La historia del pop no siempre ha sido completamente justa para Blondie. El grupo es autor de algunos de los mejores temas de su generación —"Heart of Glass", "Union City Blue", "Call Me…"—, pero su lugar en la historia del rock nunca se ha asentado a diferencia de otros artistas como los Clash, Sex Pistols, Ramones o Patti Smith.Bob Stanley, del grupo Saint Etienne, sugiere en su libro definitivo Yeah Yeah Yeah que algunos críticos de la música no pueden aceptar el hecho de que "una rubia tan fantástica fuera capaz de escribir algunas de las mejores canciones pop de la época" (y todo esto a pesar de los numerosos intentos de comercializar a Debbie Harry como Blondie).
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Sin embargo, en 1978 el grupo lanzaría lo que fue, sin duda, uno de los discos más interesante de la década. Producido por Mike Chapman, Parallel Lines es una mezcla asombrosamente buena de música punk y disco y convirtió en estrellas de éxito internacional al sexteto de Nueva York. Al día de hoy sigue siendo su propuesta musical más perdurable: una combinación impecablemente sincronizada de pop puro que se mantiene junto con London Calling como el mejor tercer álbum del punk.Este período sirve como telón de fondo para la última exposición fotográifca de Martyn Goddard en la galería Snap de Londres. Los retratos de Goddard, realizdos en la capital británica y Nueva York y Londres en 1978 captan a la banda —con Chris Stein y Frank Infante a la guitarra, Nigel Harrison al bajo, Jimmy Destri al órgano y Clem Burke a la batería— tanto en el estudio grabando Parallel Lines como en el escenario —y fuera de él apoyando a Alice Cooper en Filadelfia—. También les podemos ver posando en una terraza de Nueva York para la portada del disco Best of Blondie. La exposición es, en palabras de la canción que le pone nombre, un espectáculo digno de ver. Un retrato completo de una de las bandas más importantes y más populares de la historia; divertida, elegante y, durante mucho tiempo, incomparable.snapgalleries.com
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