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A pesar de la presión internacional, Paraguay le niega el aborto a una niña de 10 años

Amnistía Internacional declaró que la decisión de Paraguay es "equivalente a la tortura", pero las autoridades insisten en que la niña violada por su padrastro está en condiciones de dar a luz.

Este artículo fue originalmente publicado en Vice News en español.

El gobierno de Paraguay rechazó la recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con relación a la niña de 10 años violada por su padrastro, y le negó una vez más el derecho a poner fin a su embarazo.

La CIDH, como se conoce a la comisión, sugirió a Paraguay que protegiera la vida de la niña y le permitiera interrumpir su embarazo debido a los riesgos que puede sufrir durante su gestación y parto. Pero en un comunicado del 11 de junio, emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay, el país anunció que rechaza el consejo de la comisión.

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El gobierno asegura que ha hecho todo lo posible para asegurar el bienestar de la niña y su feto. "La legislación paraguaya garantiza la protección de la vida desde el momento de la concepción", afirma el comunicado.

La legislación paraguaya sólo permite el aborto en aquellos casos en los que la vida de la madre está en riesgo y, de acuerdo con las autoridades, la niña —que está embarazada de seis meses— no se enfrenta a ninguna amenazada.

Sin embargo, la CIDH señala que la edad de la niña hace que sus probabilidades de morir durante el parto se multipliquen por cuatro en comparación a las de un adulto.

Amnistía Internacional califica la decisión del gobierno de "equivalente a la tortura", y el Parlamento Europeo instó a Paraguay a hacer el aborto accesible a todas las mujeres y niñas en casos de violación o incesto, así como aquellos en los que la vida de la mujer está en riesgo.

De acuerdo con el Ministerio de Salud de Paraguay, al menos 680 niñas entre 10 y 14 años quedaron embarazadas en 2014, y los grupos de derechos humanos advierten que en muchos casos se trata de violaciones.

Las autoridades detuvieron el padrastro de la niña el 9 de mayo, acusado de violación, pero se le declaró inocente. La madre de la niña está en prisión, acusada de descuidar la seguridad de su hija y de no tomar ninguna medida para protegerla a pesar de ser conocedora del abuso. La señora niega estas acusaciones.

El caso de esta niña de 10 años ha fomentado protestas en contra de la violencia y los abusos sexuales hacia las mujeres en Paraguay. Las manifestaciones se llevaron a cabo en la capital de Paraguay, Asunción, y en otras ciudades el 30 de mayo para reclamar el fin de los abusos contra los niños. Una encuesta reciente, sin embargo, concluye que alrededor del 87 por ciento de la población paraguaya está en contra de la legalización del aborto.

La violencia por motivos de género está en el foco de atención en toda América del Sur, después de las masivas manifestaciones a principios de este mes en Argentina, Chile y Uruguay, en las que se pedían leyes más estrictas contra los feminicidios o las muertes violentas de mujeres.