El chiste no está en las “varias especializaciones”, que quién sabe qué cosa sean, pues no hay nada así como un título de specialist que otorgue la Universidad de Harvard: ahí lo que hay es imprecisión e invento. El chiste está en las comillas que encierran los nombres de las universidades: ¿no se llaman así esas instituciones, sino que esos son sus apodos? ¿O las comillas equivalen a un “dizque”? Es irónico que, en cambio, la Universidad de Harvard no esté entre comillas, cuando es el título que se sugiere que esa universidad otorgó al candidato el que no existe. (La ironía es esa especie de magia que suele delatar la mentira de un texto, o bien, hacer que su verdad resplandezca).Sigamos con otro ejemplo, ya no de ironía sino de simple ridículo:Es abogado de la Universidad Sergio Arboleda, con maestrías en Finanzas y Administración Pública y Derecho Internacional de “American University” y “George Town University”, de Washington D.C., y varias especializaciones entre ellas una en negociación de la Universidad de Harvard.
Iván tiene una hermana mayor y un hermano menor, ambos profesionales y con quienes tiene una excelente relación marcada por un gran cariño familiar que proviene de una profunda admiración por su padre y total independencia profesional y económica.
Además del efecto cómico de la puntuación desastrosa (que hace que en la primera oración se diga que, por herencia paterna, Iván es un hombre), nótese que el candidato lo ha heredado todo de su padre, mientras que de su madre ha heredado quién sabe qué, cualquier cosa, algo lo suficientemente confuso para que no sea nada, como me hace ver un amigo de Facebook: “Por herencia materna es [amante del] desarrollo socioeconómico”, se dice en el párrafo. ¿Qué significa eso? ¿Cómo se es amante del desarrollo socioeconómico, y qué significa que la madre haya legado ese amor? ¿Quiere decir que era ella la que recibía las visitas (por lo de socio), o que repartía la mesada (por lo de económico), o que se casó por dinero y ascenso social (por lo del desarrollo socioeconómico)?Iván es un hombre por herencia paterna, muy serio, conversador, curioso, estudioso, un lector empedernido amante de los libros, la cultura, la democracia y los factores que determinan y alientan el emprendimiento personal, de la historia política contemporánea, la producción literaria y de la oratoria. Por herencia materna del desarrollo socio económico.
¿Qué quiere decir “un James”? Suponemos que se refiere a James Rodríguez, pues al pueblo hay que hablarle de fútbol (o de “football”, que es como, en un párrafo que no transcribo, se llama ese deporte en la biografía de nuestro bilingüe aspirante). Pero ¿qué significa la metáfora? ¿Que Duque le va a meter goles a la política democrática, o que, usando la política democrática, va a meter qué goles y a quién?Luego encontramos un chiste de equívoco semántico:Un James de la política democrática, apasionado por la transparencia en la gestión pública, con una disciplina férrea por el trabajo marcada por valores éticos, con un gran sentido de la honorabilidad como obligación social…
Se dice que el candidato maneja los encargos públicos con “sigilo”, término que —el autor parece ignorarlo— implica disimulo y secreto. O sea, que hace cosas a escondidas con la plata. Lo de “no se le envolatan las cuentas” es humor de pared de fonda paisa, del tipo “Hoy no fío, mañana sí”, así que confío en que no hay que explicarlo, porque es el tipo de vulgaridades que a los colombianos les parecen siempre muy chuscas.Iván Duque es un hombre que maneja su economía personal con el mismo cuidado y sigilo que maneja los encargos profesionales públicos o privados que decide aceptar. Es confiable y no se le envolatan las cuentas a la hora de entregar la devuelta.
Bueno es saber que tiene defectos, como si con lo leído no quedara claro que su principal defecto es el retraso mental —o bien, el cinismo—, que le permitió publicar todos estos azares en su biografía, pero malo es no darse cuenta de que se incurre en otro sinsentido al decir que los defectos “no constituyen vicios de ninguna naturaleza”, pues vicio es sinónimo de defecto (“vicio” no significa adicción a las drogas exclusivamente, como parece entender el autor). Sobre que sus callados defectos “no lo alejan de la normalidad” no sé qué colegir, pues la normalidad en Colombia es, por ejemplo, ser corrupto. Opino que el autor debería haber dicho lo que quería decir: que el candidato no tiene relaciones sexuales por el ano, y ya está.Luego viene el humor del misterio, combinado con el del dato irrelevante:Como todo ser humano tendrá defectos pero estos no constituyen vicios de ninguna naturaleza ni lo alejan de la normalidad.
