Un mito llamado Joy Division: Una entrevista con Stephen Morris

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Música

Un mito llamado Joy Division: Una entrevista con Stephen Morris

Platicamos con el baterista sobre las obsesiones relacionadas a su banda post adolescente. ¿Qué sucede cuando memoria y leyenda se confunden?

La historia de Joy Division es sin duda una de las más interesantes del rock, no solo por la conocida tragedia de Ian Curtis,sino también por la era de Factory Records y The Hacienda, que hicieron del Manchester de aquella época un escenario de leyenda. La historia de Joy Division parece una fuente inagotable de polémicas e incidentes, y ha generado decenas de versiones, interpretaciones, teorías de conspiración y hasta ladrones de tumbas.

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Lanzado por primera vez en 2007, el documental Joy Division es probablemente la interpretación más completa de su historia. Lejos de la recreación libertina de 24 Hour Party People o de la brillante pero dramática Control, este documental constituye una recopilación de imágenes y testimonios de primera mano de los días que inspiraron a toda una generación de artistas. Para los fans se trata de una valiosa oportunidad para indagar en el legado de la banda y conocer detalles que de otro modo no estarían a su alcance. Pero para los protagonistas, la banda, los amigos y sus familias, el asunto es algo más complejo. La controversia y la intriga constante pueden crear la extraña sensación de que pedazos de su vida se perdieron en el mito.

Aprovechando que Joy Division se estrenó nuevamente en la BBC4 este 27 de febrero, nos reunimos con Stephen Morris, baterista de Joy Division y New Order, para hablar sobre qué le parece todo esto. Lejos de pensar en el pasado como algo gris, Morris recuerda su banda como un grupo de amigos felices y despreocupados. Es consciente de las complejas preguntas que surgen cuando memoria y leyenda se confunden y de lo difícil que resulta en estos casos separar la realidad de la ficción.

VICE: Hola Stephen. Además de que su sonido pudo capturar la esencia de una época, ¿por qué crees que perdura la obsesión por Joy Division?
Stephen Morris: Porque es una historia inacabada. Esa es mi teoría. No tuvimos la oportunidad de hacer ese tercer álbum de mierda. Nos quedamos congelados en el tiempo como una chispa de genialidad. Si la hubiéramos cagado haciendo un tercer álbum, si nos hubiéramos separado, si Ian se hubiera hecho actor, si la historia hubiera tenido un desenlace natural, todo esto sería diferente. En lugar de eso, la puerta quedó abierta. Hay que usar la imaginación con Joy Division. Eso hace que la gente intente llenar esos vacíos, y así se generan las leyendas.

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¿Cómo es ver un capítulo de tu vida mitificado en películas y documentales?
Se vuelve putamente repetitivo. Es como si de algún modo cada vez que lo escucho o lo cuento se volviera más irreal. Cuando te detienes a pensar y tratas de recordar las cosas en el orden correcto, te das cuenta de que el orden de los sucesos que tú recuerdas no siempre coincide con el orden de los hechos documentados.

Es curioso cómo transformamos los recuerdos en relatos.
¡Sí! Es extraño cómo te engañan tus recuerdos. A veces piensas "Juraría que esto sucedió en este edificio", y después te das cuenta de que ese edificio no fue construido sino hasta 1980, de modo que no pudo haber ocurrido ahí.

¿Te gustaría involucrarte más en los documentales? A diferencia de otros, en este documental eres tú quien cuenta la historia.
Conocíamos al escritor Jon Savage. Sabía plantear las preguntas adecuadas porque también vivió aquella época, así que funcionó bastante bien. Es bastante diferente a Control y 24 Hour Party People, que eran dramatizaciones. Sin embargo, esto es lo que realmente pasó, o al menos lo que realmente pasó según nuestros recuerdos. Creo que si lo viera ahora sería bastante triste. Fue una de las últimas cosas que hizo Tony Wilson, y también Annik Honore (la novia de Ian Curtis) falleció recientemente, así que es muy bueno que se plasmaran sus pensamientos en este documental

