A los inmigrantes africanos que buscan otra vida tras cruzar el Mediterráneo ya no hay quien los rescate

Hace un año, cuando un barco que transportaba a cientos de inmigrantes en su mayoría eritreos se volcó a pocos metros de las costas italianas, en el que murieron al menos a 366 personas, las autoridades italianas que vinieron al rescate de los pocos sobrevivientes juró "nunca más".

Sin embargo, la tragedia del año pasado, la cual un grupo está promoviendo recordar, cada 3 de octubre, como una fecha internacional de remembranza, no fue el primer incidente de este tipo, y no fue el último. Hace apenas tres semanas, cerca de 500 migrantes, entre ellos 100 niños, murieron tratando de llegar a Italia. Según informes el barco en el que iban fue deliberadamente hundido después de un enfrentamiento a bordo entre los contrabandistas.

Desde enero, más de 3.000 personas se han ahogado en el Mediterráneo, muchos cerca de la costa de Lampedusa, una pequeña isla italiana a solo 300 kilómetros al norte de Trípoli, todo esto a pesar de una operación de rescate que creó Italia a raíz de la tragedia del pasado octubre.

En menos de un año, la operación de rescate "Mare Nostrum" que en latín significa "nuestro mar" ha llevado a más de 91.000 personas de forma segura a la orilla.

"Hace un año, el 3 de octubre, todas esas personas murieron a 200 metros de Lampedusa, ya habían básicamente llegado". Gabriele Del Grande, un activista de la migración y el autor del blog "Fortaleza Europa", dijo a VICE News. "Ese naufragio provocó un escándalo en la opinión pública no por la magnitud o por si era el primero o el más grande sino porque por primera vez las personas vieron los cuerpos".

"Hace tres semanas, cuando 500 personas murieron, sucedió en alta mar, por lo que no se vio los cuerpos y nadie se sintió indignado", añadió, "el 3 de octubre fue cuando vimos por primera vez las filas de cadáveres en el muelle. Mare Nostrum fue el resultado de la indignación".

Pero la iniciativa es muy cara, más de $11 millones de dólares al mes, y políticamente controvertida, con oponentes de migración alegando que eso alienta a los contrabandistas, mientras que las autoridades italianas se quejan de que fueron abandonados por el resto de Europa y dejados a su suerte para lidiar con el problema solos.

Italia dejará la operación en noviembre. Y otra iniciativa de control de fronteras propuesta por la Unión Europea, con una capacidad reducida de manera significativa, se supone que la reemplazará parcialmente, sin embargo, los defensores de derechos humanos y de la migración dicen que el final de Mare Nostrum solo causará más muertes.

"Estamos orgullosos de las vidas que salvamos", dijo el ministro del Interior de Italia, Angelino Alfano en una rueda de prensa en agosto. "Pero Mare Nostrum no va a vivir un año más, porque aunque es admirable, se creó desde el principio como una operación a corto plazo. La responsabilidad de la frontera mediterránea recae en Europa. Estos migrantes no quieren venir a Italia, ellos quieren venir a Europa".

El cierre de Mare Nostrum en un momento en el que las llegadas al mar en Italia están en su máximo histórico, 120.000 este año, es peligroso, dicen los críticos.

"El riesgo es que más personas morirán", le dijo a The Guardian Carlotta Sami, un representante de la agencia de refugiados de la ONU en el sur de Europa.

"En respuesta a esta tragedia, hace un año, la Comisión Europea y los Estados miembros de la Unión Europea se comprometieron con hacer más para prevenir las muertes en el mar", escribió en una carta abierta, el pasado jueves, Judith Sunderland, una investigadora de la división europea de Human Rights Watch, agregando. "Unas tareas fueron asignadas, reuniones fueron celebradas, pero fue Italia, por su propia cuenta, la que lanzó una operación masiva de búsqueda y rescate".

"La forma en que Europa debe honrar a todos esos que han muerto es tratando de llegar a sus fronteras con acciones concretas", agregó. "Hasta que eso suceda, Italia debe continuar la operación Mare Nostrum".

