerdo con el contenido y el mensaje que allí se está transmitiendo. El hecho de que no admitan que han cometido un error es muchísimo más grave", le aseguró la Concejal a VICE Colombia.

Y aunque el territorio de lo políticamente correcto y de los debates por lo que puede ser, o no, peligroso y agresivo en el lenguaje se ha vuelto un terreno resbaloso y de límites grises, las palabras sí deben usarse con más cuidado cuando quien lo usa tiene una responsabilidad distinta sobre el bienestar de las personas. Tiene una gravedad distinta cuando quien usa mal el lenguaje no es una persona cualquiera sino una empresa que presta un servicio público. Y más cuando esa empresa, Transmilenio, ha sido uno de los espacios en los que se ha identificado un grave problema de violencia contra ellas.

En una encuesta realizada en 2014 por la Secretaría de la Mujer, el 48% de las mujeres encuestadas manifestaron que se sentían temerosas l usar el sistema de transporte, y el 34% manifestó haber preferido no usar el sistema de transporte por miedo a sufrir algún tipo de violencia sexual. El hecho de que prácticamente la mitad de las mujeres en Transmilenio sientan miedo al usar el servicio es un problema, uno que no sólo tiene que resolverse con estrategias de control o vigilancia, sino, pensamos, atacarse de manera transversal, incluyendo el uso del lenguaje que emplea la misma empresa en su publicidad.

VICE Colombia intentó obtener una declaración de Transmilenio pero no fue posible. Sin embargo, varias fuentes aseguraron que la Administración Distrital estaría dando una declaración sobre el tema en los próximos días.

Por el momento, la Concejal Díaz planea radicar una carta desde su partido en el que le exige a la Alcaldía que se pronuncie sobre el tema para que el retiro de la publicidad no sea en vano, sino que esté acompañada con una clarificación sobre la política de equidad de género de la administración. Una declaración que resulta relevante cuando, en el mismo año, la Administración Distrital ha sido protagonista de varios escándalos, como la revictimización de Rosa Elvira Cely o la declaración del Alcalde Peñalosa de que un bus en un trancón es tan injusto como que las mujeres no puedan votar.