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Cultură

Nunca he podido tener un orgasmo

Les pido disculpas a todos mis exnovios y amantes egoístas que nunca me pudieron satisfacer sexualmente.

Foto por Michele Cote

Desde 2011 he estado tuiteando sobre mi falta de orgasmos. Una disculpa de antemano a todos mis ex novios y amantes egoístas que nunca pudieron satisfacerme sexualmente. A pesar de todas las veces que un chico me ha susurrado al oído la promesa de "Te voy a hacer gritar", en realidad, lo único que han logrado es hacer que me arrepienta.

Pero, honestamente, la culpa no es toda suya. Yo no sabía dónde estaba mi clítoris hasta que empecé a hacer periodismo de investigación para este artículo.

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Empecé a escribir este artículo después de leer los "Nueve trucos y posiciones para llegar al orgasmo" en la revista Cosmo pero me di cuenta de que el problema iba más allá de la complejidad de mi cuerpo. Todos los hombres con los que he "salido", es decir, con los que he cogido, me han pedido que mantenga nuestra relación en secreto porque les daba pena y me bloqueaban de todas sus redes sociales cuando me enteraba de que tenían novia. Su enfoque en el sexo era simplemente meterla, algo que nunca ha funcionado bien para mi propio placer.

Como provengo de una familia india, el sexo no es un tema que se toque a la ligera en la casa. Mi tía de 72 años de edad (que ya falleció) me contó que solo había besado a su esposo una sola vez en los 35 años que estuvieron casados y aun así tuvieron cuatro hijos. Somos de la tierra que inventó el Kama Sutra, la biblia del sexo, y aun así acabo de descubrir dónde está mi clítoris y no tengo idea de cómo venirme.


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Pero no me malinterpreten, siempre me ha gustado probar cosas nuevas en el sexo, incluso tuve una etapa fetiche. En esa época vivía en Vancouver. Fui a una fiesta llamada Glory Days y me puse una gargantilla fetiche, de esas que tienen un aro enfrente, porque se veía bonita (una disculpa a la comunidad fetichista por la apropiación). No tenia intenciones de usar la gargantilla para fines sexuales hasta que, unas horas más tarde, un hipster que vi en el antro poco antes me envió un mensaje directo con una línea sutil pero efectiva: "Me gusta la gargantilla que traes". Más tarde, a las 4 AM, este mismo hipster me llamó. Yo estaba borracha y lista para tomar otra serie de malas decisiones. Pedí un taxi que me salió muy caro para llegar a su casa y tuvimos sexo fetiche (¿así se dice?) con cuerdas, asfixia, látigos, lubricante y otras cosas que no recuerdo. Nunca antes lo había hecho y en realidad no me prendió. Pero fue gracioso e interesante ver cómo él podía venirse con algo que para mí era tan cómico.

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La considero una etapa oscura en mi vida porque esta interacción extraña duró más de lo que esperaba. Nos vimos cada ciertos días durante varios meses. La verdad, nunca me gustó mucho el aspecto sexual de nuestra relación. Lo que me interesaba era la forma en que trabajaba su mente y por qué le gustaba tanto. Estaba compartiendo con él, lo que yo consideraba, momentos vulnerables. Pero él se veía muy distante. Yo creaba historias en mi cabeza de por qué tener sexo fetiche era tan atractivo para él pero en realidad nunca supe nada de su vida. Ni siquiera me acuerdo de su nombre pero creo que era cartero. ¿Y quién puede resistirse a un hombre con uniforme? ¿Cierto?

Foto: Megan Magdalena; estilismo: Chippy Nonstop.

Aunque no soy nueva en el sexo, para entenderlo a fondo tuve que leer datos escritos por expertos en sexo y doctores reconocidos. Después de leer cinco fuentes y más de 72 cronologías creíbles de Twitter, llegué a la conclusión de que estoy sicológicamente jodida y que no puedo echarle la culpa de mis problemas a los "hombres" que han entrado a y salido de mi vida. Los sexpertos dicen que crecer con una actitud negativa hacia sexo provocada por los amigos, la familia, los medios de comunicación y los maestros puede influir en nuestras experiencias y placeres sexuales. Estar desinformados respecto al sexo también puede causar efectos sicológicos. No crecí en una familia donde el sexo se consideraba algo "sucio" o "malo", simplemente nunca me hablaron de eso. Pero mis papás no tienen la culpa; a ellos tampoco les hablaron de eso. En los hogares de India, el sexo es algo que se hace para tener hijos. Nunca se nos enseña que puede ser algo divertido o placentero.

