te trae a lo que nunca fuiste.
La muerte no comercia.
Tu saliva está fría y pesas
menos que mi deseo.Juan Gelman dedica este poema a su hijo Marcelo, desaparecido.Tres días antes de la desaparición de su hijo, Aidé lo vio por última vez. Después de un par de semanas de angustia, Pedro Jesús aparecería para despedirse de nuevo, en silencio, con el ceño fruncido y una sonrisa de marfil desgastada frente a su madre. Esa tarde del 6 de febrero de 2007, Pedro se asomó al filo de la colina que separaba la olla más peligrosa de Tunja del Terminal de Transporte.
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