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Lo que nos dice la desnuda humillación de Cersei Lannister

Una experta en la Edad Media compara la vergüenza pública de la época con lo que nos muestran en Game of Thrones.
Lena Headey as Cersei Lannister in 'Game of Thrones.' Photo by Helen Sloan. Courtesy of HBO

Lena Headey como Cersei Lannister en 'Game of Thrones.' Foto por Helen Sloan. Cortesía de HBO.

Precaución: en este artículo abundan spoilers de la quinta temporada.

Hasta ahora, la quinta temporada de Game of Thrones ha sido la más controversial de todas. En parte, la polémica que ha provocado se debe a que en ella todas las protagonistas mujeres son llevadas al límite: Sansa Stark, por ejemplo, vive una violación brutal el día de su boda; la pequeña y enferma Shireen Baratheon es sacrificada en la hoguera por los macabros planes de su padre; Karsi, la simpática madre salvaje, es presentada por primera vez en la serie y luego asesinada por los White Walkers en el mismo episodio. Como siempre, Arya Stark permanece al borde del peligro y hasta la poderosa Daenerys Targaryen necesita la intervención de su deus ex Drogon para sobrevivir.

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En el capítulo final, la matriarca imperial Cersei Lannister (Lena Headey) es sentenciada a una caminata de la vergüenza por su polémica historia sexual. Su castigo incluye ser rapada, desnudada y expuesta al público. En una entrevista con el Huffington Post, Eugene Simons (el primo de Cersei en la serie), habló de lo "medieval" que es este ritual.

Simons no está del todo equivocado, pero tampoco está en lo correcto. Una vez más, la forma en la que Game of Thrones fracasa en las tradiciones medievales es la evidencia de que esta serie dice más de nuestro tiempo que de la Edad Media.

Como ahora, la Edad Media tenía una serie de mecanismos para mortificar y afligir a quienes actuaban fuera de los límites. En los "charivaris" (rituales colectivos muy parecidos a los carnavales), personas disfrazadas de monstruos capturaban a los criminales para exponerlos a la humillación pública. Las mujeres y los hombres condenados podían ser forzados a resistir ruido con todo tipo de objetos por infracciones sociales menores como el cotilleo o por delitos más serios como el abuso conyugal. Era una especie de vigilancia social. En vez de ser castigados por el estado, había maneras en las que los habitantes podían tomar las riendas del asunto y hacer avergonzar a otros. Las picotas (columnas de piedra sobre las que se exponía a los reos y las cabezas o cuerpos de los ajusticiados por la autoridad civil) y las "cucking stools" o sillas de la vergüenza (donde los culpables se sentaban amarrados frente al lugar de su delito) son parte de nuestro imaginario medieval, pero en realidad estos tipos de castigo social se practicaron con más frecuencia después de la Edad Media, y eran formas de castigo institucionalizadas por el gobierno y no una justicia de la comunidad como sucedía en los chivaris.

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Representación con máscaras de una danza tradicional de una corte. Via Wikipedia

Sin embargo, en la Edad Media eran numerosos los castigos de vergüenza que fueron ejecutados por cortes vinculadas con la Iglesia Católica. En Europa, las personas estaban relativamente acostumbradas a ver hombres y mujeres desnudos caminando por las calles de la ciudad en forma de castigo por infracciones que abarcaban desde infidelidad hasta herejía. Incluso el más poderoso podía ser forzado a este tipo de castigo: la penitencia del rey inglés Enrique II por el asesinato de Thomas Beckett o el castigo de Enrique IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, por hacer enojar al Papa son casos famosos. Las elecciones sexuales de los hombres también podían ser castigadas de esta manera, como vemos en el caso del Duque de Lancaster, John de Gaunt, quien fue castigado por adulterio en 1380.

Desnudar a alguien por completo en vez de dejarlo conservar su ropa interior fue una decisión del autor de los libros George R. R. Martin, que luego fue respaldada por los creadores de la serie de televisión, D. B. Weiss y David Benioff.

