FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Hablamos con Noma Bar, el diseñador que juega con tu cabeza

Tienes que mirar cada una de estas ilustraciones más de una vez para poder ver todos sus elementos.

Hablamos con Nomba Bar, un diseñador gráfico conocido alrededor del mundo por sus ilustraciones minimalistas y complejas, que cuentan una historia con varios significados y mensajes escondidos. Este ilustrador israelí estudió diseño gráfico y se especializó en el diseño conceptual, como él mismo lo llama. Ha diseñado más de sesenta portadas en revistas como Time Out London o The Economist.

Su reconocimiento se refuerza con el trabajo de "espacio negativo", una serie de imágenes en las que, dentro de ellas mismas, o en el espacio que las rodea, cuentan una historia más a fondo de la que se ve a primera vista. Se trata de forzar al espectador a interpretar de manera dual con una sola imagen: sacarle más de una figura mental.

Publicidad

Skypeé con él para que me contara exactamente qué significa el espacio negativo, cómo es el proceso de ilustrar a politicos y a celebridades y, también, sobre sus futuros proyectos.

Noma Bar.

¿Cómo definirías el espacio negativo?

Depende del día en el que me preguntes eso. Un día, te puedo decir que es la manera en la que yo vivo, y otro, puede significar una cantidad de descubrimientos sin fin. Ahora, la definición profesional de lo que significa el espacio negativo simplemente es la manera en la que yo lo veo, porque yo vivo por esos espacios negativos.

La definición artística, sin embargo, es el espacio que hay entre los objetos. Cuando le quiero explicar a la gente qué es el espacio negativo, les explico que es, por ejemplo, el triángulo de la letra A: el espacio negativo es algo que se utiliza mucho en la tipografía, cuando aprendes acerca del espacio que rodea las letras.

Yo estudié tipografía en la universidad y no había computadoras, entonces teníamos que dibujar todo a mano: siempre me gustó jugar con los espacios negativos entre las letras. Pero después se volvió parte de mi lenguaje y parte de la manera en la que me expreso todos los días. Todo lo que hago es una manera de expresarme: no solamente con los espacios negativos, sino que también todas mis otras ilustraciones (que en definiciones clásicas podrían considerarse como conceptuales). También es, sin embargo, arte gráfico. Depende de cómo lo veas.

Publicidad

Caperucita roja y el lobo. Fotos cortesía de Noma Bar.

En tu vida diaria, ¿ves en lo que estás mirando ese tipo de espacios, esos dobles singificados?

Todo el tiempo estoy al tanto de lo que me rodea. Es algo que me persigue. Me encantan las historias, entonces todo se vuelve una historia cuando estoy observando. Veo caras dentro del periódico que está leyendo el tipo en el parque. Pero todo esto, de hecho, empezó cuando llegué a Londres desde Israel y no podía hablar nada de inglés. Empecé a utilizar mis manos para ilustrar: era como hacer pantomimas. Nunca usé mis palabras, todo era puro lenguaje visual y por eso se volvió tan fuerte en mí. Necesitaba decir las cosas de la manera más minimalista posible. Es fascinante y exigente a la vez.

Atracción fatal

¿Y cómo haces estas ilustraciones en tu vida diaria?

Apenas veo algo, inmediatamente lo dibujo, para no perder la idea. Cuando llegué a Londres fue que empecé tambien a jugar con símbolos y con íconos, porque me ayudaban mucho a contar historias. Entonces, recreé algo que había hecho en el pasado: el de Saddam Hussein con el símbolo de químico radioactivo.

Ahí empecé a explorar íconos y pictogramas diferentes. Mis primeros trabajos fueron hablando a través de aquellos pictogramas. Los empecé a mandar a diferentes revistas, e inmediatamente empecé a recibir muchas reacciones. Tuve mucha suerte de poder expresarme en medios de comunicación tan grandes.

La cosa se desarrolló de una manera muy gradual y fui extendiendo mi lenguaje de diferentes maneras. Siempre pensé que quería decir más cosas de maneras totalmente diferentes. Hay mucho concepto, no necesariamente espacio negativo, sino otras cosas. Nunca voy a hacer dibujos de gente que me dice "oiga, dibújeme a mí", no, porque yo quiero contar algo más allá. Todo lo que yo hago tiene un componenete de contar historias, y el espacio negativo es una de las cosas que me ayuda, pero también hay muchos otros elementos con los que puedo jugar.

