Joe Bataan OG viene a Bogotá a hablar de latin soul

FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Joe Bataan OG viene a Bogotá a hablar de latin soul

Joe Bataan se estará presentando este viernes en Bogotá y hablará de bogaloo en Alta Fidelidad.

Foto vía

Previo a los orígenes de la salsa existió Joe Bataan, el rey del Spanish Harlem, King of the Barrio. Su historia es la historia de los orgullosos, de los que no fueron vencidos, la prueba de que "quien ríe de último, ríe mejor". Su figura es mestiza y multidireccional. Incansable defensor del latin soul, de la música latina que continuamente mama de su nodriza africana. Joe Bataan encarna ese mestizaje palpable, pero imposible de enunciar, en todo lo que embiste a las culturas del continente americano. Él es Joe Bataan, líder de una pandilla de gángsters y capo musical; estandarte de un movimiento y una resistencia. La luz al final de los sótanos de Fania Records. Cuando el boogaloo fue destronado por la salsa, ahí estuvo Joe Bataan; cuando la industria se inclinó por los purismos, Bataan prevaleció. Ahora encuentra un lugar en el documental We Like it Like That, una película fondeada en Kickstarter que habla sobre el auge y la decadencia de un género entorpecido por las decisiones de la industria musical. El boogaloo es una de esas historias de minorías, de raíces, de fronteras; del mambo, cha-cha y del soul. Se resguarda dentro de muchos relatos de culto, de los punks, de los mods, de los latinos en Nueva York y de los coleccionistas más refinados.

Publicidad

Antes de la proyección de We Like It Like That, en Bogotá –como documental inaugural de la Muestra Internacional de Cine Documental Musical Alta Fidelidad–, conversamos con Joe sobre su su vida y el salsoul.

Hablando de la región latinoamericana, nuestra tercera raíz es africana y, de alguna manera, si existiera una cristalización de esa figura de mestizaje en la cultura pop, esa figura es Joe Bataan. ¿Cómo es que te relacionaste con la cultura latina?

Mi padre es filipino y mi madre es afroamericana, pero mi corazón es latino. Tuve que aprender el lenguaje cuando yo era una minoría en un barrio latino en Nueva York. Ni mi padre ni mi madre sabían español, ni sabíamos sobre la cultura, tuvimos que aprenderlo. Fue mi amor por la música y la sincronía que me dejaron hacer algo que nadie más tuvo oportunidad de hacer. Entonces, a pesar de no ser latino, incorporé toda esa cultura mezclada con mi propia cultura y otro par de aspectos mestizos que están en mí y me fue posible proyectar este mensaje de minorías y aprender sobre el orgullo nacionalista que tienen los latinos alrededor del mundo, incluso con los ancestros americanos. Cuando me dieron un reconocimiento en el Smithsonian Institution en Washington, me dijeron «tú eres un puente entre "la raza" –los chicanos, puertorriqueños– y los afroamericanos, porque tú eres parte de la historia de su cultura y cómo incorporaste su música y la conectaste con el R&B y el soul». Y claro, la población latina más vieja también me acogió porque tenía rasgos culturales que eran parte de ellos y los afroamericanos se conectaron con la herencia afro que también tengo, entonces me tocó ser parte de esas dos culturas y ha sido un placer, porque finalmente, después de 50 años, Joe Bataan está siendo reconocido no por quien fui, sino por la contribución que le hice a la música. Para una persona como yo, que salió de prisión y que venía de la nada, de un contexto de pobreza, haber salido de eso para hacer música y ver el amor con el que la gente ha acogido mi música, es una bendición de Dios.

Publicidad

Cuéntanos de tu pandilla, Los Dragons, y esta figura del capo que fuiste en tu barrio.

En esa época en particular era una cosa que había que hacer, en el barrio te metes en muchas conductas negativas porque no tienes un lugar de pertenencia así que se buscan ciertas cosas en las amistades, en la calle, que no se pueden encontrar en casa. Eso es lo que yo hice, buscar otras salidas y desarrollar otra características que no repitieran lo que mis padres hicieron. Como parte de una pandilla, pude sacar esa otra parte de mí que no fue necesariamente buena, pero que me enseñó mucho sobre liderazgo. Aunque tal vez desde un punto negativo, pude usar esas lecciones después en la vida. Es como lo dicen en este libro que estoy leyendo , Speedology: hay cosas que no aprendes en Oxford o en Cambridge o en una educación superior, las aprendes en las calles, en el barrio, lo aprendes de tu mamá, de tus amigos que te dicen cómo sobrevivir, cómo hacerla en la vida, cómo cruzar la jungla y encontrar agua. Esto es lo que el barrio me dejó hacer. Cualquier persona que creció en un barrio lo sabe. Los chicos aprendieron de lo que yo atravesé en la búsqueda por conseguir mis ambiciones. Creo fervientemente en que si alguien quiere algo muy fuerte y tienen una pasión por eso, nunca deben aceptar un no por respuesta, porque lo probé, nunca tuve una formación musical y fui autodidacta, salí de la cárcel no tenía nada. Conseguir o que uno quiere toma mucho trabajo ambición y agresión y ayuda del Dios.

