Esta compañía texana pretende equipar a Estados Unidos con pistolas hechas con impresoras 3D

Cody Wilson con un rifle.

¿Sabes lo que este mundo necesita? Más armas. Son ese objeto tan necesario que nos es negado por los burgueses de la élite que se regodean por la vida, montados en sus tronos, dictando lo que podemos, o no, hacer. “Es demasiado peligroso”, argumentan, a través de su observatorio de platino hacia el mundo real; “¡No las necesitan!” Mientras tanto, nosotros intentamos sobrevivir en nuestros barrios bajos, dando gritos de auxilio por más armas para poder defendernos de nuestros vecinos, familiar y amigos, quienes también andan armados.

Pero una compañía armamentista tejana tiene la solución a nuestro problema, Defense Distributed: un plan para diseñar una pistola que se pueda construir con una impresora 3D, para que cualquier persona en el mundo con acceso a una de estas armas pueda cargar con su plomo. Es obvio que se trata de una gran idea (un plan seguro y bien pensado) pero, para alguna estúpida razón liberal y hippie, llegó el desfile de los aguafiestas a matar el momento y confiscarles todo su equipo.

El prototipo de un arma impresa.

Todavía determinado a descentralizar el control del gobierno, haciendo a un lado toda esa cinta roja burocrática, para imprimir y disparar su pistola al aire, el fundador de Defense Distributed, Cody Wilson, no cree que este pequeño contratiempo sea una gran amenaza; “Puedes rentar estas impresoras tan fácilmente como rentas un auto. Puedo conseguir otra impresora hoy mismo, o al menos entregar una solicitud. Es más un escándalo, que un contratiempo. Además, hace que nos veamos como las víctimas, ¿cierto?

Los motivos están claros; un representante del entusiasmo tejano por las armas haciendo uso de los avances tecnológicos para compartir su alegría con el mundo, a través de la distribución gratuita de planos de armas por internet, para que cualquiera los pueda descargar e imprimir. Al compartir de esta forma su pasión por las armas, será visto como una buena persona que hace esto a cambio de nada y todas esas ideas libertarias serán respetadas. ¿Cierto?

“Más directamente, queremos que los archivos estén disponibles para que la gente haga con ellos lo que quiera. Se trata de liberar la información. Creemos que las armas son un instrumento político, y que la gente tienen derecho a usar ese instrumento, sin importar lo que diga el gobierno. La gente te dice que no puedes tener un arma en el Reino unido. Pero yo te puedo enviar una por correo para que la imprimas. El mundo tiene que cambiar, tiene que empezar a aceptar esto”.

Sí, Cody, el mundo simplemente tiene que entender que los jóvenes tienen derecho a imprimir armas de verdad, con la capacidad para matar a personas de verdad. El plan de Defense Distributed para diseñar y construir dos modelos de pistolas, de las cuales, la ambiciosa Wiki Weapon B tendrás partes móviles. Como era de esperarse, considerando que las impresoras 3D siguen siendo algo muy novedoso, nadie se ha puesto a legislar sobre el control de armas impresas. Cody, estudiante de derecho de la Universidad de Texas, así como fanático de las armas, cree que su proyecto está explorando nuevo territorio en el ámbito legal, así como en el industrial.

“Fui a hablar con la ATF (la Oficina de Bebidas Alcohólicas, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) para afinar los detalles legales. Lo que descubrí fue que estamos solos. La ley no ha anticipado lo que vamos a hacer. No hay respuestas para lo que estamos haciendo. Lo único que me pudieron decir fue: ‘realmente no te lo puedo decir’, esa fue la mejor respuesta del mundo y me dice todo lo que necesito saber”.

Lo único que Cody necesita saber es que, mientras la gente que controla las armas intenta desesperadamente redactar leyes que prohíban o restrinjan las armas impresas, puede seguir libremente con su trabajo. Cuando le planteó que al dar acceso a armas a todo el mundo, en nombre de la libertad, tarde o temprano habrá accidentes, me dijo que no serían más que daño colateral en el camino hacia la libertad; un sacrificio válido, exento de su propia responsabilidad.

“¿Walmart se siente responsable  cuando alguien compra un cuchillo de cocina y apuñala a su vecino? Puedes llevar esto al límite de lo absurdo. Sí, entiendo que las pistolas son un instrumento mortal, eso son, pero al final depende de cada persona si la usan para eso. Lamento que la libertad nos dé miedo y que la gente pueda hacer cosas horribles. Es una idea aterradora, pero eso no es excusa para negar a las personas en todo el mundo la habilidad para hacer daño”.

Eso último me tomó desprevenido: “habilidad para hacer daño”; el objetivo del proyecto de Cody, en lugar del clásico, y más aceptado, discurso: “el derecho a defenderse”. La libertad que el pretende introducir sólo afectará a aquellos que impriman armas constantemente, y no traerá grandes cambios sociales. Entonces, ¿esta postura política no será mera palabrería para justificar el pequeño experimento de un adicto a las armas?

“No, es un proyecto político. Realmente creo que las armas son una herramienta política, y quiero que todas esas personas que quieran tener acceso a un arma, lo tengan. Esa no es una afirmación incondicional. Los criminales y la gente peligrosa… debemos siempre instar a estas personas para que no tengan estas cosas”.

Pero nuestro proyecto es sobre un arma. Eso es triste en cierto sentido, porque es una visión reducida, pero también es ejemplar: es decirle a la gente, ‘miren todo lo que pueden tener y hacer con la ayuda de la tecnología, y la forma en la que nos organizamos en privado, en comparación con lo que tenías antes’. Es demostrar cómo la gente necesita hacer sus propios sistemas, independientes de los sistemas que les han sido impuestos”.

Si Cody empezó su proyecto con ese objetivo en mente es algo difícil de saber. Sin embargo, la tecnología ya está aquí y, considerando que una de las primeras cosas que se imprimieron con estas impresoras fue una espada, era inevitable que alguien decidiera imprimir un arma de fuego. El siguiente paso es garantizar que los centros de arte bien financiados y las universidades con acceso a estas máquinas no se conviertan en pequeñas fábricas de armas. Eso sería aterrador.

Sigue a Sam en Twitter: @sambobclements

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