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Música

Narcobeat: un muerto en la zona VIP

El segundo capítulo de esta serie, que relata la época en la que el narcotráfico se mezcló con la música electrónica.
Ilustración por: Gavilán.

Los años 90 fueron una época dura para Colombia, y de eso le podemos echar casi toda la culpa al narcotráfico. Nuestra sociedad empezó a sentir los rigores de un monstruo que tenía muchos brazos y que nos empezó a poseer con su violencia sin límites, convirtiéndonos en una población paranoica, aterrorizada y, en respuesta, más violenta. Paralelo a esto, el dinero ilícito del narcotráfico iba entrando suavecito al país, tal y como una inyección de colágeno de esas que tanto le gustan a las modelos y las prepagos, una de las figuras claves de esa cultura traqueta que, junto al billete, también iba permeando todos los ámbitos de nuestra sociedad, con todo su despliegue de ostentación y desproporción.

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Durante los 90 y parte de los 2000, la escena electrónica nacional no fue ajena a esta oleada de billete, mujeres y plomo que arrasó desde años atrás en ciudades como Cali, Pereira, Medellín e incluso Bogotá. Allí los traquetos, viendo que géneros electrónicos como el techno, el house y el tribal eran los sonidos que mandaban la parada en la vida nocturna en varias zonas del país, y queriendo siempre ser los primeros en todo, pasaron de asistir a las fiestas de este tipo a invertir en eventos, clubes electrónicos y contratar a DJs privados cada fin de semana para ponerlos a tocar en sus casas y sus fincas.

En un intento por reconstruir la memoria de esa época y entender un poco nuestro pasado en la pista de baile, decidimos realizar una serie para ilustrar esa acaudalada pero oscura época de nuestra escena, contada por las voces de los personajes que tuvieron que vivirla: DJs, promotores, dueños de clubes, público y demás, nos cuentan cómo fue esa incómoda y silenciosa relación entre el narcotráfico y la escena electrónica de nuestro país durante la época.

El segundo capítulo de esta serie es el relato de Alexa OnBeat, una DJ y promotora que ha sido fundamental para el desarrollo de la escena electrónica a nivel nacional. Con su promotora OnBeat, una de las más grandes del país, Alexa ha hecho que artistas como Richie Hawtin, Tiësto, Umek, Sven Väth y Paul Van Dyk pisen tierra colombiana. La artista, que también es una de las DJs más referenciadas a nivel nacional, piensa que ha habido un gran cambio entre esa época y hoy, pero que el estigma aún continúa.

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https://thump.vice.com/es_co/article/narcobeat-electronica

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Yo también recuerdo ese tiroteo de Pereira. Todos pensamos al principio que era pólvora lo que estaba sonando, cuando nos dimos cuenta de que en realidad era un atentado que habían hecho en contra de un tipo en plena fiesta.

Eso ha sido de las cosas más graves que más recuerdo de la época, años donde el ambiente fue muy tenso. Te estoy hablando de 2001 a 2004, sobre todo en Medellín. Era normal ver a toda esa gente llegando con las grillas a meterse dentro de los palcos con guardaespaldas, y apenas llegaban todo se ponía muy tenso. Nadie podía mirar a nadie porque estaba el patrón ahí, en la fiesta.

Eso sucedía en discotecas muy famosas de la ciudad como Carnival, pero más que nada se veía en eventos grandes. Recuerdo que donde más lo noté fue cuando vino Carl Cox por primera vez a Medellín o cuando fue Tiësto, ambos se presentaron en el Hipódromo de los Comuneros. Ahí fue muy notable la cultura narco en las fiestas, demasiado. Llegaban los mega carros con escoltas, los tipos entraban con modelos, guardaespaldas… fue un show muy charro el de toda esa gente esa noche".

Y obviamente nadie le negaba la entrada a ninguno de esos tipos, ni en mis fiestas ni en ninguna. A ellos se les dejaba seguir armados, se les daba la mejor atención, el mejor palco, los mejores tragos… todo siempre de los mejor para ellos. Y apenas entraban nadie podía mirar feo o de reojo a nadie, ninguna persona del común se arrimaba a las zonas VIP y los palcos porque uno sabía que ahí se hacían los duros, entonces se volvía una situación muy jarta.

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https://thump.vice.com/es_co/article/ver-o-que-te-vean-por-qu-la-gente-paga-por-un-palco-en-un-concierto

Una vez vino a tocar un DJ internacional que se llama Said a Carnival, por ahí en el año 2006. Y mientras él estaba tocando, mataron un tipo en una de esas zonas VIP, adentro del lugar.

Cuando mataron al tipo, todo el mundo salió del lugar. Al DJ también le hicieron saber lo que acababa de pasar, él espero hasta terminar de tocar, y luego yo salí con él de Carnival con una actitud normal, sin hacer tanto alboroto, ni gritería, ni nada. La gente que se dio cuenta al comienzo del asesinato, lo tomó muy calmadamente, salieron sin hacer escándalo y todo el mundo se mantuvo de esa manera. Ahí terminó la fiesta, prácticamente.

Después de eso Carnival siguió funcionando de manera muy normal, como si no hubiera pasado nada, no hubo ninguna consecuencia en el lugar. Y creo que fue así por el manejo que le dimos todos esa noche, y porque muy poquita gente se enteró de lo que pasó esa noche, solo los que asistieron y ya. El crimen quedó enterrado después de la fiesta.

Tal y como pasó en Pereira, supimos que había sido un ajuste de cuentas entre "bandidos", entre narcos. Esto, y lo de Pereira, fueron de los episodios más fuertes que recuerdo de esa época.

Ya hoy en día no se ven esas situaciones en las fiestas. Hoy en día si alguien compra palco o VIP para una fiesta es porque va con sus amigos, es gente bien. Y de hecho esas zonas en las fiestas ya ni deberían llamarse así, porque esos nombres todavía se relacionan mucho con traquetos y todo eso. Ya quedó muy marcado ese estigma hasta el día de hoy.

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¿Tiene una anécdota propia de esta época? Coméntele a Nathalia por Twitter, o a su correo nathalia.guerrero@vice.com