"No soy un músico convencional": Lee Ranaldo, cofundador de Sonic Youth
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Música

"No soy un músico convencional": Lee Ranaldo, cofundador de Sonic Youth

Hablamos con el guitarrista sobre CBGB, experimentación sonora y su nuevo álbum.

Sonic Youth es una de las bandas más influyentes e experimentales del siglo. Esto grupo nacido en 1981 fue una de las respuestas musicales a los movimientos artísticos creados en Nueva York durante los setenta. Combinando el rock y el pop con la experimentación musical y el ruido como elemento estético, la banda logró convertirse en un proyecto único que le voló la cabeza a medio planeta. Sonic Youth principalmente fue un trío conformado por Kim Gordon, Thurston Moore y Lee Ranaldo, quien con su guitarra le dio al grupo gran parte de esa característica experimental que los inmortalizó.

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Ranaldo es una mente inquieta que además de música hace videos, produce y escribe libros. Desde los ochenta ha sacado varios proyectos como solista, y desde la separación de Sonic Youth en 2011 se ha enfocado enteramente en su carrera. Su estilo se caracteriza por romper los estándares de la guitarra. Toca en afinaciones abiertas y las formas y sonidos raros son la constante en su trabajo. Hasta ahora, ha sacado tres álbumes, dos de ellos con su banda Dust, y el sábado 15 de julio tocará en el Auditorio Fundadores de la Universidad EAFIT en Medellín, donde alternará su trabajo con la guitarra eléctrica y acústica en el marco de la gira de promoción de su nuevo disco, Electric Trim, que saldrá en septiembre de este año.

Antes de su concierto en Colombia, hablamos con el guitarrista sobre la experimentación musical, su nueva etapa con la guitarra acústica, algo de política y sus noches en CBGB.

¿En qué momento de tu vida te diste cuenta que hacer música de la forma convencional no era suficiente y decidiste llevar la composición mas allá de los límites?
Mi acercamiento con la música siempre ha sido desde el punto de vista del artista. Crecí con música pop y siempre la amaré, pero supongo que por las actividades derivadas de mi educación en las artes visuales, el cine y esas cosas, nunca quise acercarme a la música para ser un músico convencional, porque no lo soy. No tengo el entrenamiento ni la técnica para ser un músico convencional. Así que desde el principio la idea ha sido usar las herramientas de las música para hacer cosas experimentales.

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Háblame un poco de Electric Trim, el nuevo álbum ¿qué sorpresas tiene esta producción?
Creo que para mí este ha sido un álbum muy sorpresivo porque lo hice con un amigo nuevo de Barcelona que se llama Raúl Fernández. Los últimos discos que hice fueron al estilo clásico de una banda en un cuarto de grabación, en el que intentas capturar el sonido del grupo en el cuarto y todos tocan juntos. Pero este trabajo fue más un producción de estudio. Estuvimos más de un año entrando y saliendo del estudio y Raúl trabaja mucho con samples y percusiones electrónicas, más al estilo de una producción moderna. Eso es algo nuevo para mi. La idea al grabar Electric Trim fue hacerlo al estilo de Sargent Pepper, usando el estudio como herramienta.


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En este disco trabajaste con el escritor Jonathan Lethem en las letras ¿Qué te motivó a hacerlo y cuál era el objetivo?
Creo que la idea era que no quería que todo fuera hecho desde mi punto de vista. Quería introducir la visión de otras personas dentro de esta historia y en lo que las letras podían ser. Además, desde hace rato quería trabajar con Jonathan, y todo salió muy bien. Las letras las hicimos entre los dos y algunas son muy abstractas, en otras tenía una idea y la desarrollamos. Fue genial, estoy seguro de que seguiremos trabajando en el futuro.

El año pasado tuve la oportunidad de hablar con Dave Lombardo y me decía que siente una conexión espiritual con los tambores ¿Tú sientes esa conexión con la guitarra?
Supongo que sí. Es algo que amo desde hace mucho tiempo. Y sí, "conexión espiritual" es una buena forma de definirlo. La guitarra es muy importante en mi vida y cada vez que trabajo en otras expresiones artísticas, siempre vuelvo a la guitarra. Por alguna razón es un instrumento que amo, y amo lo que se puede hacer con ella. Definitivamente es algo con lo tengo una conexión muy fuerte.

