Publicidad
Lea también: ¡Perras, regludas y a la moda!
Mantengo en mi computador una carpeta no sólo con las fotos de mi matrimonio, sino también con fotos de mi esposa para verla cuando no la tengo cerca. Puedo decir su altura y sus medidas, y que es morena y muy elegante, pero si cierro los ojos, no la puedo ver. Extrañamente, puedo reconocer a casi cualquier persona que haya conocido anteriormente. Por alguna razón, casi nunca olvido un nombre.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Lea también: El arte de convertir porno en collages poderosos
"¿Le estás hablando a tu ex?", me preguntó una vez un amigo después de que compartí por twitter una interacción con una exnovia de hace cinco años. Para cualquier persona, mi ex y yo no deberíamos estar en buenos términos, y mucho menos comunicándonos. Las personas cargan con mucha historia de relaciones pasadas. Sin embargo, yo no puedo acordarme de los momentos en los que me enamoré de ella a los 25 años, y menos de la cara que hacía cuando nos insultábamos. No puedo fantasear con nuestros últimos encuentros (literalmente no puedo fantasear). Mi pasado está truncado. Se fue. Para la mitad de los que disfrutan analizar mi afantasía es un infierno casi tan cercano al del síndrome de cautiverio. Para la otra mitad, es una bendición.Supongo, como todo, que ser ciego de mente es cuestión de actitud. Tengo momentos en los que me siento completamente aislado emocionalmente, y hay instantes en los que experimento esa emoción del romance con mi esposa por primera vez por tener memoria de pollo. Estoy segura que hay millones de personas casadas que pagarían una gran cantidad de dinero por tener una pastilla que les diera esta experiencia.Puede que no recuerde con precisión el día de mi boda, pero es afortunado para alguien como yo que mi día más feliz sea también el más documentado.