¿Funciona Manchester como una especie de leitmotiv feo y romántico en la historia?
Supongo que podría decirse que el Manchester de aquella época era gótico-romántico. Era otra de esas cosas que negábamos cuando componíamos, pero el entorno definitivamente influye en tu música. Manchester, los lugares que visitamos, los clubs. Mi recuerdo más vívido del Manchester de entonces es mirar a través de la ventana del cuarto de ensayo y ver basura de un lado y lluvia del otro. Solo había edificios abandonados, en ruinas, la mayoría de los cuáles son ahora centros comerciales y restaurantes. Recuerdo calles muertas, ladrillo y hollín. Ahora todo es acero y cristal. Sin embargo, lo que Tony Wilson y Rob Gretton hicieron con The Factory fue increíble. Podíamos hacer lo que quisiéramos.

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¿Recuerdas con cariño los días en los que eran una banda desconocida?
El lugar donde ensayábamos era todo lo que teníamos. Era un viejo molino en el que siempre hacía frío. No era mucho, pero cuando empezamos a tocar ahí era genial. Nos sumergimos totalmente en ello. Joy Division solo existía cuando estábamos juntos en aquella habitación. Era la única manera de hacerlo en aquél momento. Cuando empezamos ni si quiera teníamos grabadora. La música nació al juntarnos, estaba solamente en nuestras cabezas.

Si no habían grabado nada, ¿no discutían sobre cómo iba una canción?
¡Oh sí! Pasaba constantemente. Aunque solíamos confiar en Ian porque era el único que escribía las cosas. El otro día estuve leyendo su libreta y hay muchos fragmentos que me hicieron reír. Habíamos hecho anotaciones en ella. De hecho nos recuerdo haciéndolas. Habíamos escrito "cambio de clave" junto a la letra de una canción. Me hizo mucha gracia porque ninguno de nosotros tenía idea de lo que era un cambio de clave, simplemente sabíamos que era "algo musical". No teníamos ni idea.

Mucha gente en el documental dice que no sabían lo que estaban haciendo.
¡Es cierto, totalmente cierto! Es curioso, últimamente estamos editando muchos vinilos para el aniversario, por lo que he estado escuchando los álbumes otra vez. Y recordaba que mientras los hacíamos, nos decíamos constantemente: "No somos miserables, no estamos deprimidos". Ahora los escucho y pienso: "¿Cómo carajos no nos dimos cuenta?". La gente decía que los álbumes eran oscuros y nosotros pensábamos "pero si solo somos un grupo de amigos felices y despreocupados", porque creíamos que así era. De algún modo estábamos bastante desvinculados de lo que hacíamos. Podría parecer ridículo tratar de defender esto ahora, pero de verdad lo pensábamos.

¿Tienes problemas al recordar ciertos sucesos, en especial algunas pérdidas?
Una vez más, resulta curioso. Las cosas con las que crees que no tendrás problemas, suelen ser las peores. Hablar de los hechos no resulta problemático, pero cuando empiezo a pensar en qué estaba haciendo aquel día, cuando acudo a ese lugar de mi memoria, todo parece extraño. Cuanta más gente cuenta la historia, más alejado me siento de ella, pero cuando hablo de ella como de algo que me pasó a mí, sí puede resultar un poco duro.

¿Qué piensas de que la gente quiera comprar la casa de Ian Curtis en Macclesfield?
Estoy de acuerdo en que habría que hacer algo con Macclesfield. Hay mucha gente que viene por Joy Division, pero la idea de hacer algo en la casa de Ian no me parece bien. Estaría bien hacer algo porque la puta Macclesfield necesita algo, pero hacer lo que sea en casa de Ian sería un tanto macabro. No quiero alimentar esa morbosa obsesión porque él no era para nada así. Ninguno de nosotros, de hecho. Quizá pueda parecer contradictorio escuchando nuestra música, pero así es.