La ayuda del skate a las niñas de Camboya

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La ayuda del skate a las niñas de Camboya

Desde 2001, Skateistan Camboya ayuda niñas en situaciones inestables enseñándoles a patinar y encaminándolas hacia nuevos horizontes.

Este artículo fue publicado originalmente en VICE Sports, nuestra plataforma dedicada a los deportes.

Era una mañana de diciembre en Phnom Penh, Camboya. A esa hora, como todos los días, la capital estaba completamente congestionada por el tráfico: camionetas, mototaxis, motonetas atravesadas casi en cada cruce, todos juntos tocando la bocina para acelerar el paso.

Me quedé atrapada en medio de ese caos que era casi tan sofocante como el olor de los tubos de escape y comencé a preguntarme si podría llegar a las instalaciones de Skateistan a tiempo. El conductor del mototaxi notó mi estrés y, siendo conocedor de las calles de su ciudad, de pronto cambió de dirección. Se deslizó entre otros vehículos y tomó varios atajos. Finalmente, llegó al skatepark, construido por la organización no gubernamental Skateistan en 2011. Aparte del ruido de las ruedas sobre el asfalto, se escuchaba un alboroto alegre dentro del parque.

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"La prioridad de Skateistan son las niñas", me explicó Ben, presidente y fundador de la organización, elevando su voz para que yo lo escuchara. "Ya lo verás, todas sonríen porque en verdad se divierten". Después de cruzar la puerta principal, que estaba pintada de varios colores, noté que decía la verdad. Era día Internacional de los Derechos Humanos y, por ser día festivo en Camboya, las niñas estaban muy emocionadas. No tuvieron clases, y por ello pudieron jugar con la tabla todo el día.

Alentadas por los gritos de su amigas y la música que salía de los altavoces, las chicas, equipadas con rodilleras, coderas y cascos, se deslizaban en sus tablas sobre las rampas y los tubos del parque. "Cuando empezamos a trabajar con las chicas, algunas eran muy tímidas y no se desenvolvían", dijo Ben. "Era muy complicado". Me pareció difícil de creer cuando vi las sonrisas de todas y la motivación con la que las chicas aceptaban los retos que se les presentaban.

"En verdad, ellas han cambiado por completo en tres años", comentó. "El skate les ayudó a confiar en sí mismas". Las más aventureras tomaron un poco de impulso y, alentadas por la dinámica de Tin, se lanzaron sobre la tabla por el parque, pasando por debajo de una cuerda que sostenían otras estudiantes. "Yo también era así. Antes no confiaba en mis habilidades", recordó Tin, de 22 años.

"El día en que se presentó para ser parte del equipo, Tin apenas respondía a nuestras preguntas con un 'sí' o un 'no', no era muy segura", dice Ben. "Pero ahora es una verdadera estrella del skate en Camboya y es la portavoz oficial de Skateistan". Para hacerlo, la joven que supervisa la educación de las participantes fue a un programa de liderazgo juvenil. "Es una educación que permite practicar mucho skate, integrarse a la organización y sacarle provecho a las oportunidades que se presentan", relató Ben.

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Nacida en una familia humilde, Tin decidió, hace unos años, salir de su situación aún siendo adolescente y buscar oportunidades en Tiny Toons, una organización que se enfoca en el hip hop y el breakdance. "Mi madre no tenía dinero, así que necesitaba encontrar algo para ayudarla, no tenía opción", recordó. Después, en 2011, descubrió el skate. "Me pareció que era bueno porque no hay muchas chicas en este deporte, quería ponerme a prueba y buscar desafíos", respondió Tin antes de bajar por la rampa y rematar con un flip perfecto.

Tin era dinámica y sonriente. Su facilidad para patinar velozmente hacía que muchas chicas la vieran con admiración. Parecía que nada podía detenerla. Ni en los obstáculos del skatepark ni en la vida. "En Skateistan Camboya, más que en cualquier otra parte, el cambio en las niñas se nota rápidamente", comentó Rory, gerente de recursos humanos de la organización. "Vienen con frecuencia, progresan mucho y entonces eso les permite seguir soñando".

Tin aún tiene muchos sueños: espera convertirse en skater profesional. "Cuando veo videos de Kat Williams pienso que me gustaría estar en su lugar", sonrió, mientras miró a su modelo a seguir. Originaria de Australia, Kat estaba de gira en la región y pasó a visitar a los "ciudadanos" de Skateistan. "Para mí esta organización es algo muy importante", comentó Kat con entusiasmo. "Construir una estructura para que los niños puedan estar con sus amigos y estar activos es algo muy bueno".

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Tenía el cabello pegado a las sienes después de dar muchas vueltas por el parque, pero la joven portaba una sonrisa genuina. "Crecer con una patineta es algo muy bueno para las niñas". Y vaya que sabe lo que dice. "El skate cambió mi vida por completo. El skate te ayuda a crecer, a estar en armonía contigo mismo".

¿Quién habría pensado que una tabla de madera con cuatro ruedas tendría tantos beneficios? Ciertamente yo no. Sin embargo, el testimonio de las niñas me indicó que patinar tiene muchos beneficios. "Antes, siempre estaba enojada", dijo Sophea, de 16 años, un poco intimidada. "Ahora, con la patineta me siento más tranquila". Lo mismo para Bopha de 18 años, quien me respondió de manera similar, ya que después de tres meses de entrenamiento la joven dice tener más confianza en sí misma. "Así es la pasión", comentó Ben. "El skate es en realidad una herramienta para mostrarle a las niñas nuevos horizontes".

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Skateistan es una organización internacional no gubernamental que tiene cuatro sedes en el mundo. La primera se abrió en Kabul, Afganistán en 2007. La segunda en Phnom Penh, Camboya en 2011. Desde entonces, la organización inauguró una nueva sede en Mazar-e-Sharif, Afganistán, en 2013 y está por inaugurar la cuarta en Johannesburgo, Sudáfrica. Skateistan Camboya trabaja para cambiar la vida de niñas en situaciones inestables enseñándoles a patinar, construyendo así su confianza en ellas mismas a través de una combinación de skate con actividades educativas. Se sabe que muchas participantes del programa tienen historias de éxito gracias al skate.