Publicidad

La primera ilustración que hiciste fue la de Saddam Hussein con el signo radioactivo. Eso fue cuando viste el ícono en el periódico y reconociste su cara, ¿cuántos años tenías?

Eso fue cuando tenía 17 años. Durante mi niñez siempre estuve dibujando mucho, siempre me han gustado los retratos y las ideas diferentes. Pero después de que lo hice, se quedó ahí, nunca llevé la ilustración más allá, y nunca traté de descubrir a qué llevaría esto. Y después de que llegué a Londres, decidí recrearlo luego de graduarme de la universidad.

Saddam Hussein.

¿Qué estudiaste?

Estudié diseño gráfico y tipografía, razón por la cual en mi trabajo se ve que hay una delgada línea entre las dos. Se puede ver en la forma de los objetos y en cómo interactúan. También estoy haciendo esculturas, porque quería ver cómo sería parar a hacer cosas en tres dimensiones. Me gusta el diálogo entre la escultura y el diseño tipográfico, las bellas artes, y el diseño gráfico etc. Hay muchas diciplinas mezcladas unas con otras. Cuando fui estudiante trabajé como periodista también durante un tiempo, hice gráficas para noticieros… Todo lo que hago es una mezcla de todo lo que he hecho antes.

Crimen fatal

Leí que eras una persona muy diciplinada, que trabajas durante horas diariamente para sacar tus imágenes. ¿Cuéntame cómo es tu proceso creativo?

Vivo muy cerquita a un bosque al norte de Londres. Salgo, y ahí tengo una silla que mira hacia los árboles. Me siento con mi cuaderno de bocetos y trabajo, ya sea para una pieza a pedido, por ejemplo algo que me pidió el New Yorker o Time Out London, y empiezo a trabajar, pero también hay muchas cosas que pasan alrededor mío, entonces veo cosas y me entran muchas ideas y pensamientos mientras hago otras. De alguna manera se mezcla el trabajo comercial con el personal y surge un flujo de ideas. Estoy ahí sentado hasta las tres o las cuatro de la tarde y después me voy para mi estudio y ejecuto las ideas que ya están listas y que sé exactamente qué hacer con ellas. Siempre trabajo primero en mi cuaderno, y después de que la idea está "cuajada", lo llevo al computador. El computador es mi herramienta principal: durante la gran mayoría del tiempo estoy afuera pensando y creando la historia y la idea.

Publicidad

Albert Einstein.

¿Qué tanto tiempo, en promedio, te lleva hacer una ilustración? Por ejemplo, un retrato de algún político (ese tipo de retratos tienen mucho trasfondo e información)…

Depende de muchas cosas. Hitler, por ejemplo, es tan icónico que casi se vuelve un personaje abstracto, entonces con un solo elemento y los rasgos más básicos de su cara ya estaba listo. Ese fue fácil. Una persona que tenga rasgos muy reconocibles es mucho mejor que una persona que tenga una cara muy genérica. Hitler, Assad, Ghadafi son personajes con rasgos muy marcados y reconocibles, son personas con caracteristicas muy únicas. Para contestar tu pregunta, a veces puede ser un par de semanas y otras veces puede ser un par de horas.

Hitler.

Y cuando te mandan de algún medio para hacer un personaje, ¿cómo escoges los elementos que quieres involucrar? Con Bush decidiste hacerlo con Abu Ghraib, pero ese es solo uno de los muchos elementos que pudiste haber escogido. ¿Cómo es ese proceso?

Hago mucha investigación antes. Leo y aprendo de cada personaje. Trato de llegar al punto en el que pueda contar toda una historia con un solo elemento. Alguien normal haría primero un dibujo, analizaría la cara y empezaría a dibujar. Pero yo estoy en un nivel diferente, que se basa en entender la cara, entender cuáles son los rasgos con los que quiero trabajar, entender quién es. Debo encontrar un balance muy delgado entre las tres cosas. En términos de lo que quiero decir, siempre varía.

Publicidad

George W. Bush.

Una vez conocí al director de arte de GQ y quería que le hiciera una ilustración de Michael Jackson durante la época en la que estaba acusado de ser un pedófilo, lo que hace que sea una historia compleja y muy delicada. Durante nuestra conversación fui al baño y vi el ícono en la mesa para cambiarle el pañal a los bebés: esa fue la solución que encontré. A veces la solución está a la vista, la tengo al frente. Otras, tengo que cavar mucho para poder lograrlo.