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Tener una voz interna destructiva (y una voz de Twitter destructiva y ahora una voz periodística) ha afectado mi capacidad de tener un orgasmo. Los sexpertos dicen que las mujeres normalmente relacionan el sexo con el amor y no quieren expresar muchos sentimiento a sus parejas porque eso las haría sentir vulnerables y paranoicas de que su pareja podría aprovecharse de esa vulnerabilidad. Haber tenido relaciones muy pendejas con hombres ha convertido el apego en una barrera mental para mí. Se me olvida que los orgasmos son cosa del cuerpo, no del corazón ni de la mente.


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Después de analizar mi propia mente y hacerla de mi propia terapeuta, logré identificar algunas barreras mentales que me han llevado a esta etapa de mi vida. Es triste admitirlo pero no se me ocurre una sola cosa que me excite. Solo he tenido una relación en toda mi vida. Al principio creí que nuestra relación era sana pero, en retrospectiva, me doy cuenta de que nunca pude compartir mis deseos y mis preocupaciones con mi ex pareja. Siempre tuve miedo de hacerlo sentir menos como hombre, lo cual nunca fue mi intención, pero gracias sus pésimas relaciones pasadas, siempre creía que lo estaba juzgando o menospreciando cuando hablábamos de cómo nada me prendía. Ahora que lo pienso, en realidad eran mis propios problemas —sentirme usada; no saber nada de sexo; creer que el sexo era algo que tenía que "soportar" para hacer feliz al hombre; no sentirme 100 por ciento cómoda con mi cuerpo; ser de origen indio y, por lo tanto, tener mucho vello (algo que los hombres blancos y negros nada más no entienden)—, los que no me dejaban tener un orgasmo. Si él hubiera sabido todo esto y yo me hubiera sentido cómoda hablándole de mis inseguridades, entonces quizá podría haberme sentido más en confianza con él.

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Antes y después de terminar con mi ex novio, con el que estuve dos años, no tenía y sigo sin tener sexo si no estoy totalmente borracha e insensible a todo lo que pasa a mi alrededor. No sé por qué sigo teniendo sexo inútil, no se siente bien y me siento de la verga al día siguiente. Llegué al punto en el que ni siquiera me dan ganas de coger y nadie me atrae. Creo que me siento así por el abuso sexual y la falta de educación sexual positiva durante mi formación. Una de las causas principales del problema es que siento que no merezco nada. Esta idea es una de las más limitantes que viven en mi subconsciente y que me no solo me impiden satisfacer mis necesidades sexuales sino que también afectan mis relaciones amorosas y mi carrera.

Y como siempre he tenido una relación enfermiza con el sexo, la masturbación y el porno nunca me han parecido opciones viables. Mis amigas siempre insisten en la importancia de tener un vibrador y me dicen que me masturbe o que vea porno pero, honestamente, no me gusta. He tratado de penderme, lubricarme, ponerme algo bonito y pensar en masturbarme pero, por más que lo intente, no siento que sea algo que quiera hacer. Sigo leyendo artículos y libros de autoayuda que dicen que si no eres dueña de tu propio cuerpo y no puedes provocarte un orgasmo sola, ¿cómo esperas que alguien más lo haga?

Tal vez se pregunten por qué soy tan abierta con respecto a este tema o por qué decidí escribir sobre esto. Estoy tan acostumbrada a esconderme tras la ironía y el hedonismo de Twitter que ya se me olvidó como cuestionarme sinceramente a un nivel emocional más allá de la capa de indiferencia irónica. Espero tocar algunas fibras sensibles en ustedes lectores, en mis compañeros y en mis fans que utilizan la ironía como un mecanismo de defensa y nunca se toman el tiempo de buscar la raíz de sus problemas.

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Dicen que las cinco etapas del duelo por la falta de orgasmos son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Y heme aquí, en plena aceptación.

Ahora que finalmente expresé públicamente el origen de mi problema, espero que me sirva de algo y pienso seguir el consejo que Kreayshawn me dio hace años, consíguete un vibrador y estimula ese clítoris, lo que sea que signifique.

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