¿Eso qué es? ¿Administró un locutorio?¿O fue espía? ¿O un pariente le dejó su teléfono porque se fue a otro país, y él se puso a vender minutos? ¿Y qué puede importarle al lector si el dueño del locutorio o el teléfono celular se capacitaba en el exterior, o si estaba incapacitado para administrar su negocio? ¿Y a qué se refiere con “familiares políticos”? ¿Se refiere a que eran familiares por matrimonio, o a que se dedicaban a la política?Durante su vida universitaria, manejó negocios de comunicaciones de familiares políticos que se capacitaban en el exterior.
No necesito explicarlo: “uno de los líderes más importantes”. ¿De cuántos? ¿Uno de los cien millones de líderes más importantes? ¿Y dónde? “En el mundo”. ¿Y cuándo? En “toda la historia”: toda, toda, íntegra. Lo del “servicio directo” es también un poco raro. ¿No era suficiente con decir que trabajó para Uribe? ¿Se refiere a que estaba a todas horas a sus órdenes, o qué?Al explicar de dónde procede el interés del candidato en la política, se incurre en otro chiste involuntario:[Tuvo] el gran privilegio de poder trabajar al servicio directo del Doctor Álvaro Uribe Vélez, reconocido en el mundo como uno de los líderes democráticos más importantes de toda la historia.
No conozco al personaje en cuestión, pero de lo leído uno podría inferir que el interés por la política le vino a Iván de que su papá era medio lagarto. Y ni hablar del melodrama de los “infinitos sentimientos”.Y falta la perla:Sin duda también por la impronta y el ejemplo que de niño al lado de su padre recibió de las exquisitas narraciones de eventos importantes que aquél viviera al lado de muchos líderes que por Iván padre, sintieron infinitos sentimientos de amistad y admiración.
Pasemos por alto las comas entre sujeto y predicado, y las que se interponen entre el verbo y su objeto. Pasemos también por encima del chiste obvio de la defensa de la democracia y la “promoción de Colombia en el exterior” por parte de Uribe, y dejemos atrás lo de la “doctrina Uribista” (así, con mayúscula), que nos confirma que el uribismo se ha elevado al estatus de religión, y el “gran maestro”, que es propio de una secta. Lo que da risa en el párrafo —pues lo antedicho da miedo— es la elección del adjetivo “semejante” que califica al “estadista”, pues suele usarse en tono sarcástico (como cuando mi perra salchicha le ladra a un pastor alemán cuyo dueño dice “Ay, no, no, no, ¡semejante fiera!), y el “enriquecimiento universal”, que suena a propaganda de “ungüentos para la impotencia, la fortuna y el amor”, o bien, a enriquecimiento ilícito. Luego vienen el chiste chocarrero de “uno o dos doctorados”, que es como si dijeran: “O póngale cuatro, qué carajo, eso en todo caso es pa maricas, que coleccionan de esa vaina, lo verraco es arrimarse al doctor, que es lo mismo que estudiar pero sin estudiar”, las “Universidades” con mayúscula y el “cualquier otro empleo o trabajo” (por poco no dice “empleo u trabajo”), gracejo reminiscente de nuestra comedia Don Chinche.El chiste ya está muy largo y explicado, y los chistes demasiado largos y explicados no dan risa. Pero no lo conté para que diera risa y, además, eso que conté no es el chiste: el chiste somos nosotros, que elegiremos a un payaso sin orgullo manejado por un titiritero desquiciado para que nos gobierne, y para que de nosotros se ría quién sabe quién, en otro mundo, con detenimiento y distancia, en una época mejor o peor.Cuatro años seguidos de trabajo al lado del ex presidente Uribe en su tarea de defensa de la democracia y promoción de Colombia en el exterior, le reportaron a Iván Duque en materia de experiencia real, conocimientos de la doctrina Uribista y aprendizaje de primera mano de semejante Estadista y gran maestro, mucho más enriquecimiento universal y conceptual del que le hubiesen dado uno o dos doctorados en una de las mejores Universidades del mundo o cualquier otro empleo o trabajo.