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Frescómics

2016 sigue llevándose a las leyendas, esta vez fue Dicken Castro

El maestro murió el 21 de noviembre en horas de la mañana. A él le debemos un legado de símbolos que han circulado por la cultura popular colombiana desde 1980. Acá un homenaje de Electrobudista.
La foto de portada es un pantallazo de un pequeño perfil que hizo en video la Universidad Nacional de Colombia.

Dicken Castro podría ser considerado legendario sólo por haber diseñado la bellísima moneda de 200 con el motivo quimbaya. Pero el legado que dejó el considerado padre del diseño gráfico en Colombia fue muy poderoso. Dicken construyó la identidad corporativa del país, hizo varios de los logos más memorables que ha tenido Colombia, y construyó algunas de las estructuras bidimensionales y tridimensionales más innovadoras que se han realizado por estos lados.

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Lo más apabullante de la personalidad de Dicken era su forma de saber ser calidoso con todo el mundo. A pesar de ser y saberse el crack que fue, nunca fue arrogante con nadie, ni prepotente ni montador. Un ejemplo que podrían imitar muchos pequeños tiranos creativos que acechan las agencias de publicidad y diseño en Colombia. Dicken nunca fue déspota ni impositivo, su creatividad fue siempre el mejor argumento para convencer a la gente.

Desde el punto de vista creativo hay dos enseñanzas fundamentales que resumen la obra de Dicken: la primera es la capacidad de mirar introspectivamente y con amplitud de criterio las raíces culturales colombianas. Esto se hizo evidente en los referentes gráficos prehispánicos que el maestro usaba para sus logos y en las influencias del folclor popular que tomaba para sus ilustraciones. Dicken miraba con gran respeto y con mucha inteligencia tanto la gráfica de la orfebrería prehispánica como las gráficas psicotropicales de las chivas. De ambas fuentes nutrió su trabajo.

La segunda enseñanza fue el uso y combinación de materiales insospechados e innovadores. El ladrillo a la vista y la guadua son los mejores ejemplos de esto. Unos materiales considerados modestos, que fueron transformados por el ojo y la inteligencia del maestro en grandes piezas arquitectónicas.

Si usted no vivió los ochentas muy conscientemente y no recuerda logos épicos como el de Colsubsidio, el Seguro Social, Asocaña, Vecol o el de la Fundación para la Educación y el desarrollo social get yourself and education y dele una buena googleeada al trabajo del recién fallecido maestro.

En alguna ocasión Dicken Castro fue a dar una charla en la universidad donde yo era estudiante de pregrado, y recuerdo que dijo una frase que me marcó para siempre. El maestro sonriendo, respondía a una pregunta sobre el trabajo y los clientes:

"Si uno a los 80 años no puede hacer lo que se le da la gana está jodido"
Hoy más que nunca Dicken nos recuerda que no es lo mismo la fama que el prestigio.