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Mientras los europeos viajan para unirse al Estado Islámico, los kurdos hacen lo mismo para enfrentarlos

Mientras el EI avanza y toma control sobre algunas zonas de Irak y Siria, los kurdos, que en las últimas décadas han buscado refugio en Europa, ahora están regresando para defender su patria.

Foto de VICE News/Frederick Paxton.

Los aspirantes a combatientes en el Estado Islámico que han abandonado masivamente Francia, Inglaterra y otros países europeos, en respuesta a los inteligentes esfuerzos de reclutamiento que se han hecho en las redes sociales y frente a la promesa de una vida en el califato, no son los únicos que están haciendo el camino hasta Siria e Irak para luchar en una guerra de la que casi todo el mundo quisiera huir.

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A medida que el Estado Islámico ha expandido su control sobre Irak, acercándose amenazante a Kurdistán iraquí, las fuerzas militares de la región –los peshmerga– han respondido con una resistencia que ha puesto en vergüenza a las fuerzas iraquíes, muchas de las cuales huyeron con el avance de los islamistas.

Ahora, con la ayuda aérea de los aliados occidentales, han hecho retroceder la avanzada del Estado Islámico y rescató a miles de yazidíes y otras minorías que huyen para proteger sus vidas. Pero también han enfrentado grandes pérdidas.

En Siria, las Unidades de Protección Popular –oYPG– que han luchado para defender sus enclaves, recientemente unieron fuerzas con otros grupos rebeldes para arremeter contra el EI. Los kurdos turcos también cruzaron ambas fronteras para echarles una mano a sus hermanos en Irak y Siria.

Pero mientras el Estado Islámico se acerca –la semana pasada tomaron el control de varias villas kurdas en Siria–, los kurdos establecidos desde hace un tiempo en Europa occidental han comenzado a viajar a la región para defender su patria.

Miles de kurdos viven en Europa, la mayoría ha llegado como refugiados en las últimas décadas, desde Turquía e Irán principalmente, y recientemente desde Irak y Siria. Ahora, algunos han decidido volver.

“La tendencia de la que se ha hablado en los últimos meses es la de europeos viajando para luchar junto al Estado Islámico de Irak y el Levante”, dijo a VICE Shwan Zulal, director de una firma de análisis de riesgo con sede en Reino Unido, que se centra en Irak y Kurdistán. “Pero dado a que las autoridades kurdas han tenido algunos contratiempos, muchos kurdos de Europa al ver a sus países o regiones en riesgo ante el EI, sienten el patriotismo y, a veces, regresan”.

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Aunque Zulal admite que las cifras de europeos que se han unido al Estado Islámico son mucho más impresionantes, más de 2.000 personas de acuerdo a las estimaciones más recientes.

“Está por debajo de los mil, un par de centenares de personas máximo”, cree Zulala, aunque admite que es algo difícil de saber, porque muchos kurdos que están repartidos por Europa gozan de una doble ciudadanía: iraquí o siria.

La mayoría de kurdos europeos de los que se sabe que se han unido a la resistencia en contra del EI, se han ido a Irak, en donde los peshmerga intentan mantener el avance del grupo bajo control.

Pero la llegada de combatientes inexpertos desde Europa no es algo fácil, especialmente en Siria, en donde muchos se quedan atascados en la frontera turca. Tampoco es algo útil, como lo señalan algunos analistas, particularmente en Irak, en donde la resistencia kurda está bastante organizada y tiene tropas experimentadas.

“Los peshmerga kurdos están bastante regulados ahora, no es tan fácil como llegar, unirse a una milicia y combatir. Tienes que pasar por una serie de pruebas y ante las autoridades de Kurdistán”, dice Zulal. “Ahora, ellos tienen una suerte de unidad para voluntarios, ya sea que vengan del extranjero o sean locales, por lo general la mayoría son locales”.

Pero el director general del Ministerio Peshmerga en Irak, Halgurd Hikmet, le dijo a VICE que todos los voluntarios –extranjeros y locales– son bienvenidos y estimados, aunque el ministerio no los recluta activamente.

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“No han sido una carga o un problema, todo lo contrario, han sido un buen respaldo para los peshmerga”, dice Hikmet. “Y si alguno de estos voluntarios queda herido o martirizado, lo tratamos como peshmerga y le garantizamos todos los derechos”.

