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Hooligans rumanos contra el estado

A los hooligans rumanos les encanta manifestarse violentamente.

Las brigadas hooligans en las recientes protestas en Bucarest

El futbol es importante para los rumanos. A nivel personal, algunos de mis primeros recuerdos son de mi hermano echando la cascarita con sus amigos en el callejón. Me aventé todas sus conversaciones y predicciones sobre el juego, y quizá por eso termine escribiendo una tesis sobre el deporte.

También están las brigadas de hooligans. Recientemente, mientras trabajaba en mi tesis, conocí a S., un fan de Dinamo Bucharest y un miembro activo de la brigada Cătălin Hâldan. Igual que yo, creció en las calles de Bucarest, pero dejó la escuela y buscó suerte con los hooligans de Dinamo. Pero los hooligans rumanos son distintos a los hooligans ingleses. Cuando lo conocí, S. tenía ideas pacifistas (aunque no las aplicaba). Sólo rompía su silencio zen cuando se sentaba a escuchar Korn con una sonrisa en el rostro. No conozco a muchas personas en Inglaterra que puedan escuchar Korn con una sonrisa en la cara (lo siento, fans de Korn, no sé como escribir la R al revés), pero tampoco conozco a muchos grupos de hooligans que salgan a las calles con estudiantes molestos y manifestantes de izquierda para luchar contra la policía por las reformas al sistema de salud.

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Cuando vi una foto suya en la que se veía muy molesto durante una de las recientes protestas en Bucarest, decidí que era hora de un rencuentro. VICE: Oye S., ¿cómo estás? Vi tu foto en el periódico. ¿Por qué estabas tan encabronado? Sueles ser muy tranquilo.
S: La tristeza a mi alrededor. No puedo ser más claro. Intento ser tranquilo, pero hay demasiadas cosas en la vida que me encabronan.

Ahora que estuviste en las protestas, ¿ibas como manifestante o como hooligan?
El día 15, los que cometieron actos de vandalismo eran rumanos comunes y corrientes actuando “como” hooligans. Vandalismo no es sinónimo de hooliganismo. Todos los ciudadanos que se sienten agraviados pueden convertirse en vándalos. Las bancas en la calle Brătianu no las rompimos nosotros, ni los fans de otro equipos de futbol, sino los rumanos enloquecidos por la adrenalina. Quizá ahora haya más gente que se sienta identificada con nosotros los hooligans. ¿Era necesario vandalizar?
No puedo decir que sea un mal necesario. A veces, tener una opinión no basta. Alguien tiene que asumir el papel de alborotador. Para mí, ése no es un papel negativo. ¿Dices que la violencia le da significado a las manifestaciones?
De ninguna forma. Digo que los agravios y el descontento le dan sentido a las manifestaciones. La violencia sólo es otra forma de expresarse cuando no existe una solución pacífica.

Fans de Dinamo volviéndose locos

¿Crees que todos se manifestaron por las mismas razones?
No. Por desgracia, muchas personas ni siquiera saben por qué estaban ahí. Es un tema delicado. ¿Puedes decirme más?
Sólo te puedo decir por qué estaba yo ahí, y es que siento que las personas a las que elegí se están burlando de mí. Mi enojo no era reciente, las reformas al sistema de salud sólo fueron una excusa.

Esa noche, los hooligans de los tres equipos de futbol de Bucarest se manifestaron juntos.
Es cierto. Supongo que eso fue parte de la belleza. ¿Ustedes fueron los que iniciaron todo?
Creo que fuimos nosotros, los hooligans. Trajimos el ambiente del estadio de futbol a las calles y empujamos lo que estaba sucediendo. Después los medios lo manipularon para que pareciera que los policías fueron lo héroes y la víctimas. Vamos, el Primer Ministro pasó la noche en el hospital sosteniendo la mano del policía herido. Al hacerlo, su equipo de seguridad hizo que fuera imposible para las familias visitar a las otras víctimas. ¿Qué pasó primero, el gas lacrimógeno o las bombas de petróleo, la policía o los hooligans?
El gas lacrimógeno. Pero las bombas eran sólo para intimidar a la policía. No eran para lastimar a civiles. La policía nos acorraló en Union Square con las mangueras. Al hacerlo, nos demostraron que son la herramienta diabólica de los que gobiernan.

Desde que ocurrieron las protestas, ¿crees que la prensa ha simpatizado con los manifestantes?
Deberían hacerlo, porque vi cómo la policía golpeaba a un periodista y cómo los hooligans lo protegían. Tienes que trabajar con la prensa si quieres cambiar algo. Pero, al final, los medios y los políticos rumanos necesitan ser derribados y reconstruidos desde abajo. ¿Ahora qué sigue?
Haremos lo que podamos para cambiar al país. Puedes estar seguro.