Campesinos en Indonesia protestan contra las cementeras usando zapatos de cemento

Todas las fotos por Arzia Tivany Wargadiredja

Un grupo de campesinos en Jakarta, Indonesia, ganó un caso en la corte para bloquear la construcción de una fábrica de cemento que puede afectar sus tierras. Sin embargo, la construcción sigue en pie.

Una fila de cuarenta campesinos están sentados en sillas con cajas de madera alrededor de sus pies a la sombra del monumento nacional de Indonesia, el MONAS. Lentamente, las cajas van siendo llenadas con cemento, endureciéndose sobre los yesos que usan para proteger sus piernas. Esta es la segunda vez que lo han tenido que hacer para protestar contra las fábricas de cemento que pretenden ocupar sus territorios y sus medios de subsistencia.

En el mismo lugar, el pasado agosto, los campesinos de Kendeng fueron recibidos por el presidente Joko Widodo. Los campesinos tuvieron que ir a la capital porque el gobierno permitió el comienzo de la construcción de una serie de fábricas de cemento en sus tierras, a pesar de que habían ganado un caso que debió haber frenado su realización.

El presidente sugirió una suspensión temporal de la construcción; sin embargo, bien adentro de las montañas de Kendeng, la construcción de la fábrica de cemento continuó. El gobierno de la Provincia Central de Java expidió permisos ambientales para minería y construcción a Semen Indonesia, una empresa cementera, para continuar con el proyecto.

Sukinah, una campesina de Rembang, decidió venir a Jakarta el lunes. Las crecientes tensiones en Kendeng la obligaron a ella y otras 39 personas a viajar a Jakarta para ver si hay esperanza en el ayuntamiento.

"No estamos en contra del desarrollo, no estamos en contra de las fábricas, pero queremos que el gobierno entienda que muchas personas necesitan a los campesinos, muchas personas necesitan gente que les dé de comer", dijo Sukinah durante las protestas. "La producción cementera de Indonesia actualmente está sobreproduciendo, por qué diablos quieren insistir en hacer una fábrica de cemento y hacer minería. En el mercado global, nuestras ventas de cemento son débiles".

Hace cuatro días, regresaron a Jakarta a hacer oír sus exigencias. Hoy, otros 20 campesinos llegaron para sumarse a las protestas vertiendo cemento en sus pies como un mensaje simbólico para presionar una respuesta del gobierno central.