Nuestro Mar

Los refugiados que huyen de las guerras y los inmigrantes que buscan una vida mejor en Europa han tomado sus esperanzas y desesperación y las han llevado a las aguas del Mediterráneo desde hace décadas, su punto de partida es Libia, donde los controles son más laxos y los contrabandistas de personas están más organizados.

"Libia es más fácil porque están en una guerra civil, los contrabandistas hacen lo que quieren y la policía no puede detenerlos", dijo Del Grande. "Y realmente no se puede coordinar con un Gobierno que no existe".

Las anteriores administraciones italianas adoptaron una política de patrulla de mar y repulsión de barcos de migrantes obligándolos a retroceder. Por un tiempo se redujó el flujo de migrantes, pero la práctica fue condenada como una violación de la ley, tanto marítima y de asilo.

Inevitablemente, las personas que tratan de llegar a Europa encontraron maneras de llegar y toman rutas cada vez más peligrosas para hacerlo.

"Siempre habrá razones para irse, siempre hay contrabandistas, las patrullas no son la solución", dijo Del Grande, y agregó que mientras hay barcos que llegan, alguien con suerte vendrá a su rescate. "Es como la sala de emergencias, no importa cuánto cuesta, simplemente lo haces porque hay que hacerlo".

Dependiendo del año, y las rutas más vigiladas, hay barcos llenos de migrantes dirigidos a España, Grecia, Chipre y Malta, pero en los últimos años Italia y en particular Lampedusa se han convertido en el destino principal que representa el setenta por ciento de todas las llegadas marítimas a Europa en 2013.

Aunque la mayoría de los migrantes solían venir a Europa desde los países del África subsahariana, ahora muchos son refugiados de las guerras en el norte de África y Oriente Medio. Los aumentos repentinos de las llegadas eran directamente proporcionales a la agitación política que se apoderó de la región en los últimos años.

En 2011, durante la guerra civil de Libia, un millón de personas entre libios y trabajadores extranjeros huyeron del país, 25.000 llegaron a Italia en barco. Este año, como el número de refugiados sirios ha alcanzado un récord de nueve millones, más de 30.000 han seguido ese camino incluyendo muchos refugiados palestinos en Siria, huyendo del campamento sitiado de Yarmuk, en Damasco.

Italia se ha comprometido en acalorados debates sobre la situción, con Mare Nostrum que es objeto de ataque por el derecho anti-inmigración del país, y con los partidarios de la iniciativa tratando de intensificar su presión sobre otros países europeos para hacer su parte.

"Por un lado el Gobierno afirma que esta es una misión honorable, dicen que esto es bueno porque estamos salvando vidas", dijo Del Grande. "Pero la Lega Nord (partido político italiano de derecha) el partido xenófobo de Italia, estándiciendo, “Nos abrió la carretera. Estamos gastando un montón de dinero y están viniendo porque saben que vamos a rescatarlos”. Así se reduce la polémica, quieren acabar la misión porque dicen que traemos más migrantes".

"Por otro lado, existe un debate entre el Gobierno y la Unión Europea, con Italia diciendo: esta es una frontera europea, no solo italiana, y Europa debe pagar por ello", añadió.

Mare Nostrum cierra el próximo mes, será reemplazado en parte por las operaciones dirigidas por Frontex, una agencia de coordinación europea con sede en Polonia, que canalizará los fondos de la UE a las patrullas marítimas y ejecutar intervenciones de los militares de los diferentes países.

Pocos detalles se han revelado acerca de la nueva operación, llamada Frontex Plus, pero la agencia detrás de esta no está equipada para llevar a cabo el tipo de asistencia humanitaria que Mare Nostrum ha proporcionado. Su principal objetivo es "la seguridad fronteriza, no salvar vidas", escribió Sunderland.

"Frontex es simplemente un organismo de coordinación, que no tienen barcos y helicópteros", dijo Del Grande. "Son una oficina en Varsovia y coordinan esfuerzos".

Frontex Plus no entrará en aguas internacionales en las que Mare Nostrum si entró y recibirá significativamente menos fondos.

