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Cultură

A las personas inseguras les encanta el sexting

Según un nuevo estudio, las personas a las que les da ansiedad salir con otros suelen recurrir al sexting.

Foto por Suzanne Clements vía Stocksy

Este artículo fue publicado originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

Aunque para las personas que usan Snapchat a diario es normal plantear teorías sobre qué tipo de personas quieren fotos de desnudos, el sexting es un tema relativamente nuevo para los científicos interesados en los comportamientos de la sociedad.

A medida que el sexting se vuelve más popular, la investigación incrementa. En "Ansiedad relacional y sexting", un estudio publicado en The Journal of Sex Research, un grupo de investigadores se propuso descubrir qué tipo de factores psicológicos hacen que las personas acudan al sexting. Sus hallazgos mostraron una correlación entre tipos de personalidad y tendencias de sexting.

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El estudio se enfocó en el vínculo existente entre el sexting y la ansiedad relacional, bajo la teoría de que las primeras relaciones de una persona ––que normalmente son con sus padres–– definen un modelo para todas las otras relaciones.

En los adultos, la ansiedad relacional se manifiesta en dos dimensiones: la ansiedad de apego y la evasión de apego. La ansiedad de apego se caracteriza por la necesidad intensa de sentirse emocionalmente cercano a una pareja. Las personas que la tienen normalmente quieren estar más cerca de su pareja de lo que la pareja quiere estar de ellos, o así lo sienten. Con la evasión de apego pasa todo lo contrario: las personas quieren evitar relaciones cercanas, pues no se sienten cómodas dependiendo de otras personas ni sintiendo que otras personas dependen de ellas.

El estudio tomó una muestra de 459 "estudiantes de pregrado heterosexuales y no casados" de todo Estados Unidos y evaluó sus hábitos de sexting, así como sus actitudes y hábitos relacionales. Se les cuestionó sobre la frecuencia con que practicaban sexting, la ansiedad de salir con otras personas, el miedo a la soltería y el nivel de compromiso necesario para comenzar a tener sexting con una pareja.

El estudio encontró que "una baja evasión de apego, el fuerte miedo a ser percibido de manera negativa y una mayor angustia durante las citas se asocian a la práctica del sexting". En otras palabras: la gente a la que le da ansiedad salir con otras personas va a recurrir al sexting.

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Sin embargo, a diferencia de estudios pasados y de las propias predicciones de los investigadores, este estudio encontró "bajos niveles de evasión de apego relacionados con participación en sexting". No se esperaba que las personas que no sienten evasión de apego ––aquellos que quieren estar con sus parejas y les preocupa que sus parejas no se queden con ellos–– mandaran sexts, pero los resultados del estudio contradijeron la predicción.

Las personas a las que realmente les interesa lo que sus parejas piensen de ellos están más inclinadas al sexting.

Michelle Drouin, una de las investigadoras detrás del estudio, explicó que estos hallazgos tan desiguales pueden verse como una nueva forma de entender el sexting. "Las personas a las que realmente les interesa lo que sus parejas piensan de ellos, que de verdad quieren que los piensen de una manera positiva, están más inclinadas al sexting", dijo.

Ya sea que se esté intentando mantener a una vieja pareja o agraciarse con una potencial, el sexting es una forma de una "estrategia híperactivadora utilizada por personas ansiosas con el fin de provocar respuestas de sus parejas", dijo Drouin.

Aunque el estudio es emocionante, es importante señalar que el tamaño de muestra es relativamente pequeño: 459 estudiantes universitarios heterosexuales entre los 18 y los 25 años. El rango del estudio implica que todo un universo de Grindr no fue incorporado, mucho menos una representación proporcional de sexters como tal. Además, los estudios se han acercado al sexting de manera fragmentaria, ignorando otras facetas clave; aunque la ansiedad es un pequeño componente del sexting, hay mucho más por aprender.

Partiendo de sus hallazgos, el estudio predijo un posible cambio cultural frente al sexting: Puede ser que el sexting se haya vuelto más aceptable o que las experiencias previas con el sexting haya resultado en pequeñas consecuencias personales, lo que [lo] haría menos riesgoso. Experiencias pasadas con sexting pueden haber provocado resultados relacionales positivos (intimidad o deseo de actividad sexual, por ejemplo)".

Los estudios previos solían ver el sexting como un avance tecnológico nuevo y aterrador. Este miedo resultó en investigaciones enfocadas en los riesgos asociados al sexting, como el abuso de sustancias o comportamiento sexual riesgoso. Sin embargo, este cambio cultural positivo podría infiltrarse en cómo los investigadores ven su trabajo. Estas nuevas actitudes "[están] cambiando el discurso. Está cambiando la forma en la que los investigadores se acercan al estudio", dijo Drouin.

Una investigación reciente encontró poca relación entre el sexting y la agresión sexual, la coerción, amenazas y retribución, concluyendo que el "sexting tal vez no sea causa de preocupación". Ahora que que el sexting probablemente no debe preocuparnos, esperemos que los investigadores empiecen a trabajar en la fórmula para crear el mensaje meta, inteligente y artístico, y aún así excitante perfecto.