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El puente

Un comandante de la vieja guardia trata de poner orden en Ciudad Juárez

Como sacado de una película de Mario Almada, cuando llegué a entrevistar al detective Ranulfo Galindo, me recibieron agentes con botas, y lo encontré pidiendo botellas de whisky.

Como sacado de una película de Mario Almada, cuando llegué a entrevistar al detective Ranulfo Galindo, me recibieron agentes con botas, y lo encontré pidiendo botellas de whisky.

Llegué a él por los periódicos. Buscando en la hemeroteca de los principales diarios de Ciudad Juárez encontré encabezados recurrentes: “Regresa el Comandante Galindo a poner orden a la ciudad”, “Galindo vuelve como comandante”, “Galindo regresará el orden en Ciudad Juárez”.

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En 1987, Galindo se enfrentó con el narco más sanguinario de entonces, quien se llamaba Pablo Acosta villarreal y lo persiguió hasta un pueblo de Chihuahua. Ahí Galindo recibió cinco balazos. uno en el brazo y cuatro en el pecho.

El Comandante usa botas y está sentado en un escritorio al centro de su oficina, el departamento de Periciales de la Fiscalía General de Chihuahua, en el mismo edificio donde está la morgue más grande de México.

Galindo es el encargado de dar apoyo a todos los departamentos que se dedican a investigar delitos que van desde el robo de autos hasta feminicidios. Como él mismo me dice: está viéndolos a todos desde arriba.

¿Cómo fue que inició su carrera como detective?
Tengo trabajando en esto desde los setenta. trabajaba como agente, por medio de varias academias, estuve en la Federal en la Estatal y en la Policía Judicial. Como todos los agentes le hemos hecho.

¿En aquellos años Ciudad Juárez ya era muy violenta?
No, antes era un México muy tranquilo. La gente dormía afuerita de su casa, porque nadie robaba. Si había un asesinato era un escándalo en ese entonces. La violencia no estaba como ahorita. Nosotros investigábamos las pandillas que se dedicaban a robar y a asaltar, pero no dañaban a nadie, no traían armas, si mucho un fierro. y ahora la violencia es lo que nos tiene ocupados, pero estamos haciendo buen trabajo.

¿Cuándo empezó a descomponerse la ciudad? ¿Y en qué trabajaba usted en aquel entonces, cuáles eran los temas que importaban?
Tiene unos quince años, no tiene mucho. Entonces comenzó otra época, comenzó el narcotráfico y todo eso. Antes se dedicaban a lo que se dedicaban, pero no tenían eso de andar ejecutando. Ahorita ya para todo son ejecuciones. Ellos hacían su trabajo y uno andaba tratando de agarrarlos, ese era nuestro trabajo. ya entonces era riesgoso, pero no al nivel que está ahorita. Recuerdo que en aquellos años había nomás un solo cártel y ahorita ya se dividieron y hay muchos mini cárteles en todo Chihuahua. Por eso se nos fue para arriba la violencia.

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¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
De mi trabajo lo que más me gusta es ser policía. Y ayudar a mi comunidad, a mi país. Luchar por la seguridad de todos. Cada vez que agarro un trabajo como éste, me lleno de orgullo y me dan ánimos para seguir adelante.

¿Por qué los diarios empezaron a publicar que usted venía a poner orden a la ciudad?
Me retiré unos años y me dedicaba a bienes raíces, a mis negocios. y a mi casa, nomás. Pero me llamaron en una época difícil y regresé. No la dudé, pero sí la tuve que pensar. La gente sabe lo que hago, saben cómo trabajo. Saben que entramos con todo en 2010 que regresé.

¿Ha habido momentos en que su trabajo le quita el sueño?
Hay veces que sí se me va el sueño porque anda algún delincuente ahí suelto. y a veces me acuesto y estoy pensando y planeando cómo lo atrapo. La almohada es el mejor consejero y ahí, ya más tranquilo, resuelvo los casos.

¿Ha recibido amenazas?
Sí, amenazas sí, muchas. Esas siempre habrá, pero eso no me quita el sueño para nada, porque si entramos a este trabajo sabemos a lo que vamos.

¿Cómo recibe usted los casos?
De un asesinato por ejemplo, inmediatamente se activan los radios, me llegan luego luego aquí a mi radio.

¿Cómo iniciaría una investigación si le avisaran que tiene que llevar el siguiente caso?: Justo a la mitad del puente que conecta con El Paso encuentran el torso de un juez estadunidense cosido a las piernas de una prostituta. El torso está del lado de Estados Unidos y las piernas del lado mexicano.
Si está el cuerpo a la mitad, nos toca a los dos. tanto a los gringos como a los mexicanos. Lo primero es ver qué estaba haciendo el juez con la prostituta, ver cuál es la relación. y de ahí le vamos jalando el hilito.

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¿Ha tenido algún incidente parecido?
No me ha tocado, pero sí ha habido varios casos de asesinos seriales aquí en Ciudad Juárez.

¿Cuál es su comida favorita?
Los burritos, claro. y yo soy feliz con cortes y mariscos, con eso tengo. y de tomar la típica cocacola.

¿Y su bebida alcohólica?
El whisky. Me escuchaste pedir una botella de Macallan 18 años, esa es mi preferida, aunque no soy muy afecto al alcohol y nunca bebo cerveza.

Ranulfo es de la vieja guardia y me interrumpe la entrevista cuando intento tomarle fotografías. Me dice que los narcos que lo persiguen recortan las fotos de los periódicos para dar con él. Que ya tienen su nombre y eso ya es arriesgarse mucho. Luego lo llaman por radio y le dicen algo así: “Comandante, ¿el 00 viene 15 o solo?” y Galindo responde: “Déjame te confirmo, por que si viene con 15 vamos a activar las unidades”. y luego me echa amablemente de su oficina.

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