Publicidad

¿Cómo te conviertes en el capo más cool del ghetto, tuviste un rito de paso?

Mi mamá me vestía y me lavaba la ropa, tenía tres playeras para usar, tan pronto como una se ensuciaba cambiaba a la siguiente. La diferencia de la pandilla en la que estuve es que éramos una pandilla desconcertante: nos vestíamos bien y así es como patrullábamos las calles. Por eso atraíamos a las chicas y a los vecinos, porque nos veíamos diferente a las demás pandillas, no éramos una pandilla de mugrosos como los demás, que querían ser muy rudos pero con tenis y playeras sucias. Nosotros queríamos ser muy rudos pero vernos bien. Desafortunadamente, el problema con muchas pandillas es que cuando tienen ese tipo de poder en sus comunidades, no lo ocupan para algo positivo. Hasta después los activistas se involucraron con sus comunidades para mejorar sus condiciones. Nosotros pudimos haber hecho eso, pero no fuimos educados como comunidad para hacer algo por nuestro barrio. Ahora, y a lo largo de mi vida, estoy en posibilidades de convertirme en un activista a través de mi música. Llegarle a muchas personas a través de esto para generar una influencia positiva en la gente. Pero no obligo a nada, trato de predicar con el ejemplo. La gente acoge eso, porque soy un cantante callejero, cualquiera podría cantar como yo, sólo que no lo están haciendo. Me admiran porque se ven a ellos mismos, piensan «ah, yo pude haber sido él, yo pude haber sido Joe Bataan» y ese es mi secreto, no soy para nada algo como una gran estrella, soy un tipo normal.

Publicidad

La presentación de We Like it Like That dice que hablas sobre el panorama social muy álgido que vivías en esos momentos entre el boogaloo y la salsa. ¿Cuál era ese panorama social?

Joe Bataan era un radical, siempre creí que podía hacer más que sólo el líder de una banda. Quería conocer el negocio de la música, entrar en la parte editorial, vendía discos en las calles y en las tiendas, hice mercadotecnia, publicidad, radio… hice todo. Todo eso me llevó a darme cuenta que podía tomar control sobre mi vida si así lo quería. En ese entonces muchas disqueras estaban usando como excusa que un músico no podía estar involucrado en otro campo que no fuera hacer música y que esa era la forma de obtener ganancias, pero yo no estaba ganando nada, entonces me rebelé contra las disqueras y ya no hice más discos. Creo que fui el primero en salir de Fania y lo que hicieron para darme una lección fue boicotear mis discos. En dos o tres años pasé de ser "Joe Bataan, el artista más tocado en el radio" a nada. Enlataron mis discos e intentaron matar al boogaloo y el sonido latin soul, porque querían que la música fuera pura, típica. Cometieron un error grave porque era música que tenía mucha popularidad y cerraron esa música para su comunidad, ellos podrían pensar que hicieron lo contrario pero hoy puedes ver a muchos de esos músicos que no tienen dinero para pagar sus entierros, ni dinero para pagar un doctor que los cure de sus achaques. De eso habla We Like It Like That, está sacando a la luz la verdadera historia de lo que pasó con ese género. En ese entonces no sólo estaba el salsoul, Fania, ni Coco Records haciendo algo: había latin soul, disco, había música freestyle y todas esas cosas que nos tuvimos que inventar para sobrevivir, porque las bandas no estaban trabajando y no estaban recibiendo plata. Después de 50 años, estas personas ya se fueron. Muy pocos artistas de esa época siguen vivos, pero ya llegó el momento de que los pocos que han quedado levanten sus traseros para no perder su historia. La gente en Nueva York no sabe ni siquiera que esta música es súper conocida en el mundo, le llaman boogaloo pero tiene muchos otros nombres: salsoul, acid rock, nombres diferentes. Esta música es infecciosa. Cuando fui a Colombia en 1994 ¡sabían más de Joe Cuba, Willie Colón o Joe Bataan que yo! Se habían leído todas las portadas de los álbumes, tenían los viejos LPs y eso me removió muchas cosas, principalmente porque somos inconscientes de la historia que hubo detrás. Pasaron muchos años para que yo me enterara de que "El avión" fue un hitazo en Colombia y lo interesante es que no pudieron controlar eso, ni a Colombia ni otros países lejos de Nueva York. Lo que hicieron fue promover a sus artistas y monopolizaron la música por mucho tiempo. Llegaron al punto de decirle a la gente que no tocaran mi música, no sólo mi música, sino la de muchos otros. En lo que se equivocaron fue en no darse cuenta de que esta música era mucho más grande que una comunidad. Todo el mundo baila mambo o cha-cha. En todo el mundo, en Inglaterra todos bailan esta música; lo que no puedes hacer es quedártela y pensar que esto sólo le pertenece a Nueva York, no es verdad. Mi proyección es que en los próximos 5 años habrá una explosión grande y un revivalde esta música y entonces verás a Bruno Mars y Black Eyed Peas involucrándose con esta música. Lo que está faltando es que las generaciones jóvenes retomen esto y lo refresquen con nuevas ideas, todos los puristas no dejaron legado, no enseñaron a sus hijos esta historia.

