"El emo me ayudó con la insatisfacción con mi cuerpo y sexualidad": ¿Cómo cambió tu vida escuchar emo?

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Música

"El emo me ayudó con la insatisfacción con mi cuerpo y sexualidad": ¿Cómo cambió tu vida escuchar emo?

El emo cambió la vida de cientos de miles de personas en el mundo y su legado sigue brillando.

La música cura. Es algo que ha estado presente desde que algún ser humano —esperemos— tomó un instrumento, le dio algunos golpes, agregó melodías a una secuencia de palabras y las hizo canción. El arte tiene la característica primordial de tener el poder de sanar almas y cambiar pensamientos casi con mejor eficiencia que ningún otra cosa. Por eso termina siendo el remedio más usado por las personas.

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El emo es quizás la última subcultura real que ha existido en la música. Este género definió el comportamiento y creencias de decenas de miles de adolescentes que se sentían incomprendidos por la mayor parte del plantea. El emo llegó en el momento justo, cuando Internet no tenía tantos años de vida y las redes sociales estaban apareciendo, y acá entra Myspace —cómo no—, uno de los grandes responsables de la proliferación de las bandas emo.

My Chemical Romance, Dashboard Confessional, Taking Back Sunday, Fall Out Boy, Alkaline Trio, Brand New, Jimmy Eat World, y quizás algunas otras bandas que debido a mis tediosos y sufridos 28 años de existencia en la Tierra ya se me escapan, lograron una conexión totémica con el mundo. Los temas que normalmente tocaban las letras del emo, hicieron que se formara una relación cuasi romántica entre el escucha y las bandas.

En mi experiencia personal, cada vez que tenía algún tipo de problema personal (ya sea amoroso, de incomprensión, o de sentir que en algún momento no encajaba en algo) sabía que apenas llegara a mi casa, buscara mis audífonos y le diera play en discman anti shock a "Three Cheers For Sweet Revenge" de My Chemical Romance, todo iba a ser más llevadero y me iba a sentir mejor.

En retrospectiva, el emo hizo que fuese más sensible a buscar satisfacción mientras escucho música. Quizás no me daba cuenta, pero el emo hizo que entrenara mis oídos y cerebro a encontrar melodías que dejaran algo en mí sentimentalmente, y por eso disfruto tanto oírlas. A ver, les confieso que mientras escribo este post estoy oyendo "Last Christmas" de Wham! para que se hagan una imagen. Fácilmente podría ver a Gerrard Way de My Chemical Romance haciéndole un cover a esta rola y que el resultado sea mágico.

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El emo cambió mi vida, al igual que la de un chingo de jóvenes que hoy tienen más o menos mi misma edad. Para saber en qué grado, le preguntamos a algunas personas sobre la importancia del emo en su desarrollo y crecimiento como seres humanos. Algunos de ellos, accedieron a darnos fotos que acompañen su testimonio, y otros prefirieron no hacerlo.

Juan José Bañoz

El Emo no era sólo música, no era un fleco en la cara o traer la playera de una banda rara. El Emo era compañía, eran voces al unísono cantando himnos de desesperación juvenil, era pertenecer a algo que no se podía entender, solo se podía sentir. Todas y cada una de las bandas tocaban fibras diferentes en el corazón. No era sólo tristeza, también era libertad, enojo, eran cuestionamientos y exigencias.

Yo atravesé rupturas amorosas de la mano de Emery, mientras Thrice y Glassjaw guiaban mi trayecto a través de la realidad. Gracias a muchas de esas bandas entendí que no hay verdad y cada quién atraviesa la vida a su propia manera; entendí el respeto y la diversidad, entendí el sentido de pertenencia y la amistad.

Azael González

Toco la batería en Kill Aniston, Hong Kong Blood Opera y Annapura y crecí escuchando lo que todos mis amigos en los noventa escuchaban: Limp Bizkit, Korn, Rage Against the Machine. El parteaguas fue cuando Blink 182 salió con todo en MTV: me convertí en el más fan. Tanto que investigaba todo de ellos, y fue así como di por primera vez con The Get Up Kids, porque según esto Mark Hoppus había bailado "I'll Catch You" del disco "Something To Write Home About". En cuanto pude, le dije a mi papá que me llevara al Mix Up [la tienda más importante de música en los años noventa en México] y me comprara el disco. Así fue como realmente entré a escuchar emo sin ni siquiera saberlo.