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He notado que en los últimos años te has dedicado mucho a la exploración de la guitarra acústica ¿Qué ha sido lo más interesante de este viaje con lo acústico?
La guitarra acústica es la forma en la que empecé. Es difícil explicar por qué en los últimos años me he dedicado tanto a la acústica, aunque creo que simplemente quería explorar algo nuevo y distinto. Todavía amo y toco mucho la guitarra eléctrica, pero por ahora mi interés está en la acústica y las posibilidades que da en términos de las melodías que puedes hacer. También, últimamente he hecho muchos conciertos acústicos, los cuales son más íntimos. Es genial subirse al escenario a tocar la guitarra eléctrica frente a miles de personas, todo guitarrista añora eso, pero por ahora me gusta más esta conexión íntima que puedes lograr tocando en un lugar pequeño frente a 200 personas. Es muy gratificante.

Una de las cosas que más distingue tu trabajo es los experimentos que haces con la afinación. Háblame un poco de esa pasión por jugar con las tonalidades de la guitarra.
Aprendí sobre la afinación abierta cuando empecé a tocar de joven. Lo genial de esto, sobre todo cuando estás arrancando, es que cuando juegas con la afinación siempre vas a sonar bien porque el instrumento suena bien por sí solo. Es una buena forma de experimentar y sonar mejor de lo que uno es. Eso se me pareció muy interesante. Después descubrí que músicos como Gary Davis, Keith Richards y Joni Mitchell también jugaban con la afinación y eso me encantó aún más. Cuando me mudé a Nueva York empecé a trabajar con gente como Glenn Branca, que también experimentaba con las tonalidades y la música más avant garde. Vi que esa era la forma de alejarse de cualquier otro guitarrista que tocará de forma convencional. A los inicios de Sonic Youth, nuestros experimentos con la afinación fueron los que nos distinguieron.

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Una de las cosas que más me gustan de los primeros discos de Sonic Youth es que experimentan mucho con el noise. Mucho gente considera el ruido como algo incómodo, pero puede ser algo estéticamente interesante ¿Para ti que significa el ruido?
En esos días adoptamos el término noise por un club de Nueva York que no quería contratar ninguna de las bandas del centro porque decían que sonaban como puro ruido. Para nosotros eso fue un insulto porque no sentíamos que hacíamos ruido. Mucha música moderna como la de John Cage o Stockhausen usa disonancias y sonidos que la gente define como ruido, y nosotros buscábamos algo muy similar. Entonces llamar algo ruido o algo música se nos hacía absurdo, porque a larga siempre estés haciendo música. En verdad nos importaba descubrir lo que podías hacer con el sonido, y el ruido es otra posibilidad para experimentar.


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En los 90 explotó el grunge y muchas de las bandas de esa época se inspiraron en Sonic Youth ¿Cómo sintieron ustedes toda esta fuerza del grunge?

Fue genial que se inspiraran en las cosas que hacíamos y eso es algo sorprendente. Esa música era muy poderosa y la amábamos. Fue muy bueno estar tan cerca cuando eso ocurrió.

En el nuevo disco hay una canción que tiene tintes políticos y critica a Donald Trump ¿En estos tiempos de turbulencia global, crees que es importante que los artistas se involucren en temas políticos?
Creo que los artistas deben involucrarse en las cosas con las que sientan cómodos. Algunas veces es muy poderoso tener artistas reconocidos manifestándose e influyendo en la gente, pero hay momentos en lo que no es lo mejor para el arte. La propaganda en las expresiones artísticas tal vez es muy poderosa en el momento, pero diez años después puede que ya no sea un sentimiento universal tan relevante.

Un lugar que siempre me ha parecido fascinante es CBGB. Estuviste ahí como público y como músico ¿recuerdas la primera vez que entraste a ese bar?
Esa es una pregunta difícil porque al principio fui tanto que de verdad no recuerdo mucho cuál fue la primera vez, pero recuerdo bien cuándo fue la primera vez que toqué ahí. Fue con la banda que tuve antes de Sonic Youth y esa noche tocó Thurston Moore, también con su banda previa a Sonic Youth. Esa fue la primera vez que tocamos en el mismo lugar, así que fue muy especial.