FYI.

This story is over 5 years old.

News

¿Se está cocinando una guerra en Níger?

Al menos ya hay tropas francesas y estadunidenses ocupando el país y vigilando las minas de uranio para que no se las gane Al Qaeda. La población, como es de esperarse, sigue sumida en la pobreza.

Quizá hayas escuchado del Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO), los yihadistas que empezaron una guerra en Malí este año. Pues el otro día en Níger (país colindante con Malí) estallaron dos coches bomba que mataron a decenas de personas. Uno en el pueblo remoto de Arlit, y el otro explotó en Agadez, donde los yihadistas también atacaron un cuartel militar y se enfrentaron a las tropas de Níger y Francia. La región es un centro clave para la transportación de uranio, y quizá por eso el MUYAO atacó ahí. ¿O habrá sido simplemente en represalia contra los franceses por lo que le hicieron a los islamistas en Malí?

Publicidad

El voceo del MUYAO, Abu Walid Sahraoui, ofreció una respuesta directa cuando dijo a la Agencia France-Presse, "Gracias a Alá, hemos llevado a cabo dos operaciones contra los enemigos del islam en Níger… Atacamos a Francia y Níger por su cooperación con los franceses en la guerra contra la sharia [ley islámica]”.

¿Pero cómo encajan las tropas estadunidenses en la ecuación? Durante más de un año, los habitantes de Arlit se han percatado de pequeños contingentes de soldados estadunidenses en la ciudad. A veces entran en aviones que aterrizan por la noche en Agadez, a unos 220 kilómetros al norte de Arlit en los límites del Sahara. Vestidos con uniformes kaki, manejan Land Rovers sin marcas por el desierto, entre los tuareg, una tribu de indígenas nómadas.

“Son muy discretos”, dice Azaoua Mahaman, un habitante de Arlit que trabaja para la organización de ayuda estadunidense, Mercy Corps. “No podemos decirles lo qué ocurre porque sólo somos civiles. Pero llevan aquí mucho tiempo, cerca de los sitios de extracción”.

Un sitio de extracción de uranio en Níger.

La extracción de uranio es una de las industrias más grandes en Níger, y ha ayudado a mantener en operación a los reactores nucleares de todo el mundo durante los últimos 45 años. Las minas del país son operadas por Areva, la compañía nuclear estatal francesa. Los habitantes de este país en África Occidental han luchado durante largo tiempo contra la compañía, la cual ha sido acusada de abusos laborales y políticas ambientales irresponsables.

Publicidad

Cuando el gobierno de Níger anunció en febrero que su presidente, Mahamadou Issoufou, firmó un acuerdo con Estados Unidos para permitir a los estadunidenses construir una base de drones (ubicada actualmente en Niamey, la capital), la noticia no sorprendió a los ciudadanos de Arlit y Agadez. Estados Unidos ya se había instalado en el desierto hacía más de un año.

Las fuerzas estadunidenses ahora recopilan y comparten inteligencia con las tropas francesas en un intento por combatir las redes terroristas en la región de Sahel, que separa al Sahara de la sabana africana en el sur. Las tropas francesas han estado en Arlit protegiendo las dos principales minas de uranio en Areva desde enero; el despliegue de tropas llegó tras la guerra contra los islamistas en Mali.

Tom Saunders, un vocero del ejército estadunidense, dijo que el comando africano de Estados Unidos tenía una relación estable con las fuerzas armadas de Níger como parte de una estrategia más grande en el país, liderada por el departamento de estado. Desde enero de 2012, pequeños grupos de militares estadunidenses han participado en breves entrenamientos y encuentros militares con miembros del ejército nigerino, comentó, y agregó que “un pequeño equipo de personal militar estadunidense lleva a cabo entrenamientos con las fuerzas nigerinas en la zona cercana a Arlit y puede, en ocasiones, visitar la ciudad para compra bienes y participar en eventos culturales”.

Publicidad

Mina en Níger.

Los locales ya han detectado drones sobrevolando Agadez. Ya que los granceses parecen estar ganando terreno frente a los rebeldes en Malí, los islamistas han comenzado a reagruparse en el desierto del Sahara en Níger y en los países vecinos, de acuerdo con Aïr Info, un periódico local en Agadez.

El ejército ha incrementado la seguridad en las carreteras principales hacia la frontera nigerina y la situación es tensa. Azaoua Mahaman, quien trabaja para una organización humanitaria en la zona, viaja todos los fines de semana desde Agadez hasta su ciudad natal de Arlit. Pero después de escuchar sobre los enfrentamientos entre rebeldes y convoyes militares en la carretera, dejó de manejar su auto hasta Arlit y ahora toma el camión, lo que según el reduce el peligro.

Almoustapha Alhacen, empleado de Areva y activista ambiental local, dice que la militarización y la seguridad se han convertido en otro muro que aísla las actividades de la ciudad del mundo exterior, y empeoran los problemas en la zona. “Tras 40 años de explotación, la pobreza es peor aquí que en los setenta”, me dijo.

Pero Ibrahim Diallo, editor de Aïr Info, está más preocupado por los grupos militantes islámicos y posibles ataques en el norte de Níger, o incluso Bamako, la capital de Malí, que de los estadunidenses.

“Al Qaeda es un enemigo sin rostro. Ya podría estar entre nosotros. Nadie puede decir que Al Qaeda no está aquí. Creemos en esta amenaza, y es por eso que las autoridades nigerinas han dejado el orgullo de lado, a pesar de que los estadunidenses no llegaron con intenciones claras”, dice Diallo. “Estamos asustados, debemos reagruparnos. Debemos rezar en nuestras mezquitas, en nuestras iglesias, para evitar que pase lo peor”.