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Una niña víctima de violación habla de por qué la sociedad debería tener más empatía con los pedófilos

“Si él hubiera tenido un lugar a dónde acudir, tal vez esto nunca me hubiera pasado”.
Foto vía Facebook

Días después de que VICE publicó una serie de tres partes sobre los justicieros cazadores de pedófilos en Canadá, muchos nos han acusado de normalizar la pedofilia.

En particular, la historia de Todd Nickerson, un pedófilo inofensivo que vive cerca de Savannah, Tennessee, parece haber tocado fibras sensibles. Varias personas me mandaron correos y tuits para expresar con "disgusto" que le estaba ofreciendo una plataforma a Nickerson, que asegura nunca haber abusado de un niño a pesar de sentirse atraído por las niñas.

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Muchos de los miles que comentan en Facebook sugirieron que Nickerson y cualquier otro pedófilo cómo él debía ser asesinado o encerrado de por vida, independientemente de si realmente habían cometido un delito o no.

Sin embargo, Rhea Martinez, que fue violada y acosada por un amigo de su familia cuando era niña en repetidas ocasiones, opina lo contrario. Martinez, de 28 años de edad, dijo que ella cree que la sociedad debería tener más empatía con los pedófilos antes que ofenderlos, y que deberían ofrecerles más opciones para buscar ayuda.

"Creo que si él hubiera tenido un lugar a donde acudir, tal vez esto jamás me habría pasado", dijo Martinez.

Martinez creció en Niles, Michigan. Sus padres estaban divorciados. Cuando tenía alrededor de 8 años, su papá se volvió a casar y entregó la custodia completa de ella y de su hermano. Martinez dijo que su madrastra era dueña de un negocio de acreedores con su ex marido, que seguía siendo su amigo. El ex de su madrastra tenía una hija que más tarde se volvió amiga de Martinez.

"Fui a su casa para jugar y ahí empezó todo", señaló Martinez.

La primera vez que se quedó a dormir, el amigo de su papá la hizo quedarse a dormir en el sillón de la sala en vez de mandarla al cuarto de su hija. Mientras estaba dormida, el papá de su amiga salió al sillón, la empezó a acosar sexualmente y le quitó la ropa interior.

"En otras ocasiones pasaron cosas por el estilo, entre más lo hacía más intenso se volvía", explicó Martinez.

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En un campamento, en el verano entre el cuarto y quinto grado, Martinez dijo que la violó en repetidas ocasiones cuando estaba en su casa de campaña.

"Me dolió tanto que no podía seguir fingiendo que estaba dormida", dijo. Cuando fingió que se estaba despertando, él se detuvo.

Martinez se mantuvo en secreto los abusos durante años. Cuando era adolescente, dijo que tuvo trastorno de ansiedad social. Empezó a tener sexo a los 14 años de edad por temor a que alguien se enterará de como perdió la virginidad.

Finalmente, después de que se graduó de la secundaria, decidió denunciar los abusos a la policía.

"Así me enteré de que mi caso no era el primero. Su nombre ya aparecía el registro de agresores sexuales".

VICE revisó el perfil del hombre que Martínez dijo que la violó en el registro de agresores sexuales de Michigan. Tiene 61 años de edad y ha sido condenado por dos cargos de conducta sexual criminal con una persona menor de 13 años, y por otro cargo de conducta sexual delictiva con intención de cometer penetración sexual. La última condena, que tuvo lugar en 2009, está relacionada con el caso de Martínez. VICE decidió no dar el nombre del agresor de Martínez porque Martínez dijo que por el momento no tiene expedientes de la corte para demostrar que ella es la demandante de ese juicio.

En el estrado, Martínez dijo que fue presionada por un abogado "despiadado" de la defensa, que le preguntó todo, desde el color de pijama que llevaba puesta hasta la posición de los muebles  de la casa de su agresor. Le preguntaron cómo podía identificar a su perpetrador si había fingido estar dormida.

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"Echaba un vistazo de vez en cuando", explicó. "Además, eran las manos de un hombre adulto".

Con el tiempo, el acusado se declaró culpable de agresión sexual con la intención de cometer penetración sexual a un menor de edad.

"Nuestro fiscal dijo que debía aceptar lo que pudiera conseguir".

Martinez,  que ahora trabaja como técnica oftalmóloga cerca de Detroit, cree que su agresor era un pedófilo en serie.

"La justicia ciudadana nunca ha sido la respuesta lógica".

Ella dijo que si los pedófilos fueran menos estigmatizados, podrían obtener orientación antes de actuar impulsivamente.

"¿Cómo vamos a entender a esta clase de personas si no hablamos con ellos?". Si están demasiado asustados como para hablar, ¿cómo podemos prevenirlo?".

Con respecto a los justicieros cazadores de predadores, como Creep Catchers, Martínez dijo a VICE que ella cree que avergonzar públicamente a la gente como a su abusador sólo haría que el problema fuera todavía más invisible, una teoría respaldada por la policía y expertos en pedofilia.

"La justicia ciudadana nunca ha sido la respuesta lógica", dijo. "Puedes juntarlos a todos y dispararles en la cabeza, pero nada de eso va a cambiar mi vida".

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