Publicidad

En este momento hay como una explosión de la cultura latina en Estados Unidos, por la importante población que hay, y posiblemente veas algunas diferencias entre lo que pasaba en los 60 y lo que pasa ahora. ¿Tienes algún tipo de contacto con la comunidad latina en este momento? Porque lo que veo desde aquí, desde Latinoamérica, de esa comunidad latina en Estados Unidos, es que realmente están explotando este orgullo por su raíces y que tratan de mantener su cultura. ¿Qué está pasando?

Por supuesto, es lo que queremos hace años. Pero ves, eso está cambiando y no estoy diciendo que cambió con Joe Bataan, yo sólo soy parte de eso. Me estoy abriendo al mundo, me estoy abriendo a Nueva York, a los sonidos que la gente no ha escuchado en mucho tiempo y a todos los niños que ni siquiera saben que esta música existe. Por ahora, ese es el secreto. La radio, la publicidad, los periódicos, la gente como tú, que publican este tipo de cosas y hay gente que espera leerlo ¿sabes? Las compañías discográficas eran los últimos en enterarse de lo que estaba sucediendo en las calles. No sabían cuándo empezó la música disco, no sabían cuando empezó el rap. Siempre estaban preguntando al final. Por eso hay muchos artistas que no son exitosos hoy en día, porque no regresan a sus raíces, sobre eso que los hace exitosos. Si empiezas en el barrio y eso es lo que te da identidad, entonces tienes que volver al barrio. Si vinieras de la selva, o de cualquier otro lugar, y encuentras ahí tu influencia, entonces tienes que volver. Es decir, si empiezas a vivir un estilo de vida diferente y luego, te das cuenta de que tienes que crear un vínculo con el público, decaes. Esto pasa con 50 Cent, le pasa a un montón de grandes artistas que no entienden lo que están cargando ahora, porque les falta ese elemento. Aún cuando estas personas tienen los recursos para hacer algo, no lo hacen, invierten en todo: coches lujosos, chicas, juegos, en lo que quieras, pero no a mejorar y hacer que la música progrese. Y eso es todo lo que necesitamos, necesitamos escenarios universales. La gente tiene una mentalidad muy pequeña y pensamos que todo debe ser medido bajo criterios nacionalistas y cómo hablas y cómo te ves , pero no, sí te gusta la música entonces disfrutala. Ese es el problema del mundo ahorita. Cuando ves a Joe Bataan tocando, no sabes quién está en la audiencia. Habrán filipinos, habrán africanos, habrán latinos o irlandeses, eso es lo que me gusta. Así que si Colombia ve lo que he estado haciendo durante estos años en Europa y en los Estados Unidos, entonces el resto de Sudamérica va a llamarme. Perú está listo, Venezuela, Ecuador, Chile, Puerto Rico, todos estos países me llamarán porque soy parte de ese mestizaje. El secreto, es tomar un pico universal, que la gente entienda que la labor de la música es unir a la gente y eso es lo que el mestizaje hace.

Publicidad

¿Cuál es tu mensaje para Fania Records con todo esto que estás haciendo ahora?

(risas) Bueno, Fania tiene nuevos dueños. Contrario a lo que pasó hace 50 años, la primera persona a quien Fania está apoyando es a Joe Bataan. La gente cree que es por ellos, pero no, fue por el jefe que los guió. Todas esas personas que fueron responsables del pasado, se han ido, ya no están aquí. Ahora tiene nuevos dueños y se están tomando el tiempo para que, desde adentro, todo funcione correctamente con los artistas. Ya que por mucho tiempo hicieron todo por los puristas y por los Fania all Stars, pero ni siquiera hablaron con Joe Bataan. Es decir, Joe Bataan sobrevivió por sí mismo. Finalmente, los artistas se empezaron a salir de Fania cuando canceló un concierto en Central Park y entonces reconocieron que la gente puede cambiar. Se debieron sentir mal, no debían estar preparados. ¿Entonces, qué hicieron? vinieron donde Joe Bataan. Vinieron donde el último, porque fui el primero en irme y el que más ha criticado lo que se hizo mal y vinieron de nuevo a mí. Ellos apoyaron la película, le pagaron a las personas lo que debían pagarle, están respetando las regalías. Las relaciones son mucho mejores.

***

Joe Bataan se presenta este viernes 31 de julio en Solar (Bogotá), en el marco de la tercera edición de Alta Fidelidad - Muestra Internacional de Cine Documental Musical.

We Like it Like That será proyectada el 29 de julio a las 20:00 hrs en el Cine Tonalá.

Para consultar toda la información sobre esta y otras proyecciones visita el sitio oficial de la muestra y su Fan Page en Facebook.