Memo Ríos, chistes de roquero, rapero y pionero... Aplausos

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Música

Memo Ríos, chistes de roquero, rapero y pionero... Aplausos

Recuperamos una entrevista perdida con este pionero del rap en México y un amo del cansar.

Alguna vez cuando era pequeño, escuchaba una cinta de Caló y mi madre, siempre incisiva sobre mis gustos, llegó a querer despedazar el prendidón que me cargaba con "Capitán". "Esos tienen rimas como de Memo Ríos", me espetó mamá. Algún nuevo rapero chido, me dije. Pero no, al poco tiempo descubrí que Memo Ríos era más bien un humorista fantoche que salía en Los Comediantes, un incipiente programa tipo stand up comedy a la mexicana.

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Para mí, ese fue un hallazgo supremo, ya que cumplía con algo que fue importante en lo sucesivo para mi formación: el humor tarado y la rima fácil podían adquirir poderes soberbios, gracias al efecto anticlimático que generaban en la gente. Memo Ríos irritaba por malo, cansaba de forma profesional, y eso para mí tenía mucha valía.

Conforme crecí y la tele abierta siguió siendo parte de mi vida, Memo Ríos no dejaba de sorprenderme, ya fuera despedazando canciones de moda, haciendo el ridículo en sketches de Televisa o bien llevando la rima improvisada a niveles estratosféricos. Pocas personas han detonado en mí un "sí, ahuevo que puedo hacerlo" tan claro como Memo. Pero mi admiración no se encalla ahí, también me consta que dadas mis limitaciones y entorno precario de infancia, hoy no tendría un interés genuino por el humor, el spoken word y el performance si no hubiera sido por mi casi obsesión con la figura de Memo.

Muchas dudas me surgieron desde entonces: ¿qué le pasó en el ojo?, ¿de dónde saca tanta seguridad este señor para hacer lo que hace?, ¿será feliz? Se ve triste y decadente a menudo, ¿sí será roquero de coraza como dice en sus rolas? El enigma me duró hasta que dejé ver televisión, por ahí del 2004. Hace poco que vio la luz el más reciente disco de Banda Bastón, Luces Fantasma, recordé mi encuentro con Memo y supe que no era el único loco.

Mi encuentro con Memo Ríos se dio hace exactamente un año, cuando­ me encargaron un texto sobre el humor, el lenguaje y el albur mexicano para un sitio en el que trabajaba. El primer tótem que se me vino a mi mente para entrevistar fue Memo, quien sabía, ya casi no salía en televisión y sólo daba cursos para empresas y uno que otro show suelto.

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Contacté a Memo y la entrevista se dio en una cafetería de una plaza comercial. Memo llegó puntual, con camisa de seda y pantalón de pinzas, su impronta genial. Reacio a dar entrevistas a medios que tengan que ver con la televisión, Memo me dijo que disparara, que no le explicara para qué o quién era la entrevista. "Cuando te vi en Facebook me dije: 'este es de los míos'", me dijo.

Resta decir que la entrevista fue de cuates, de fans, de un niño que lo había visto durante casi 20 años detrás de una pantalla pequeña decir miles de veces "Aplausos". Ahí estaba, MC Aplausos, el pionero del rap en México, el capo del ojo coqueto. De la entrevista sólo se usaron dos líneas para mi texto por encargo, y el resto de la charla tuvo momentos importantes, que hoy son develados en la voz del propio Memo para deleite del lector de Noisey.

"Mi primera faceta fue de roquero, y me veo a mí como un rebelde roquero en sí. De toda la vida. Yo aprendí con los Beatles, los Rolling…eso me enseñó a saber que tú debes tener un sentido particular, no parecerte a los demás, el verdadero estilo, la originalidad de tu alma, lo que tú proyectas.

