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Identidad

Sin la comunidad LGBTI la música moderna no existiría

El autor de 'David Bowie Made Me Gay: 100 Years of LGBT Music' nos cuenta sobre las contribuciones más sorprendentes que la gente gay hizo a la historia de la música.
Un memorial a David Bowie. Mural en su natal Brixton, Sur de Londres. Foto por Darryl W. Bullock

Cuando David Bowie murió en enero del año pasado, las personas alrededor del mundo lamentaron la pérdida del gran músico. Entre ellos se encontraba el escritor residente del Reino Unido, Darryl W. Bullock, autor de David Bowie Made Me Gay: 100 Years of LGBT Music, lanzado hoy al mercado. Bullock obviamente no cree que David Bowie lo haya hecho gay, más bien se sintió inspirado por el tardío Gran Ziggy Stardust/Thin White Duke/Goblin King; en su libro Bullock comparte la historia del trabajo de la comunidad LGBTI en el mundo de la música. Es uno de los primeros libros en hacerlo.

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Pero, ¿por qué Bowie? El artista contó a Melody Maker en 1972, que era "gay y siempre lo había sido", algo que los músicos no hacían con regularidad en la época. "Para la generación que engendraría a las estrellas pop gays de los años ochenta, la extravagancia y andrógina sexualidad de Bowie fue una revelación", Bullock escribe, haciéndolos sentir validados, menos solos, e inspirados a crear su propio trabajo. Aunque Bowie después redefiniría su sexualidad con los años, la declaración de 1972 es la que importa, sugiere Bullock. "Para miles de jóvenes LGBTI alrededor del mundo", continua, "la vida pasó a ser un poco menos sofocante".

David Bowie Made Me Gay se extiende desde lo que pudo haber sido el primer disco hecho por una persona gay (en 1916) a través del nacimiento del jazz y blues, la posguerra de la Primera Guerra Mundial “Pansy Craze,”, hasta el swinging de los sesenta, el glam de los ochenta, la muerte de Bowie, y todo lo que pasó en el medio. Bullock habló con VICE sobre la inspiración de su libro, sobre las impresionantes revelaciones que reconocieron el rol de las personas queer en la historia de la música, y más.

VICE: ¿Qué te hizo querer escribir este libro en un principio?
Darryl W. Bullock: Quería escribir un libro sobre la creación de álbumes desde la comunidad LGBTI, pero si te soy honesto, era un poco aburrido. Empezaba a parecerse un poco a una enciclopedia, un de la A a la Z de músicos gay. Después de tal ves tres o cuatro meses de haber iniciado el proyecto, David Bowie murió, y su muerte me afectó visceralmente.

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Pero fue al ver la reacción de los demás, especialmente la de las estrellas que crecí viendo (como Boy George y George Michael y Madonna) que me di cuenta que estaba en el camino equivocado. Entendí que el libro no solo debía tratarse sobre la comunidad gay y sus discos, sino sobre cómo influenciaron a cada generación siguiente. Empiezas a construir esta linea de tiempo y se estira casi cien años atrás, casi al principio del nacimiento de los discos comercialmente disponibles.

También fue una decisión definitiva el incluir a voces que que nunca habían sido escuchas. Sería muy fácil escribir un libro sobre Elton John, George Michael, Boy George, Freddie Mercury, ese tipo de personajes. Pero yo quería documentar la vida de personas como Patrick Haggerty, Blackberri y John “Smokey” Condon, quienes hicieron una importante contribución a la música y a vida de los LGTBI, pero fueron básicamente ignorados por los medios mainstream.


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¿Qué fue lo más sorprendente que aprendiste sobre la participación de la comunidad LGTBI en la música mientras trabajas en el libro?
La sorpresa más grande fue descubrir que ni la música LGBTI ni los artistas LGBTI, se visibilizaron con el Stonewall. Hubo periodos alrededor del siglo donde personas gays hicieron música, hicieron discos, y vivieron su propia vida, presentándose sin recibir el tipo de censura que se esperaría. Obviamente sabía de cosas como la era Weimar en el Berlín de cabaret, pero no era consciente de lo grande que era la escena, de que se podía encontrar en cada gran ciudad de Estados Unidos, y en cada capital de Europa. Supongo que ese sentido de libertad se percibió al finalizar la Segunda Guerra Mundial, lo que le permitió a las personas sentirse un poco más libres, y expresarse abierta y voluntariamente.

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¿Cuál era tu percepción del rol de la comunidad LGTBI en la música, antes de que empezaras a escribir el libro, y cómo cambió después?
Cuando era más joven pensaba que la "música gay" significaba disco. Aprendí que la música gay significaba mucha más que eso: por ejemplo, el movimiento punk no habría pasado sin los músicos LGTBI. En Gran Bretaña, si no hubiera sido por los clubs gays de Londres, que abrieron sus puertas a los punks para que se congregaran, bebieran y tocaran, la música punk como la conocemos —the Sex Pistols y Siouxsie y the Banshees y este tipo de actos— no habrían existido. Sabía que el movimiento punk y el movimiento LGBTQ se habían codeado con buenas relaciones, pero nunca imaginé hasta antes de empezar a escribir el libro, de qué manera el punk como lo conocemos no habría existido sin la comunidad LQTBI.

¿Crees que la música LGTBI debería pertenecer a una categoría distinta que el resto de la música?
Si todo fuera igual no tendría por qué preocuparme por categorías, pero no todo es igual. Todavía hay personas que se escandalizan por el hecho de que soy un hombre casado con otro hombre. Si las categorías ayudan a las personas a identificar un pieza o producto en particular, de un músico o banda en específico, pues es útil. Podrías vivir en un pequeño pueblo en la mitad de la nada, tus padres no te entienden, tus compañeros te matonean, la iglesia te ha expulsado, y en ese momento, escuchar la voz de alguien, en un parlante o el radio, quien te dice que todo va a estar bien, puede ser inmensamente importante. Estoy seguro que alguien, en algún lugar del mundo, ha puesto un disco de Elton John y gracias a eso ha decidido no matarse. Se de primera mano lo importante que los músicos gay fueron para mi. Si le facilita las cosas a la audiencia que quiere encontrarte, para que los confortes, para luego ramificarse, crecer, pensar cómo quieren vivir sus vidas, y cómo impartirán a otros, entonces creo que las etiquetas son increíblemente importantes.

¿Cómo crees que sería la música moderna sin la participación de la comunidad LGTBI?
Creo que no existiría!!! Es muy loco, ¿no? Pero es cierto. La música sería tan diferente. En 1960 el pop británico fue básicamente un movimiento conducido por hombres gay. No tendrías a los Beatles sin Brian Epstein, un tipo gay. No tendrías a David Bowie sin Kenneth Pitt, un tipo gay. No tendrías a las bandas de los ochenta, como Culture Club o Frankie Goes to Hollywood, sin David Bowie. La influencia de la comunidad LGTBI es inconmensurable, y es mucho mayor de lo que se reconoce.

Espero que este libro pueda ayudar a las personas a que reconozcan lo importante que ha sido el aporte LGTBI en cada género de la música popular. Estuvimos en los comienzos del jazz. El blues no existiría sin el número de lesbianas y mujeres bisexuales involucradas como, Bessie Smith, Ma Rainey, y Billie Holiday.Si no fuera por Wendy Carlos, una mujer queer, no hubiéramos vivido la exposición popular del sintetizador Moog. La gente olvida todo esto si no se los recuerdan.

La entrevista ha sido condensada y editada por claridad.

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