"Frontex Plus no es un reemplazo para el Mare Nostrum. Lo que suceda con Mare Nostrum es un problema italiano, nosotros no podemos decidir", Cecilia Malmstrom, comisaria de Asuntos de Interior de la UE, dijo a principios de este mes . "Frontex no tiene la capacidad para hacer lo que hacía Mare Nostrum, no tenemos la misma cantidad de personas, no tenemos el mandato y tampoco el dinero ni los recursos".

Y ella, al igual que algunos en Italia, expresó su preocupación de que la misión de rescate italiano alentó la inmigración.

"El trágico retroceso de esto es porque también ha aumentado la intensidad de tráfico en el otro lado del Mediterráneo", dijo, "lo que significa que han puesto a las personas en buques más inseguros y barcos más pequeños debido a la posibilidad de que resulten rescatados".

Pero la reducción de rescates no es una solución, los críticos se preocupan.

"Mare Nostrum mostró que era posible rescatar a decenas de miles de personas, especialmente a los más vulnerables, como las mujeres embarazadas y los niños", Michele Prosperi, de Save The Children Italy, dijo a The Guardian . "Cualquiera que sea la forma que el nuevo sistema adopte, debe garantizar la misma capacidad".

Soluciones

Durante el año pasado, en un intento por presionar a otros países europeos para hacer más, las autoridades italianas han dejado de tomar las huellas digitales de todos los migrantes que llegan a sus costas en violación del reglamento de Dublín, que establece que los no europeos se pueden registrar en su primer puerto de llegada.

Un migrante al llegar a Italia técnicamente solo tendrá derecho a solicitar asilo allí, aunque muchos, si no la mayoría, esperan proseguir su viaje hacia el norte.

Este año, Italia solo tomó las huellas digitales de los que intentan quedarse en el país y hasta 50.000 de los que llegaron nunca se registraron, dijo Del Grande.

Otros países europeos minimizan la crisis migratoria de Italia como una "falsa emergencia", citando sus propios números de las solicitudes de asilo. Incluso sin una frontera mediterránea, Alemania recibe hasta 100.000 reclamaciones al año, dijo Del Grande y la mayoría de los sirios que llegaron a Italia con el tiempo se trasladaron al norte. 50.000 sirios solicitaron asilo en Suecia el año pasado.

"La verdad es que Europa es egoísta, cada Gobierno se ocupa de su interés", dijo Del Grande. "Todo esto realmente es una reforma seria en materia de derecho de asilo y de unificar un tratado europeo en vez de que todo el mundo mire sus propios números: Tengo 100.000, es suficiente con 20.000. Ese es el nivel en el que estamos".

Unificar un tratado europeo ha estado sobre la mesa sin planes concretos a la vista.

Pero las llegadas por vía marítima, es lo más peligroso y a menudo trágico. Solo representan una pequeña fracción de la inmigración a la UE, y a Italia, que es el hogar de casi cinco millones de extranjeros.

Muchos inmigrantes llegan a Italia de Europa del Este y los Balcanes, también gracias a la inclusión de la UE de algunos países de Europa Oriental, y la pasividad en política de visados.

"Eliminar los visados ​​fue una política valiente y está funcionando", dijo Del Grande, citando el ejemplo de Albania. A principios de la década de los 90, los abarrotados barcos volcados que ahora vemos que vienen de Libia procedían antes de Albania, y miles de personas murieron cruzando el Mar Adriático. Entonces, la UE abrió sus fronteras y los barcos de Albania pararon. "Y no hemos visto una invasión de los albaneses", dijo Del Grande.

En cambio, señaló, los países de los que la mayoría de los migrantes provienen son aquellos en los que es más difícil obtener una visa Schengen. Un estudio de la London School of Economics mostró que los países con altas tasas de visado Schengen negados son a menudo los países de origen de la mayoría de los inmigrantes que llegan a Italia en barco.

"¿Dónde es más difícil obtener una visa? ¿Las personas finalmente optarán por viajar en barco?", dijo Del Grande. "Pero en lugar de abordar la causa y simplificar el proceso de la visa, respondemos con barcos militares. Hemos estado haciendo eso durante 20 años y durante 20 años hemos estado contando los muertos".