Hannah Waddingham como Septa Unella y Lena Headey como Cersei Lannister. Foto por Macall B. Polay. Cortesía de HBO.

Al mismo tiempo, el castigo de Cersei hace referencia a la ley sobre el tratamiento de la mujer cautiva descrito en la Biblia en el libro de Deuteronomio (21: 12-13): "La traerás a tu casa, y ella se rasurará la cabeza y se cortará sus uñas. También se quitará el vestido de su cautiverio, permanecerá en tu casa y llorará por su padre y por su madre por todo un mes; después de eso podrás llegar a ella y ser su marido, y ella será tu mujer". Con la cabeza rasurada, las uñas cortadas y su cuerpo expuesto, la protagonista queda totalmente al descubierto. Este acto la "limpia" lo suficiente para que sea tomada como esposa, y en este caso para ser perdonada.

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De hecho, el trato de Cersei como mujer cautiva hace referencia al fantasma de la violación marital que esta serie ha planteado antes. Más recientemente, la violación conyugal se presentó apenas unas semanas atrás en la noche de bodas de Sansa, pero en capítulos anteriores Cersei fue violada por Jaime Lannister, el hombre que ella había escogido antes como su pareja sexual y como apoyo emocional (relación bastante complicada por el hecho de que él también es su hermano).

Entonces, ¿es esta escena una representación de sociedad medieval? Si es así, significa que la caminata desnuda de Cersei no será su fin social o político. Lejos de eso… Después de todo, Enrique II, Enrique IV, John de Gaunt y otros penitentes medievales como Jane Shore, amante del rey inglés Eduardo IV, el Marqués Thomas Grey y el Barón William Hastings, continuaron llevando una vida social y política larga y exitosa. Ese fue el punto de vergüenza institucional. Sirvió como una versión medieval del receso, en el que una persona podía detenerse, reflexionar y recoger sus recursos. En el momento en el que este receso se acababa, podía volver a su vida normal. El receso puede ser un castigo, pero es un castigo social diseñado para ayudar a una persona a integrarse de nuevo a la sociedad.

Hafþór Júlíus Björnsson como Sir Gregor Clegane, "The Mountain" (La Montaña) yLena Headey como Cersei Lannister. Foto cortesía de HBO.

Si, por el contrario, Cersei permanece castigada de manera irrevocable, como fue el caso de Eleanor Cobham, la desacreditada Duquesa de Gloucester quien pasó el resto de vida en arresto domiciliario por su delito, Game of Thrones fracasaría al considerarse medieval, a pesar de lo que muchos creen. Si la serie es sólo una fantasía, se trata de una fantasía misógina. Si Cersei no es perdonada después de la caminata de la vergüenza, habrá destruido su vida por sus decisiones sexuales y se convertirá en un personaje más en la lista de mujeres cuyas vidas han sido arruinadas.

Hoy en día nadie pensaría en utilizar el tratamiento de la mujer cautiva en Deuteronomio como un manual hacia la felicidad marital, pero tenemos abundante evidencia de que en nuestra cultura moderna se niega la autonomía sexual de las mujeres, y que el castigo social para las mujeres que muestran autonomía sexual puede ser sorprendentemente alto. Nuestra cultura juzga duramente las mujeres por tener sexo con más gente de lo que pensamos que deberían, por tener sexo con mujeres en lugar de con hombres, por disfrutar sexo sucio en maneras diferentes a las nuestras y mucho más.

Parecería que nuestra cultura, al igual que Game of Thrones, necesita un receso. El momento de sentarse a pensar nos podría hacer bien. Con mayor conciencia, tal vez podremos comenzar nosotros mismos a trabajar hacia una sociedad más respetuosa y equitativa.

Kathleen E. Kennedy es profesora asociada en la Universidad de Pensilvania Penn State-Brandywine y se especializa en Literatura medieval, Literatura Moderna Inglesa y en Historia. Para seguirla en Twitter haz click aquí.