FYI.

This story is over 5 years old.

Ficción 12/16

Ficción 12/16: Juan José Richards

Los 21 autores de nuestro especial de ficción responden a 20 preguntas sobre el oficio de escribir.
Foto por © Horacio Pérez.

JUAN JOSÉ RICHARDS, Santiago, Chile, 1981. Ha publicado el poemario Trasatlántico (Editorial Cuneta, 2015), el ensayo Aguas Revueltas (Pupa Press, 2015) y la novela Las olas son las mismas (Los libros de la mujer rota, 2016). En nuestro Especial de Ficción 2016 participó con la pieza "La letra muda". VICE:¿Para qué "sirve" la literatura?
Juan José Richards: Me interesa pensar la literatura como una pregunta por los bordes. Cuando tenía 10 años abrí una novela policial en la biblioteca del colegio y recuerdo cómo lo que constituía el "aquí y el ahora" de ese entonces se desestabilizó: lo que ocurría en el libro, de alguna forma, coexistía simultáneamente con lo que me estaba pasando mientras leía. Experimentar con ese desajuste, preguntarme por esos bordes es lo que busco cuando escribo y leo.  ¿Cuál es la mentira que más repite?
Tomo apuntes a diario en mis cuadernos y probablemente ese sea el ejercicio de ficción más periódico en mi vida. Junto con mi cuenta de Twitter. ¿Recurre a la literatura para responderse preguntas existenciales? ¿Qué libro le ha sido más efectivo en este apartado?
Me gustan los libros que evitan ser concluyentes, que no llegan a grandes respuestas sino que más bien exploran tránsitos. En ese sentido me gustan mucho todos los libros de Sergio Chejfec. ¿Tallerea sus textos? ¿Con quién?
Cursé una Maestría en Escritura Creativa en la Universidad de Nueva York donde disfruté mucho las dinámicas del taller porque es un espacio de producción pero también un ejercicio de impostura. Me interesa lo que ocurre en esos encuentros en cuanto a la pose y la construcción de la figura del autor. Pero en general los textos los trabajo íntimamente con el editor que tiene cada proyecto. ¿Qué reliquia literaria le gustaría poseer? 
Justo el otro día pensaba en los apuntes que hizo Tadao Ando cuando se subió al Transiberiano en 1965 para llegar a Francia a conocer a Le Corbusier. Me interesa ese ejercicio porque proviene de un afán extraliterario, Ando pensó esas notas como un aprendizaje académico pero se transformaron en una tragedia: llegó a París unos días después que Le Corbusier hubiera muerto.

Publicidad

¿Pensamiento mágico o rigor científico?
Leer a Joan Didion.

Para la escritura, ¿ruido o silencio?
Supongo que depende de lo que se esté escribiendo. Ahora mismo, un silencio moderado por el antojo de los vecinos. ¿Con qué estimulante atiza a la musa cuando anda lenta?
Me imagino que existe cierta literatura que viene de la inspiración y que está determinada por un factor externo, variable e impreciso. Pero para mí la escritura tiene que ver con una dinámica de producción interna que no pasa por la improvisación. ¿Ha usado la trama de alguno de sus libros para ajustar cuentas con algún enemigo? (en caso de que los tenga, porque acá, asumimos, somos todos gente de mucha paz)
No.  ¿Cree en el talento?
Sospecho del talento incluso como adjetivo. ¿Qué artículos descansan sobre su mesita de noche?
Una colección de piedras, tres libros que todavía no termino de leer y el teléfono conectado al cargador (19%). ¿Por qué cuesta tanto trabajo escribir bien sobre sexo?
¿A quién? ¿Con qué género artístico distinto a la escritura dialoga su obra?
Me gusta pensar que mis textos dialogan con otras escrituras y digo escrituras en su sentido más amplio, no necesariamente con obras literarias. Pero sí cartas de navegación, listas de todo tipo, horóscopos, manifiestos, mensajes al interior de galletas de la fortuna, tuits, crónicas de viajes, definiciones científicas, relatos históricos, posts en blogs, mensajes en las murallas.

¿Cuándo fue la última vez que pensó que iba a morir?
Ahora que me lo preguntaste. ¿Qué libro le parece más sobrevaluado?
Existen distintos sistemas que le adjudican valor a un libro. Uno podría encontrar un libro caro y cuestionar el sistema del mercado que le asignó ese precio. O encontrar un libro mediocre y cuestionar el sistema editorial que le asignó una existencia material a ese texto. Supongo que el valor de un libro está siempre sujeto a unas decisiones que pasan por fuera del libro y del autor.

¿Qué autor o autora le gustaría que nadie más que usted conociera?
Me complica pensar en alguien como parte de una colección privada.

¿Roba libros? ¿Cuál fue el último?
No robo libros pero ocasionalmente me demoro en devolver alguno que me han prestado. Perdón, Cecilia. ¿Qué opina de los apoyos del Estado a los autores?
Suelen ser una oportunidad para cuestionar una relación que ya de por sí es muy precaria. Convengamos que el vínculo entre el Estado y la producción cultural es algo frágil, sobre todo en Latinoamérica. Entonces, ¿por qué no explorarla?

¿Si se le daña el disco duro irremediablemente, lo consideraría una tragedia o un alivio?
Me pregunto si elegir una de esas dos opciones cambiaría la realidad del hecho. ¿Bastaría con considerarlo una tragedia para que fuera realmente una tragedia? ¿O bien si me lo tomo como un alivio, encontraría alivio en esa pérdida? ¿Ese es el poder de la palabra?