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Música

Nuestras doce uvitas para la escena nacional

Cuando suenen las doce de la noche este 31 de diciembre, vamos a pedir estos deseos.

La noche del 31 de diciembre es genial, no solo porque hay pólvora, fiesta y guaro por doquier, sino porque también tenemos el chance de ponernos los calzones amarillos a ver si le pegamos al Baloto o de darle la vuelta a la manzana junto a la tía a ver si paseamos el año que viene más allá de Melgar. Aprovechando esta temporada navideña, hemos decidido jugarle a aquella tradición supersticiosa de las doce uvas y atragantarnos con ellas en nombre de nuestra querida escena musical.

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Aquí van nuestros doce deseos, a ver si al menos unito se nos hace realidad.

1.Que no se cierren más escenarios (y que ojalá se abran más)

Cada vez hay más bandas, más conciertos, más fiestas, pero curiosamente, menos lugares para albergarlos. Los venues se están quedando cortos y lo peor es que están desapareciendo. Este año Bogotá perdió a Latora 4 Brazos y al Metropol (a propósito, que lo devuelvan los amigos cristianos). Hay rumores de más cierres para el próximo año e incluso en junio la Secretaría de Transporte pidió que se suspendieran los eventos masivos de la 192 a la 245. Y eso solo es Bogotá. Medallo también perdió a Transfusión, mientras Cali, dicen, pronto perderá a una casa emblemática para la alternativa nacional. En serio, ¿qué va a pasar? Nuestra primera uvita tiene este noble deseo. Que no cierren más venues y que sí abran muchos más, con buen sonido, ventilación, una tarima bacana, baños cómodos para hacer del cuerpo y por supuesto, salidas de emergencia para escapar cuando se desate un incendio.

Y ya que entramos en materia…

2. No más hacinamiento en eventos

Nuestra segunda uvita va en nombre de este problemilla, que si lo pensamos un segundo, es bien delicado. ¿O cuántas noches no nos hemos visto espichados entre cientos y cientos de personas sudorosas, sin poder respirar, ni movernos, en un bar, concierto o festival?  ¿Acaso no somos conscientes de que esto puede terminar en tragedia? Cualquier chispita, un poquito de humo, una estampida y ¡pum!… Cromagnon en Colombia. Que no pase una fatalidad para que se tomen medidas al respecto. Por una escena libre de hacinamientos, aquí va esta uvita.

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3.Que los precios de las boletas y las fechas de los eventos sean consecuentes con el bolsillo millennial

En términos de billete, el 2017 pinta grave. Con la reforma tributaria y el aumento del IVA, nuestros ya delgados bolsillos de jóvenes van a menguar más y eso afecta nuestros presupuestos para conciertos y por supuesto para la pola. Con tanta cosa que se viene, solo pedimos que no nos den tan duro. Por ejemplo, en diciembre en la capital estuvieron al tiempo el Sónar y el Almax y el Detonante y no quedó ni para comprar la natilla pa' Navidad. Así que, por favor, promotores: no se den garra.

4. Que no se hagan más novelas de cantantes muertos

Ya, en serio, ¿qué es esa joda de explotar así la memoria de nuestros ídolos caídos? Que Diomedes, el Joe, Celia, Juan Gabriel, Rafael Orozco… ¡no más! P¿Qué viene? ¿La telenovela de Bull Metal (aunque esta sí, hay que aceptarlo, hay que vérsela)? Más bien pónganse a trabajar en historias originales y dejen la fórmula de rating barato.

5. Que aparezca un reggaetonero gay

Este fin de año, el enemigo público es el reggaetón… otra vez. Sus letras "sexistas", tan divertidas para el perreo, han puesto a este noble género que todos bailan y que suena en todo lado en el ojo del huracán. ¡Pero ya es hora de que pare tanta pelea! Y en esa línea, creemos que la mejor forma de ponerle fin a ese temita es que aparezca un reggaetonero gay o que alguno salga del clóset de una buena vez. Necesitamos que el género urbano se sacuda de tanto machismo alfa y que se equilibre un poco la balanza.

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6. Que se extienda la hora de farra

En varias ciudades del país, cuando suenan las tres de la mañana se acaba la fiesta. Eso es un gran problema porque de repente hay cientos de borrachos locos en las calles con ganas de seguir de joda. Entonces conseguir taxi es difícil, manejar es peligroso, irse caminando es casi un suicidio y a la policía le queda controlar a toda esa juventud llena de energía, lo cual es casi imposible. Debido a esto, muchas personas tienen que buscar remate en rotos de mala muerte o apartamentos residenciales, lo cual genera desagradables querellas vecinales. ¿Por qué no dejar que la gente siga bailando de largo de una buena vez? ¿A qué le temen las autoridades? ¿Al machete? ¡No! Ya somos una sociedad civilizada. Esta uvita va en nombre de la evolución espiritual del pueblo colombiano. ¡Déjennos farriar hasta la hora que queramos!

7. Que se boten una champetica en en el Planeta Rock de vez en cuando

Y es que a veces dan ganas de meterle un poquito de Caribe a la hora del almuerzo, ¿no? Es un tema de dieta. Una mojarrita no viene nada mal a veces. Entre tanto "Crazy" y "Sweet Child O' Mine" y "Janie's got a gun" y "When the children cry" y "Livin' on a prayer" y todos esos hits anglo de 1992, no estaría de más un "Chocho bonito" del Charles o un "Dame tu fuerza Pegaso" de Elio Boom. Metámosle diversidad a la vaina que, de verdad, los tiempos han cambiado y no hay ningún planeta, menos en un país tropical como este, que aguante solo rock. Y ya que hablamos de eso, que los otros también nos salven el mundo con algo de tumbaíto, ¿no?

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8. Que Juanes y Shakira dejen de ser los embajadores de la música colombiana

Esta uvita no necesita explicación.

9. Que los músicos dejen de decirle "familia" a sus fans

Los queremos mucho y su trabajo nos apasiona, pero por favor, no somos su familia. Somos sus clientes y punto. Así que por favor no intente comprarnos diciéndonos: hermanos, primos, cuñados.

10. Que dejen de vender Águila Cero y empiecen a vender trago de verdad en Rock al Parque y festivales similares

Como no hay chorro en Rock Al Parque o Altavoz, muchos acabamos tomándonos el trago adulterado que la gente se encaleta en los festivales, lo cual es peor, porque nos puede dejar ciegos. ¿Se imaginan a toda una generación cegada por las malas políticas del rock? Por favor déjenos brindar como se debe. ¡Vendan alcohol de verdad carajo!

11. Que dejen de traer a los Amigos Invisibles

Y a Foals, Zoé, Calamaro, Designer Drugs, Claptone, Molotov, Miami Horror, Lee Foss y Draco… o como sea que se llame en la actualidad.

12. Que le paguen a lo músicos

Si los promotores le pagan al sonidista, al del local, al manager, al guardia de la puerta, al que pone la música en la radio, al que diseña el arte, al que dirige el video, al que vende las camisetas, al de las boletas, al de la barra, al que limpia el baño,

ya es hora de que le den alguito a los protagonistas de los conciertos, ¿no? ¡Y no vale pagar con petacos!