Pero las tropas, que Hikmet estima en 150.000, necesitan armas más que cualquier otra cosa.

“No estamos alentando a los civiles que quieren regresar y unirse a las fuerzas peshmerga”, explica Hikmet, “pero tampoco estamos creando una barrera”.

Las personas que están alentando a los kurdos para que luchen contra el EI –desde Turquía y otras partes– son líderes kurdos que se encuentran en las ciudades sirias que han sido asediadas.

El último avance del Estado Islámico ha enviado a miles de kurdos sirios hacia Turquía, y los líderes locales piden ayuda.

Miles de residentes de la mayor ciudad kurda, Ayn al-Arab, también conocida como Kobane, al norte de Siria, huyeron de sus hogares y se dirigieron a la frontera con Turquía frente al avance del Estado Islámico hacia la ciudad.

“Hacemos un llamado a aquellos que viven fuera de Kobane, centro de honor y valentía, con el fin de proteger a su propio pueblo", dijo Anwar Moslem, el líder de Kobane, un cantón kurdo en Siria que está bajo el acecho del Estado Islámico. “Estamos llamando a todo el pueblo kurdo, especialmente a aquellos de Kurdistán del Norte [Kurdistán turco], para que se dirijan a Kobane y protejan a sus propios hermanos y hermanas, como lo han hecho antes”.

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“Si el Estado Islámico de Irak y el Levante se apodera de Kobane, prontamente se dirigirá hacia Turquía”, añadió.

Sus llamados fueron seguidos por los del presidente kurdo iraquí Masoud Barzani, al otro lado de la frontera.

“Hago un llamado a la comunidad internacional para que utilice todos los medios para proteger, lo antes posible, a Kobane”, dijo Moslem en un comunicado. “Los terroristas de EI… deben ser golpeados y destruidos donde sea que estén”.

Los kurdos turcos han respondido a sus llamados para ayudar a sus homólogos sirios a cruzar la frontera –a pesar de los intentos de las autoridades para detenerlos–, al igual que a otros combatientes que intentan cruzar a Siria.

La participación de los turcos kurdos –en particular del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán)–, representa un dilema interesante para los gobiernos europeos, porque el grupo está listado como organización terrorista en Estados Unidos y la Unión Europea.

Hasta ahora, los gobiernos europeos se han hecho los de la vista gorda frente a los ciudadanos que viajan a Irak y Siria para unirse a las tropas kurdas. Una respuesta muy diferente a la que han tenido los partidarios del Estado Islámico.

Funcionarios holandeses han dicho que a los kurdos holandeses no se les impide unirse a los peshmerga, y no serán juzgados por hacerlo a menos que cometan crímenes de guerra, según informó AP. Pero añadieron que unirse al PKK sería un crimen.

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Otros países respaldaron esa actitud, sugiriendo que la llegada de europeos a la región para participar en el conflicto era acorde a las autoridades, siempre y cuando se optara por la lucha del lado “correcto” de la guerra.

“Nuestro enfoque como servicio de seguridad, estará más centrado en los grupos como el EI y no en la gente que va a defender zonas contra el EI”, le dijo un oficial de la seguridad noruega a AP.

Pero en algunos países como Reino Unido y Francia, que han hecho todo lo posible para evitar que sus ciudadanos se unan al EI –deteniéndolos en los aeropuertos y, controversialmente, despojándolos de sus pasaportes–, el trato diferencial concedido a los kurdos es visto como algo más problemático.

“Las leyes del Reino Unido prohíben participar en guerras en otros países, pero hasta ahora no ha habido advertencias por parte del gobierno”, dice Zulal. “La realidad, creo, es que a las autoridades no les importa. Les preocupa más el Estado Islámico que los kurdos que viajan a enfrentarlo”.

Si alguien tiene alguna preocupación sobre el trato diferencial, explica Zulal, probablemente sean los europeos a los que no se les impide unirse al califato. “En realidad, los kurdos en cierta manera están ayudando a la coalición”, dice Zulal. “Si eres un miembro occidental del EI y tienes a un kurdo occidental que va a defender a su patria, no creo que realmente tengas un argumento para decir, ‘oh, ¿por qué él ha de ir y yo no?’”.

Sigue a Alice Speri en Twitter:@alicesperi