Quince noticias insólitas que no se inventaron los de Actualidad Panamericana

Escarbando en los archivos de noticias nacionales, me di cuenta de que la realidad colombiana no necesita de fechas como el 28 de diciembre para que haya hechos divertidos. Acá van las quince noticias insólitas de 2015.

Unos huevos revueltos y una arepa desataron tremendo caos aéreo en la ciudad de Manizales. El apetito voraz del único controlador aéreo que estaba de turno la mañana del 21 de septiembre en el aeropuerto La Nubia obligó al funcionario a abandonar la torre de control para ir a buscar lo que los nutricionistas llaman "la comida más importante del día". La pausa digestiva de apenas unos minutos de este voluntarioso operador causó un retraso de tres horas en las operaciones.

Como todo un logro en las investigaciones sobre el Holocausto del Palacio de Justicia, la Fiscalía General de la Nación presentó, en el pasado mes de octubre, el hallazgo de los restos de tres de los desaparecidos en esa sangrienta jornada de hace ya 30 años. Sin embargo, dos de esas víctimas -Cristina Guarín y Luz Mary Portela- fueron encontradas en tumbas en donde se creía estaban sepultadas otras dos mujeres víctimas de la toma y retoma del Palacio -Libia Rincón y María Isabel Ferrer-, a quienes sus familiares habían llorado y visitado por 30 años en esas sepulturas y que ahora entraron a hacer parte del listado de desaparecidos.

El tipo se hace llamar John Calzones, es un millonario excéntrico que asegura haber amasado una vasta fortuna vendiendo ropa interior de mujer, pero que está preso por, presuntamente, apropiarse ilegalmente de un lote que el Estado había incautado a unos narcotraficantes para parcelarlo y ofrecer 'opciones de vivienda digna para los más pobres' (tres mil lotes por 30 millones cada uno, calcule el negocio). Aun así, John Jairo Torres consiguió que el Consejo Nacional Electoral avalara su candidatura a la alcaldía de Yopal, Casanare, y que los habitantes de esta capital lo eligieran como su mandatario. Dicen que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen, y más cuando le dan el papayazo a los corruptos de "cogerlos con los calzones abajo".

Ni décadas enteras de luchas intestinas contra los peores criminales del país, ni ese frondoso bigote mexicano que destilaba hombría, pudieron blindar al General Rodolfo Palomino, Director de la Policía Nacional, para afrontar el trance más difícil de su carrera: la traición por parte de su propio anillo… de seguridad. El coronel (r) Reinaldo Gómez lo denunció por, presuntamente, ser un acosador sexual de cadetes. El escándalo salió a relucir cuando, en octubre de 2015, unos audios fueron revelados: en ella se oyen a otros altos oficiales instando a Gómez para que desistiera de sus denuncias. Eso, sumado a las denuncias que existen de espionaje ilegal y de enriquecimiento ilícito, meten a Palomino en el que, probablemente, es el peor año de su vida.

El sonado y muy publicitado proceso donde un juez de la República levantó cargos de terrorismo y rebelión contra un grupo estudiantes y maestros de la Universidad Nacional que supuestamente habían sembrado terror en la ciudad por cuenta de la detonación de varios artefactos explosivos terminó como otra 'descachada' más del aparato judicial colombiano. El juez, en contra de las 'arduas' labores de investigación de la Policía, falló a favor de los '13 de Teusaquillo' y ordenó que recuperarán su libertad.

Un abuso sexual es deleznable, no importa la víctima. Así lo entendieron varios indígenas de la comunidad wayuu, que el 13 de octubre bloquearon la vía férrea del Cerrejón, luego de que un vigilante del ferrocarril violara a una burrita durante varias horas. El dueño del animal exigía, para limpiar la deshonra, tres millones de pesos para comprar otro, lo que finalmente sucedió y se desbloqueó la vía.

