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La fiesta que no pudo ser

Le preguntamos a varios promotores del Sí por la fiesta de la que nos perdimos los colombianos y lo que vendrá después de este guayabo.

El 2 de octubre de 2016 iba a ser una fiesta. En el papel sería de la siguiente forma: salir a votar por el Sí, volver a casa y destapar la primera cerveza mientras los boletines de la Registraduría confirmaban lo que las encuestas habían profetizado: una victoria del Sí.

Pero ganó el no y no hubo fiesta, no hubo Colombia tierra querida, ni beso, ni abrazo. ¿Qué más no habrá pasado? Conversamos con algunos promotores del Sí para preguntarles por los eventos y fiestas de las que nos perdimos los colombianos, al menos por ahora.

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Katherine Miranda, de Corpovisionarios

Hola Katherine, tengo entendido que tú estabas encargada de coordinar un evento en la noche de ayer. ¿Es correcto?

Sí, pero no se dio. (Silencio incómodo, luego ambos nos unimos en una risa igual de incómoda).

Nos quedamos con las bombas listas, con todo listo.

¿Cómo era el evento que tenían planeado?

Queríamos hacer una fiesta en el Hotel Tequendama con muchos jóvenes. Teníamos bombas, artistas invitados, iba a venir Piero, Antanas Mockus, el exsenador John Sudarsky, la senadora Angela María Robledo… Pero resolvimos no hacerlo por los resultados: no había nada que celebrar, no hay nada que celebrar.

¿Esa decisión de cancelar el evento fue tomada de forma unánime, o hubo gente que quería seguir adelante con los planes como una manera de manifestarse?

La decisión de parar la celebración fue tomada de forma unánime. Sin embargo, algunos (unos 200, calculo) decidimos ir hasta la Casa de Nariño, respaldar al presidente y respaldar a los acuerdos.

¿La fiesta de la paz se canceló o se pospuso?

(Risas)

Hoy precisamente, con estas mismas personas, decidimos hacer un plantón en la Plaza de Bolívar en el que dejamos tres sillas vacías con los nombre de algunos miembros del Centro Democrático para presionarlos a seguir con estos diálogos, a renegociar los acuerdos a ver si logramos un acuerdo final con las FARC. Nos quedamos con las cosas guardadas esperando a ver si finalmente logramos acordar algo con las FARC.

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Alejandro Franco de Jóvenes por el Sí.

Que tál Alejandro, ¿cuáles eran sus planes para la noche del 2 de octubre?

Bueno nosotros, junto con otro grupo llamado "Sí me la juego" teníamos planeado movilizarnos desde la calle 127 hasta la Plaza de Bolivar. La idea era que la gente prendiera una luz con su celular o una vela de tal manera que ilumináramos toda la carrera Séptima hasta la Plaza.

¿Cuánta gente esperaban?

Unas tres mil personas

¿Cómo se tomó la decisión de cancelar esa movilización?

Estábamos un grupo de 15 personas del movimiento viendo los resultados. Cuando el Sí iba adelante pero la diferencia era de solo 600 votos, la tendencia ya dejaba ver que el No podía ganar, pero guardábamos la esperanza de que el Sí repuntara, porque los votos rurales los últimos en llegar.

Ya cuando era matemáticamente imposible que el Sí ganara, nos quedamos todos callados. Estuvimos en silencio unos 40 minutos, solo mirando. En un momento pensamos irnos al Parque de los Hippies para igual hacer la iniciativa que teníamos, pero dijimos: "hay mucha gente con el sentimiento a flor de piel, mucha gente muy brava y concentrar a la gente con esos ánimos puede ser peligroso". Entonces nos quedamos en casa

¿Y cómo tomaron sus bases esta decisión?

Hubo de todo: a nivel nacional teníamos varios grupos de Whatsapp y de inmediato uno comenzaba a ver que fulanito de tal había salido del grupo, y así muchos. Otros hicieron lo contrario, y propusieron que saliéramos ya mismo a la calle. Hubo un momento de desorden: algunos decían que nos viéramos en el Parkway, otros decían que en el Planetario. Había un tercer grupo (dentro del cual me incluyo), que optó por esperar, digerir las cosas y reunirnos hoy para tomar una decisión.

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¿Y ahora?

Vamos a reunirnos para definir una estrategia pronto, pero quedan varias lecciones: definitivamente la cagamos al no incluir desde un principio a los partidarios del No y de entrada tacharlos de uribistas, equivocados o locos. Sea lo que sea, de aquí en adelante eso tiene que cambiar y tenemos que unirnos también con ellos.

Juan Carlos Losada del colectivo "Obvio que Sí".

Hola Juan Carlos, ¿Cuáles eran sus planes para la noche del 2 de octubre?

Teníamos planeado lo que pasó: la concentración en el Parque de los Hippies. El evento sucedió, solo que no fue para celebrar sino para ponernos tristes.

(Risas).

¿Quiénes llegaron al evento?

Bueno, nosotros arrancamos con el colectivo desde el día en que dijeron que se podía hacer campaña y en el proceso hemos ido consolidando una base de estudiantes, profesores universitarios, ambientalistas y distintas comunidades espirituales y religiosas.

¿Cómo habían planeado el evento y cómo resultó al final?

Habíamos planeado reunirnos para ver juntos el resultado de la votación y celebrar en caso de que ganara el Sí. Pasó lo primero, no pasó lo segundo.

¿Cómo pensaban celebrar lo segundo?

Era algo muy sucinto. Si ganaba el Sí la idea era poner música un rato en la misma tarima y con el mismo sonido que usamos para seguir el conteo. Tampoco habíamos invitado artistas ni contratado un DJ, yo mismo iba a poner la música con mi Ipod.

Pero no pusimos ni una canción. La verdad, no había ánimos en la plaza para eso.

¿Y ahora que viene?

El Sí es esto, ¿qué le vamos a hacer? Lo que viene es aceptar que esto es como es. Ahora estamos obligados a trabajar por esto juntos, que es como se debe construir la paz. Tenemos que tomar las decisiones correctas porque Colombia quiere la paz, yo creo.