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'Girl Power': el documental que por fin reconoce a las grafiteras

Las chicas también representan en la escena del grafiti.
Todas las imágenes cortesía de Girl Power.

En 2009, Sany, una grafitera radicada en Praga, decidió documentar la emancipación de las mujeres en el mundo del grafiti. Después de siete años de trabajo, el documental finalmente se estrenó en 2016, y recientemente fue nominado al Festival Internacional de Cine de Mujeres de Seúl.

La película sigue a la artista en seis continentes mientras indaga en la vida de veinticinco grafiteras. Sany entrevista formalmente a leyendas como Lady Pink y Martha Cooper, pero también sale a las calles a rayar trenes y paredes con artistas contemporáneas a ella, como las Puff Girls, de Alemania; Okada, de Moscú, y Motel 7 de Ciudad del Cabo.

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Girl Power, coproducido por Jan Zajíček, impulsa una mirada emergente de la escena del grafiti: la de las chicas que se resisten a que su arte sea dominado por los hombres. El documental muestra que este sentimiento no tiene límites y que las mujeres metidas en el mundo del grafiti están ansiosas por hacer que sus voces sean escuchadas y su trabajo sea visto. "Al principio, queríamos grabar en unas pocas ciudades, pero cada vez más chicas querían participar", explica Sany. "Si una grafitera australiana que has admirado durante mucho tiempo te escribe un correo diciendo, 'Oye, ¡quiero estar en tu película!' ¿Qué puedes hacer? ¡Tienes que ir!"

Doze en Gdansk, Polonia

Aunque el documental captura el entusiasmo de la comunidad global de las grafiteras, Sany notó que casi todas las entrevistadas dudaban respecto a un punto: hablar de cualquier cosa que no fuera su arte. "Muchas veces no querían hablar de su vida personal al frente de la cámara y de cómo el grafiti la había afectado, pero como es una parte importante de la película, decidimos contarla por ellas."

Quel en Moscú, Rusia

La trama está dividida. La mitad del tiempo, el espectador escucha entrevistas con las artistas o se acuclilla con Sany mientras las chicas intentan dejar su marca antes de que llegue el próximo tren o la policía. El resto del tiempo, el espectador ve cómo Sany lucha por mantener el equilibrio entre su amor por los grafitis y su vida normal, y se avergüenza de ver cómo el equipo de trabajo debe enfrentarse a miles de problemas en la producción.

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Motel 7 en Ciudad del Cabo, Sur Africa

La producción de Girl Power no fue fácil. "Fue un tiempo en el que no me preocupé mucho por mí o mi futuro. No había tiempo libre", dice Sany. Por su dedicación, Sany perdió su trabajo a la mitad de la producción de la película, lo cual fue problemático porque trabajaba en el documental sin remuneración. El equipo tuvo que lidiar un conflicto interno en el equipo y una traición. Y, por supuesto, la preocupación por la financiación siempre estuvo presente.

The Puff Crew en Essen, Alemania.

Pero si en este momento le preguntan a Sany si el sacrificio y los costos valieron la pena, responderá, con confianza, que sí. "Estoy bastante segura de que en 30 años el mundo del grafiti va a ser muy diferente. De pronto va a haber tantas mujeres como hombres", dice. "Así que para mí fue importante capturar este gran momento de emancipación en el arte."

Lotus en Sydney, Australia

Sany en Berlin, Alemania

Dona en Madrid, España

Form en Toulouse, Francia

Este artículo fue publicado originalmente en The Creators Project, nuestra plataforma de arte, diseño y tecnología.