Fotos de personas trans que enfrentan el miedo y la ansiedad de ir al baño

FYI.

This story is over 5 years old.

Fotos

Fotos de personas trans que enfrentan el miedo y la ansiedad de ir al baño

"Sólo quiero orinar, lavarme las manos, revisar si tengo comida entre los dientes y salir del baño sin que nadie me acose".

Una pipí cualquiera. Todas las fotos por Jackie Dives.

Estamos en pleno 2016 y para las personas trans, ir al baño se sigue considerando un acto político. Si es en un baño público, los legisladores quieren saber, las escuelas tratan de renovar su imagen y al menos una mamá ha tratado de hacer un escándalo por eso.

Todo este debate interminable parece absurdo considerando que las personas trans simplemente van a hacer lo mismo que hacemos todos en ese lugar. Sin embargo, lo que todos se preguntan es: ¿por qué nadie hace un alboroto por los sonidos, los olores o la falta de jabón?

Publicidad

Relacionados: México transfóbico


Francamente, no es de extrañar que el activista trans Jack Fox haya pasado diez años buscando baños unisex en su ciudad. A pesar de que Fox se identifica como hombre, el miedo a sufrir acoso en el baño "para hombres" sigue presente. "Después de mi transición, me ponía tan nervioso ir al baño de hombres por miedo a un ataque físico o verbal que prefería aguantarme todo el día hasta llegar a mi casa", explicó. "Había días que esperaba hasta 16 horas y era muy cuidadoso con lo que tomaba o lo que comía para no tener que usar el baño".

Hace poco, Fox se organizó con el fotógrafo canadiense Jackie Dives para hacer una serie fotográfica sobre esa ansiedad y la transfobia que la provoca. La serie también incluye fotos de personas de género fluido en baños públicos con historias personales de discriminación y odio. Abajo puedes ver una pequeña selección.

Sigue a Sarah Berman en Twitter.

Sigue a Jackie Dives en Instagram.

Nadie me dijo que cuando ‘pasara’, iba a seguir buscando el ‘baño ideal’, es decir, uno donde haya tanto ruido que nadie escuche que estoy orinando sentado”.

“Antes de mi transición, ir al baño era una experiencia intimidante. Es muy feo estar rodeado de hombres que te doblan la estatura mirándote detenidamente como si fueras un fenómeno”.

“Sólo quiero orinar, lavarme las manos, revisar si tengo comida entre los dientes y salir sin que me acosen”.

“Lo mejor es cuando un desconocido se trepa sobre el cubículo para ver si tienes los genitales correctos. O cuando abren la puerta a patadas”.

“Cuando me dijeron que usara el baño para discapacitados en la escuela, me hicieron sentir cómo si tuviera algo mal que necesitaba arreglar, lo cual no es cierto”.

“Hoy en día, aunque paso como hombre prácticamente todo el tiempo, sigo prefiriendo un baño unisex".

“Durante mi adolescencia, cada que iba al ‘baño de mujeres’, me preguntaba ‘¿Estoy en el lugar correcto?’”.

“Las personas más odiosas del mundo han encontrado un espacio para sentirse seguros y ahora son más visibles que nunca. Eso significa que el resto de nosotros tenemos que salir y ser igual de visibles”.