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Almuerzo de trabajo

No almuerce afuera. Almuerce a lo colombiano, almuerce en coca

Una pequeña encuesta fotográfica a quienes empiezan la vida adulta y prefieren tragar casero en el trabajo.

Salir de la universidad en la que muchos de nosotros teníamos todavía una ayudita de los papás para las fotocopias, snacks entre clases y almuerzos, lleva a esa independencia económica necesaria y obligatoria en la vida de cualquier egresado.

Ya con nuestro primer trabajo de verdad nos ganamos nuestros primeros pesitos y ya podemos gastar ese primer sueldo en esos antojitos propios con esa satisfacción de poder decir "esto me lo compré con mi plata". Pero para poder rendirla, nos hemos dado cuenta de que comer afuera no es la mejor opción y por eso decidimos preparar nuestros almuerzos en casa y ahorrar para los gusticos.

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Muchos todavía tienen la fortuna de tener papás que cocinan y dejan un mega almuerzo en la nevera para poder repartirlo como fuera necesario. Muchos tuvieron la necesidad de aprender a cocinar un par de platos para desvararse en el fin de mes. Y muchos, simplemente decidieron adoptar las comidas prehechas, que, aunque muy baratas, no son muy saludables.

Decidimos buscar personas que están empezando esta vida laboral, esta vida de adulto, para ver qué están llevando a sus trabajos para el almuerzo para luego preguntarle a un nutricionista lo que considera que es un buen almuerzo para el cuerpo.

Daniela, 19, fotógrafa
Lentejas, arroz, quinoa y verduras.

Santiago, 24, periodista
Lata de atún, lentejas, puré de papa y arroz.

Santiago, 24, economista
Pasta napolitana del D1.

Angie, 24, economista
Pollo a la parrilla, arroz, puré de papa.

María del Rosario, 26, periodista
Pollo al curry, arroz y papa.

Paula, 25, panadera
Carne deshilachada, papas en casco y ensalada.

Adriano, 27, historiador
Hamburguesas, arroz, verdura.

Julián, 22, economista
Pollo al horno, pasta y arroz.

Eugenio, 24, economista
Verduras, papa y carne molida.

Mariana, 25, artista
Ensalada, pollo, vinagreta.

Camila, 24, economista
Lasaña boloñesa y ensalada.

Nataly, 25, consultora financiera
Pescado apanado, lentejas.

Nicolás, 25, antropólogo
Pepino relleno de carne molida y arroz.

***

A partir de las cocas de almuerzo recolectadas se ve de manera clara una preferencia por llenar de harinas el almuerzo. Muy pocos de los que me dejaron verlo, tienen uno balanceado. Esto se debe realmente a la idea de pensar que entre más comida, mejor almuerzo, aunque puede que no sea la mejor opción.

Según Luis Alberto Ángel, nutricionista colombiano, en las comidas debe haber un balance en partes más o menos iguales entre proteínas, verduras y carbohidratos. La mayoría de estos platillos, o no tienen verdura, o tienen dos harinas, por lo que el almuerzo puede sentirse más pesado de lo normal.

También afirma el doctor Ángel que la actividad física de cada persona influye, entonces son recomendables, por lo menos, 30 minutos de actividad física vigorosa al día. Así pues, si su almuerzo no está muy bien equilibrado, haga pausas activas, mueva esas piernas y sude un poquito, para compensar.

De esta manera, señores, modérense y escojan una harinita, reemplacen la papa por ensalada y métanle ejercicio a su día.