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Al enterarse del suceso, el gobierno ruso inmediatamente abrió una investigación penal que incluyó el cierre de la escuela de danza llamada "Kredo", que, a pesar de que incluyó al twerking en su repertorio docente por petición de padres y alumnas, fue considerada responsable de enseñar este baile "indecente y vulgar". sus dueños pueden enfrentar hasta 15 años de prisión por las "acciones lascivas". De ahí surgió una investigación más amplia para revisar los programas de otros estudios de danza con el objeto de ejecutar un indicador moral para evitar "incidentes similares" en el futuro. Varios dirigentes están tomando cartas en el asunto para orientar a la juventud a bailes más respetables. El alcalde de Orenburg, Yevgeny Arapov,declaró: "Tenemos bailes étnicos respetables, esos son los que tienen que ser enseñados. Vivimos en esta tierra y tenemos que enseñar nuestros bailes regionales".
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El video que causó el arresto.Margarita Radetskaya, de 18 años, fue penada con 15 días de cárcel, mientras que Yana Kutakova, de 24, y Yekaterina Scherbedinskaya, de 26, solo fueron sentenciadas con 10 días por "actos vandálicos". Alla Korkach, de 28, y Viktoria Yurieva, de 22, únicamente fueron multadas, mismo caso que el de los padres de la sexta bailarina, cuyo nombre no fue revelado por ser menor de edad, por "no tomar medidas que faciliten el crecimiento físico, intelectual, psicológico, espiritual y moral de su hija". En adelante serán monitoreados.Los fiscales encargados del caso declararon que el "erótico y sexual baile del twerk" es una falta de respeto al recuerdo de todos aquellos que lucharon en la segunda guerra mundial. El video fue hecho con el objetivo de promover clases de dancehall en la academia local, Art Dance, la cual ahora está siendo investigada por el Estado, y las acciones de estas mujeres se encuentran bajo una investigación más severa, en la que la policía está revisando si violaron un estatuto en contra de "desecrar cuerpos muertos y sus lugares de entierro".Desgraciadamente estos casos son sólo el principio de una nueva ola de represiones en contra a la libertad de expresión en Rusia, y un motivo más —por más ridículo que sea— del alejamiento entre los gobiernos occidentales y el de Putin.José Memije twerkeará disfrazado de Tiger si rebotan con él en el Bosque de los Cien Acres. Síguelo en Twitter.