Michael Jackson.

Por ejemplo, con Spielberg, que es uno muy reciente, me pidieron que incluyera todas sus películas más famosas en su retrato, porque iban a sacar una colección de DVD con sus películas. La solución para hacer esa no me iba a salir de la nada, como con la de Michael Jackson, porque eran demasiados elementos que debía incluír. Cuando miras mi trabajo, hay una mezcla entre las cosas que me mandan a hacer y las cosas que se me vienen a la cabeza, que yo quiero representar y que me hacen reaccionar ante alguna cosa.

Steven Spielberg.

También tienes muchas cosas por fuera del espacio negativo que tienen un doble sentido. ¿Cómo buscas ese tipo de elementos? ¿Cómo logras generar esa "risa incómoda" en los espectadores?

Pues esa es la vida. Cuando hay debilidad hay debilidades, después llega un momento de alegría, vuelve y baja y son todos los momentos que componen la vida. Trato de transferir ese balance a mi trabajo, ese blanco y negro, lo bueno y lo malo, las dualidades y los contrastes de la vida.

Publicidad

Chisme.

Duck face

Y cuéntame qué tal fue trabajar con la edición de sexo para Time Out London. Ese doble sentido entra mucho ahí también…

Time Out me pidió hacer tres ediciones: una de sexo, otra de drogas y otra de Rock N' Roll. Descubrí que había un Big Ben entre las piernas de una mujer y pues, aunque es una posición bastante sexual, sentíamos que aunque estuviera en la portada, los niños, igual, no lo entenderían. Funcionó muy bien. Y en términos de proceso… pues le pedí a muchas mujeres cerca del Big Ben que abrieran las piernas [risas]. Realmente, fue un proceso igual a cualquier otro: dibujar y sacar ideas. Obviamente fue muy divertido poder sacar ideas para jugar con la cabeza de personas, porque el sexo está en todo lo que hacemos, el problema es que no lo reconocemos.

La ciencia del sexo

Literatura erótica.

Películas, series, directores, actores y más para los cinéfilos

Pulp Fiction.

Audrey Hepburn.

Woody Allen sobre la arquitectura de sus películas en Londres.

Mr. Spock.

Mad men

Cultura popular, políticos y eventos.

Prohibición de la burka.

Bob Dylan.

Kim Jong Un.

Steve Jobs.

Osama BinLaden.

Joseph Stalin.

La muerte de la princesa Diana de Gales.

¿Tienes alguna ilustración que sea tu favorita?

Pues mi proyecto favorito se llama Cut It Out, que es la máquina del perro gigante. De mis proyectos grandes, ese es mi favorito: la máquina hace cortes de mis ilustraciones en el papel que sea, y de esa manera las personas que vienen a la galería pueden jugar con colores y formas. Me gusta que la gente pueda tener mi trabajo en sus manos. Es una máquina masiva con cuatro toneladas de fuerza para cortar desde papel hasta madera y puedo mezclar texturas, entonces hago el positivo en un elemento y el negativo en otro, y se vuelve como un rompecabezas. Pesa 705 kilos. Está muy bien hecha, es por eso que me gusta tanto.

Y esa máquina está hecha de una ilustración que tú ya habías hecho, que es el perro, el gato y el ratón. ¿Dirías que esa es tu ilustración favorita? Se ha vuelto de alguna manera un ícono para representarte.

Sí, pero realmente no lo escogí yo, lo escogieron por mí. Yo lo escogí para la portada de mi libro Espacio Negativo porque me gusta muchísimo, pero cada vez que la gente me escribía, me hablaba sobre esa ilustración en específico y por eso se volvió mí ícono. Después de eso cree la máquina. Pero fue muy interesante poder ver al perro convertirse de dos dimensiones a tres y lograr que pudiera reproducirse a sí mismo en dos dimensiones nuevamente. Hay muchos elementos interesantes, de permitirle a la gente cierta libertad de escoger colores y texturas, aunque no sea democracia total, porque obviamente solamente tiene mis trabajos. Pero igual. Pero pues sí, si tuviera que escoger una ilustración, creo que sería el perro.

El perro, el gato y el ratón.

Sigue a la autora en Twitter