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Atención: la escasez en Venezuela podría llevar a flamingos y osos hormigueros al comedor

Varios reportes hablan de desperdicios relacionados con perros, gatos, caballos y palomas.

Ha habido un creciente número de reportes que afirman que los ciudadanos de Venezuela han empezado a cazar animales salvajes vulnerables como flamingos y osos hormigueros para sobrevivir, en respuesta a la grave escasez de alimentos que sufre el país.

Un nuevo reporte terrible del Miami Herald describe el aumento de esta práctica de caza inusual. En la laguna Las Peonias, a unos 320 kilómetros de la frontera con Colombia, la caza del flamingo es ilegal; no obstante, el estudiante de biología Luis Sibira comentó al Herald que había encontrado los cadáveres de numerosos flamingos asesinados. Si bien estas declaraciones aún tienen que confirmarse, los investigadores de la Universidad Zulia en Maracaibo creen que estas aves protegidas están siendo masacradas por ciudadanos hambrientos. Y supuestamente no solo los flamingos están siendo asesinados por comida; también se reporta que otra presa poco tradicional como los osos hormigueros terminaron siendo víctimas de la desesperación.

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"Los indios venezolanos nunca comieron este tipo de animal, ni siquiera en épocas de la conquista [española]", Angel Viloria, líder del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, comentó al Herald. "Este nuevo comportamiento es resultado de la necesidad de comer".

Desde mayo de 2016 MUNCHIES informó acerca de un tweet sin sustento de Ramón Muchacho, alcalde de Chacao, distrito de Caracas, en Venezuela, en donde afirmaba, "Hay gente cazando perros, gatos y palomas en las plazas para comérselos".

Meses más tarde, Robert Linares, un trabajador en la eliminación de desechos de Maracaibo le dijo al Herald que animales de todo tipo —caballos, gatos, perros y palomas— habían aparecido despellejados y descuartizados con frecuencia en la basura de la ciudad.

Dejando a flamingos y osos hormigueros de lado, la situación en Venezuela se ha vuelto muy grave. Llamada cínicamente como la "dieta Maduro" —en honor al actual presidente Nicolás Maduro, sucesor de Hugo Chávez— los venezolanos cada vez son menos capaces de alimentarse ellos mismos y a sus familias.

Algunos han cruzado a través de la frontera occidental hacia Colombia, donde los productos son más abundantes y baratos que en el mercado negro, informa CBS News. Los oficiales colombianos han llamado a la zona "corredor humanitario", permitiendo que los Venezolanos entren, compren comida y regresen con sus familias.

La respuesta del gobierno venezolano ha sido lenta y aunque actualmente está activo un programa federal de distribución de alimentos, parece que simplemente no es suficiente. Incluso prometiendo "que el 70% de los alimentos del país serán suministrados a través de una red de 15.900 Comités de Producción y Suministro Local", queda una presión ideológica incesante y peligrosa del gobierno: el sufrimiento es por la revolución. Esta idea ha sido claramente expresada en palabras de Francisco Rangel, gobernador del estado de Bolívar, quien dijo a sus votantes, "Dejen que se lleven lo que quieran. Somos capaces de comer palos, tirar en vez de dos huevos, dos piedras y nos comeremos las piedras fritas, pero a nosotros no nos doblega nada ni nadie".

Mientras la crisis catastrófica por la comida continúa, parece que los revolucionarios se quedarán con lo único que pueden tragarse: sus palabras.

Este artículo fue publicado originalmente en Munchies, nuestra plataforma dedicada a la comida.