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Para el 2004-2005 (tenía 14-15 años), recuerdo haber hecho una banda que se llamaba "Adiós Kristen", donde queríamos imitar a From First to Last, Senses Fail, Underoath, pues porque eso era lo que estaba de moda. Todos nos pintábamos los ojos y copiábamos los outfits de Sonny Moore. Obvio todos traíamos flecos y pretendíamos ser unos hijos incomprendidos. Duró poco esta faceta mía, pero recuerdo que hacer música "pesada" y hablar de amor como teen para gente de nuestra misma edad, me hizo sentir que realmente los pedos que tenía yo eran muy similares a los que los demás tenían. Para esa misma época, una chica con la que salía me enseñó a The Gloria Record y a Mineral. Cuando escuché la mezcla de esas tres bandas, me voló la cabeza y pronto ya sólo escuchaba eso. Recuerdo que hasta me sentía maduro y enamorado.

Me di cuenta que realmente disfrutaba mucho escuchar los pedos que todos los teens teníamos mientras escuchabas una lira súper tranquila. O si te ibas más allá, escuchar a The Gloria Record, que era una banda que traía un poquito más de distorsión, pero aún así sentías ganas de abrazar a todos.

El emo cambió mi vida porque a partir de que lo empecé a escuchar, y más como músico, me acercó a gente que hoy en día siguen siendo mis súper amigos y son gente con la que toco. Y ahora puedo hacer música inspirándome en todas esas bandas que escuchaba (y que aún escucho).

En la escuela nadie me hablaba al final de secundaria, ya que traía mi flecote, me pintaba los ojos y pues no usaba Abercrombie o American Eagle. Todos mis amigos me dejaron de hablar. Me llevaba con los outcasts y me tuve que cambiar de escuela. No era tal cual bulleado, pero no tenía amigos. Tenía broncas con mi mamá, mis amigos, y la música fue lo que me ayudó.

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El emo me acercó a bandas como Hummersqueal, Ducto, Sad Breakfast, Austin TV, y todos ellos ahora son compas y una gran inspiración para la música que toco hoy en día, porque si no los hubiera visto a ellos jamás en el Alicia rockeando con todo, dudo que hubiera querido seguir tocando rock, emo, pop, lo que sea.

Andreva Torres

Pues el emo empezó para mí como para todos: fue una etapa en donde andaba con el copete en la cara, delineador negro y sombra roja. Sin duda el emo influyó en mi estilo de vida actual. Desde moda, mis tatuajes, la música que escucho y mi profesión. Muchas personas que conozco de esos tiempos "emo" ya han evolucionado en gustos musicales.

Por mi parte, siento que sigo en el 2006 y escucho exactamente lo mismo y viajo muchas veces al año a festivales para ver a mis bandas favoritas. Gracias al emo conocí a mis mejores amigos, he viajado mucho viendo bandas. He conocido más géneros y lo más importante de todo: definí mi personalidad. En ese momento tenía como 16 años, y pues soy súper hopeless romantic y siento que el emo me hizo así. Mucha gente cree que haber sido "emo" era como estar triste o deprimido, pero la verdad ahora que lo recuerdo nunca me sentí así en ese momento. Todos los recuerdos que tengo de esa época son de pura fiesta con amigos y shows.

Fabiana Olivares

Ser parte de esta subcultura me cambió la vida de muchas maneras. Extrañamente fue más para bien que para mal, porque entre toda la onda aprendí a no ser dependiente de mis padres y a moverme sola en la calle.

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En cierto punto mi personalidad cambio, además obviamente de los gustos musicales y todo eso. Yo empecé escuchando RBD y terminé prácticamente escribiendo las letras de Silverstein en las paredes de mi cuarto aunque eso ya fue hace mucho tiempo.

Otra de las cosas en la que influyó mucho fue en mi vestimenta. Si bien ya uno uso 10 kgs de pollina, me quedé vistiéndome de negro casi siempre. También por el emo conocí muchísima gente genial, entre esos mi mejor amigo (los dos estábamos obsesionados con Alesana) y hasta hoy sigo manteniendo el contacto con esas personas.

A mí el emo me hizo más bien que mal, aunque si pudiera eliminar la parte en donde me casi me expulsan de la escuela por serlo, sería genial.

Alejandro Domínguez

El emo logró que superara todos mis miedos y me dejara de importar lo que pensaran acerca de mí. El rechazo, la insatisfacción con mi cuerpo o sexualidad, encontraron algún tipo de solución en bandas como Brand New. Cada vez que oigo alguna canción de esa época, no puedo sino sentirme nervioso, feliz, extasiado, y nostálgico ya que sin el emo no sé cómo hubiese logrado definir tantas partes de mi personalidad. Mi primera novia vino exclusivamente por nuestros gustos musicales afines, y hoy en día escuchar alguna rola de The Used hace que la recuerde y sienta que está sentada a mi lado mientras vemos Myspace.

La manera en la que me visto hoy, en la que percibo a mis amigos y la música, tiene mucho que ver con las letras que me tragaba de bandas emo en esa época. Incluso tengo un tatuaje que rememora un concierto de Alesana. El emo cambió mi vida y estoy muy orgulloso de haber vivido esa época.

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