"Mi primera banda se llamó Los Intocables, éramos de Toluca, y llegamos a alternar con bandas como los Dug Dug's, etc. Te estoy hablando de 1964, estaba chavito, muy chavito. Yo tenía que ir a la universidad temprano: teníamos toquín en domingo, llegábamos tardísimo a Toluca y a las dos, tres horas, me levantaba para ir a la escuela. Estuve un rato en medicina, luego otros en administración, pero mi meta estaba fija y era el rock. Había otra inquietud que crecía, y me decía a mí mismo: 'Me paro en el escenario, canto rock, pero la verdad no soy un tipo talentoso para escribir canciones, además ¿por qué canto en inglés si no soy gringo? Vamos a encontrarnos…'"

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"Y justo me voy a Estados Unidos tres años, a buscarme a mí mismo. Regreso y logro formar una banda que se llama Hambre, conseguimos tocadas en hoteles, en el Holiday Inn, y desde ahí ya tenía yo la idea de entretener. Y ese fue un concepto clave que traje yo en 1975 a México, porque ya existía la figura del 'showman', que es alguien que muestra, pero no de 'entretenedor', que para mí tiene que ser alguien muy completo. Con esas pretensiones, consigo que me contraten en El Diplomático (el hotel), y me decían 'estás bien locochón, le gustas a la gente, pero te vamos a dar un mes a ver qué tal'. Y un tipo me pide que recite un poema que todo mundo recitaba en ese entonces que se llamaba "Por qué me metí en el vicio". Me dije: 'Yo no puedo hacer esto' y que lo descompongo. Me lo aprendí a mi modo, lo dije…y ahí nació Memo Ríos, en 1975. Fue entonces cuando dije: 'Este es mi camino'".

"Y desde entonces me propuse no ver a ningún comediante gringo y seguir inspirándome en el rock, ya que esa es la mitad de mi espíritu. Me empecé a divertir y en el camino sí vi a varios comediantes mexicanos pero siempre me he dicho 'esto yo no lo sé hacer'. Los respeto a todos y no veo a ninguno, llevo 30 años sin ver televisión, aunque sí me informo y tengo en mente lo mismo: ser gracioso y llevar un mensaje".

Pionero del rap en México

"Mi padre, que era mi enemigo número uno, pero como buen padre me apoyaba y me quería, sin que me diera cuenta me recomendó para dos programas en la tele, los cuales me gané a pulso. Y posteriormente Raúl Velasco me invitó porque grabé en el 79 lo que quizás es el primer rap en español en el mundo, 'El Cotorreo', que fue un cover a 'Rapper's Delight' de Sugarhill Gang, tema que hice sin leer la letra. Pegó bastante. Posteriormente, una vez César Cosío, un organizador de eventos y compadre de Alex Lora, tuvo a Sugarhill Gang en Guadalajara y les mostró el disco, que les pareció cotorrísimo. Yo estaba en Yucatán y hablé por teléfono con uno de ellos, fue muy bonito saber que les gustó".

"Pero en sí lo de la rola no fue idea mía, sino de Elías Cervantes, quien era director de Radio Variedades en aquel entonces. Él me tenía ubicado porque les llegué a hacer sketches, horóscopos y demás cosas que hoy deben estar en los anaqueles del humor en la radio. Él un día me dijo: 'Oye, yo te he oído a ti rimar. Y mira (me mostró el disco de los Sugarhill), estos gringos riman'. Le dije que era lo mismo que yo hacía pero con ritmo. Le pedí ese disco y lo puse en una grabadora para aprendérmela. La grabé en dos días y le llamé El Cotorreo:

"Ah, te mueves, te mueves para atrás, tú sabes, you know está de moda, en Las Lomas… Que doy un chingadazo. Y posteriormente anduve de disquera en disquera porque varios sellos se fueron a la quiebra. Siete años después se pone el rap de moda, ya había salido Caló, etc. Un día, uno de los dueños de Musart me busca y me pide otro rap. Y que sacamos 'Memotronic', y luego 'El Rap de Mi Bella Genio', 'Memo Mercedes' y 'Pedro infante Murió'. Y ahí pegó Memo Ríos en la música por un rato.

"Si sabes manejar el vocabulario y el corazón puedes decir cosas tan hermosas o hacerle borrar un mal sentimiento o pensamiento a alguien que así lo requiere. Decía George Burns que la diferencia entre comediante y humorista era que el primero te hace reír pero que el segundo te hace pensar y luego te ríes, me gusta pensar que soy de los segundos. ¿Has visto a Tom Jones últimamente? Es increíble, es como los buenos vinos, yo lo veo por lo menos una vez al año en Las Vegas y es brutal. Él es mi inspiración, has de cuenta que justo eso es Memo Ríos en el escenario, mejora con el tiempo y seguro si has visto a Memo sólo en la tele, te hace falta verlo de verdad".

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