Más de cincuenta afectados dejó un accidente de tránsito ocurrido a finales de noviembre en Apartadó, Antioquia. Un bus desembocado chocó contra una de las paredes del cementerio municipal y derribó los osarios, dejando a todos sus inquilinos 'en la calle'. Los afectados tuvieron que ser reubicados en la capilla del pueblo mientras se reparan sus moradas para que ahora sí descansen en paz.

Una 'tusa' fue capaz de vulnerar la seguridad de uno de los edificios más custodiados del país. El tercer piso de la Dirección General de la Policía fue el escenario del fatal desenlace de una trama de desamor y venganza entre dos uniformados. Un patrullero de la institución, cegado por el odio y los celos, selló a tiros el destino de su amada, otra patrullera, y el de un mayor que intentó defenderla. La puntería de este amante ofendido no le alcanzó para volarse la cabeza, pues intentó dispararse en la sien: no perdió la vida, pero quedó con muerte cerebral.

Una imprenta pirata, un operario descuidado, y varios compradores incautos eran los factores de una compleja ecuación que había dejado una oleada de estudiantes de bachillerato rajados en álgebra. La Sijín de la Policía finalmente pudo 'despejar la incógnita' y establecer que se trataba de toda una edición irregular de la tormentosa Álgebra de Baldor, la cual estaba repleta de errores en la sección de respuestas. La imprenta fue desmantelada.

Un inimaginable peligro para los niños se escondía hasta hace unos meses en las góndolas de supermercados y dulcerías por todo Colombia. Se trataba de unas dulces y coloridas cápsulas que en el mundo infantil eran conocidas como minigelatinas, las cuales se habían convertido en el terror de las madres, ya que por su textura y diámetro podrían alojarse en la garganta de un pequeño y obstruir su respiración hasta la muerte. De hecho tres bebés de apenas meses de nacidos ya habían resultado afectados. Gracias a la heroica labor de la Superintendencia de Industria y Comercio, estas potencialmente asesinas golosinas quedaron proscritas del menú infantil y no volverán a afectar a menor alguno en el territorio nacional.

La febril imaginación de Yesid Toro, un periodista de páginas rojas en el Valle del Cauca, traspasó los tabloides y hoy lo tiene metido en tremendo lío judicial. Meses después de haber denunciado ser víctima de amenazas por parte de Los Urabeños, el periodista, en un arrebato de culpa, confesó que con su puño y letra redactó el panfleto amenazante contra él y un grupo de colegas de la región. Y todo, como él mismo aceptó, para seguir recibiendo los beneficios que le daba el Estado (carro blindado y dinero) desde hace unos años, cuando había denunciado ser víctima de la misma situación.

Antes de que el FBI revelara la posible relación del expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis Bedoya, con el escándalo de la FIFA, las jugadoras de la selección femenina que participaron en el Mundial de Canadá denunciaron que el directivo se estaría haciendo "el de las gafas" con el premio que les había prometido a la chicas por su buen papel en el certamen orbital.

En enero de este año, el Instituto Nacional de Salud resolvió unos de los misterios clínicos más sonados de la última época. A mediados de 2014, la noticia de que 80 niñas del municipio de Carmen de Bolívar empezaron a sufrir de mareos, desmayos y hasta convulsiones luego de haberse aplicado la vacuna contra el virus del Papiloma Humano prendió las alarmas en el país. Aquellos que culparon a la vacuna y a sus 'componentes nocivos' por el insólito episodio se quedaron con las ganas de demandar al Estado porque el INS aseguró que se trató de un cuadro de pánico colectivo y le recomendó a las afectadas una buena dosis de 'fuete', de atención y cariño de sus padres.

Tuvo que mostrar las tetas para que la liberaran.

Dos buenas razones para que los taxistas acepten UBER.

Cualquiera puede equivocarse al calcular un simple promedio: cualquiera que no use unas gafas gigantes, no ostente el cargo de ministro de Educación y no se enfrente a un paro de profesores sindicalizados, como le pasó a Ginna Parody cuando dijo que el salario medio de un maestro en Colombia era de 2´500.000, lo que los educadores, ábaco en mano, rápidamente le corrigieron y le criticaron.