Pues sí señores. Ya casi es una realidad. Colombia está a una firma (la del presidente Juan Manuel Santos) para que en el país arranque el decreto que regularía la producción y consumo de marihuana con fines medicinales y terapéuticos. Un giro que, no solo según los discursos de algunos congresistas nuestros, sino gracias a una tendencia mundial, como la de México hace unas semanas, debíamos dar hace un tiempo. Falta un plumazo. Y ya.¿Qué pasó en las últimas horas?El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, anunció en la mañana del jueves 12 de noviembre, en la emisora Blu Radio, que tiene un decreto (una regulación que emana del Gobierno) listo y firmado a seis manos por él y sus dos colegas de Agricultura, Aurelio Iragorri, y de Justicia, Yesid Reyes. No nos cabe ninguna duda de que esta propuesta no solo es audaz sino también novedosa y refrescante.¿En qué consiste?El proyecto de norma dice textualmente que su propósito es "reglamentar la tenencia y cultivo de semillas y plantas de cannabis, así como regular los procesos de producción, fabricación, exportación, distribución, comercio, uso y tenencia de éstos y sus derivados, destinados a fines estrictamente médicos y científicos".Es decir, para usarla en algo más allá de lo recreativo. A saber: tratar los efectos adversos de la quimioterapia en pacientes con cáncer; el sufrimiento de quienes sufren trastornos de sueño o en la alimentación; los padecimientos prolongados por culpa de la artritis; algunos síntomas de pacientes con VIH. Y muchas cosas más.Si llegara a aprobarse, cualquier persona que esté interesada en producir medicamentos a partir de cannabis, o cepas de la misma marihuana con fines medicinales o científicos, deberá pedirle permiso al Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE), el organismo que decide los lineamientos de la política de drogas en Colombia.Por ahora el debate está en qué efectos tendría esto sobre el comercio, la agricultura, la agroindustria y los lugares en donde esta sustancia se cultiva. Mientras unos dicen que se trata de una ventana de oportunidad para la economía colombiana, otros son más pesimistas, al pensar que el mercado ya tiene unas empresas con una especie de posición de dominio. Eso está por verse.Pero, ya enfocados en el tema de la salud de los pacientes, esto es un paso adelante: una opción más que está ahí, lista, que incluso ya algunas personas usan.¿Y si me quiero fumar un porro en el parque?Eso no está claro. De lo que no queda duda es que si Santos le pone la firma a este decreto no se va a legalizar el consumo de marihuana. Solamente, el cannabis o sus derivados podrán ser administrados a pacientes que, por su enfermedad o padecimiento, requieran los efectos paleativos o curativos de la planta.Un largo caminoEl Estado está en mora de emitir esta regulación desde 1986 cuando se emitió el Estatuto Nacional de Estupefacientes, una norma que permitió la investigación científica con plantas de uso ilícito. Incluso en 2009, durante el gobierno de Álvaro Uribe, un acto legislativo (otra norma de más rango) volvió a permitir que se avanzara en el uso médico de sustancias ilícitas.En 2014, el senador Juan Manuel Galán propuso en el Congreso una ley que avalara la marihuana con usos medicinales, pero el poco respaldo y las polémicas creadas por los sectores más conservadores del parlamento, obstruyeron la discusión del proyecto.El decreto, sin embargo, le resta importancia a esta riñita y vuelve realidad algo que muchos estábamos esperando. ¡Bienvenida la marihuana medicinal a Colombia!
Publicidad
Publicidad