FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Cuando te toca ver escenas de sexo con tus papás

Sólo se necesita un momento incómodo para arruinar la experiencia cinemática con mamá y papá.

'Y tu mamá también'

En 1994, David O. Russell dirigió la película Spanking the Monkey, que trata del lado oscuro de ciertas cosas, en especial de la lujuria y de la culpa. En la película, un estudiante brillante y confundido llamado Raymond renuncia a la beca que tanto tardó en conseguir para cuidar a su madre, que se rompió la pierna y no puede moverse.

Sus días están llenos de tareas mundanas, mucho alcohol, una vecina adolescente muy sexy que le alborota las hormonas y una mamá controladora que depende demasiado de su hijo, tanto física como emocionalmente. Con el tiempo, la madre y el hijo sucumben a sus "impulsos edípicos", como describe un usuario de IMDb, y comienzan una relación incestuosa.

Publicidad

Y estoy seguro de que, en algún lugar, un pobre idiota no sabía en lo que se estaba metiendo y vio esta película con su mamá. Porque, en algún momento, todos vemos una película con nuestro padres y terminamos arrepintiéndonos, una película que nos obliga a hundirnos en el sofá o en el asiento del cine.

Después de todo, sólo se necesita una escena para arruinar la experiencia cinemática con mamá y papá; un segundo de Leo DiCaprio inhalando cocaína del culo de una prostituta en El lobo de Wall Street, o Mila Kunis y Natalie Portman follando en El cisne negro .

Con esto en mente, le pregunté a mis amigos y a mis compañeros de trabajo cuál había sido el momento más penoso que habían tenido al ver una película con sus padres. Esto fue lo que dijeron:

Boogie Nights

Más o menos cuando tenía 13 años, mi familia se fue de vacaciones con otra familia a un pueblecito en medio de la nada donde había una tiendita para alquilar películas, así que escogimos muchos estrenos. Seguro que algún adulto vio la portada de Boogie Nights, leyó muy brevemente la sinopsis y asumió que era un tributo a la década de los setenta o algo así. Probablemente dijo: "¿Sabes qué le puede gustar a los niños? ¡ver cómo se vestían en esa época!" y la alquiló.

Entonces, las dos familias nos reunimos en la sala de la cabaña y pusimos la película en VHS con seis o siete niños presentes. Yo era el mayor. El más pequeño tenía unos ocho años más o menos. Al principio, aparece Mark Wahlberg hablando con su novia en la cama y ella le dice: "Tienes un gran don allí abajo", o algo así. Desde ahí empecé a sentirme incómodo con la presencia de mis papás.

Publicidad

Fue peor cuando Heather Graham se la mama a Mark Wahlberg en un closet pero, otra vez, es implícito, en realidad no se veía nada. El momento crítico fue cuando Wahlberg va a casa del productor pervertido, interpretado por Burt Reynolds, y se sienta en una silla. Graham se arranca el vestido, se queda totalmente desnuda excepto por sus patines y empieza a hacerlo con Marky Mark. En ese momento mi padre se puso rápidamentedelante de la televisión. Lo último que escuché antes de que la apagara fue a Reynolds diciendo: "¡Apúntale a las tetas!" — Mario, 32

Kids

No es que yo dijera: "¡Sí, vamos a ver esta película en familia!". Sólo que no tenía ningún lugar dónde ver películas en privado en mi adolescencia. El computador, la televisión y el DVD estaban en la sala. Sí, ver porno era una misión imposible.

Creía que a esas horas de la noche mi papá ya iba a estar dormido, así que decidí ver

Kids

por primera vez a los 16 años. De pronto y como si nada, mi padre entró, se sentó conmigo a ver la película y me acompañó durante los últimos diez minutos. Ninguno de los dos pensó que un adolescente degenerado fuera a drogar y a violar a Chloë Sevigny sin saber que le acababan de diagnosticar VIH. (¿Acaso se necesitan advertencias de spoilers para películas que salieron hace 20 años?) De haber sabido que eso pasaría, podría haber dicho algo, hecho algo, lanzado la televisión por la ventana o suicidarme. En fin, el tema es: no veas

Publicidad

Kids

con tus hijos. –

Sam, 30

When Harry Met Sally

Fue poco después de la muerte de mi madre. Creo que tenía unos 11 años. Mi papá y yo nos sentamos a ver When Harry Met Sally porque la estaban dando en televisión. Salió la escena de la cafetería y yo estaba tan confundida que le pregunté a mi padre: "¿Qué es un orgasmo?". Y él me respondió: "Es el motivo por el que la gente tiene sexo". En ese momento supe que era mejor no preguntar nada más. Esa fue la única charla sobre sexo que tuve con él. ¡Gracias, Meg Ryan! — Stephanie, 34

Y tu mamá también

Mi mamá y yo vemos juntos todo tipo de películas. Como ya habíamos visto algunas muy explícitas, creí que ya no tenía nada de que preocuparme. Una vez vimos Kinsey juntos.

En los sesenta, mi madre trabajó en el Instituto Kinsey como secretaria, así que prácticamente ignoramos todas las escenas de sexo y nos concentramos en las opiniones de mi madre sobre los protagonistas: "El actor no se parece en nada al personaje real. A todos nos daba miedo".

En fin, el caso es que no estábamos preparados para Y tu mamá también. La vimos en un cine cerca de la casa. Habíamos leído reseñas y sabíamos más o menos de qué se trataba, pero no fue lo que esperábamos. Como siempre llegábamos tarde al comienzo de las películas, entramos justo en la primera escena de sexo. Creímos que no iba a pasar nada más fuerte que eso pero estábamos muy equivocados .Nick, 32

Publicidad

The Counselor

Mi papá decidió invitarme a ver

The Counselor

después de leer una reseña muy positiva en el periódico —era dirigida por Ridley Scott y el guion lo había escrito Cormac McCarthy—. Lo que la reseña no mencionaba era esa escena incómoda en la que Cameron Diaz

se folla un carro

. —

Laura, 24

Pink Flamingos

De hecho, esta la vi con mi abuela. Tenía 13 o 14 años y estaba en la fase de niño que se convierte en mierda. Esto fue antes del boom de Internet y donde vivíamos no había muchos cines. Por lo tanto, si querías ver películas raras, tenías que comprarlas y verlas en tu casa. Entonces, cuando encontré una copia de Pink Flamingos, la compré, cogí mi camioneta y me fui directo a casa.

Mi abuelita vivía con nosotros. Yo tenía tantas ganas de ver esta película que entré y la puse inmediatamente. Pero mi abuela, la clásica abuela tierna que siempre lleva la Biblia encima, se sentó a mi lado en el sofá. No pensé que la cosa fuera a salir tan mal porque ya había visto Serial Mom, otra película de John Waters, y era bastante rara pero nada que mi abuela no pudiera soportar.

Llegamos a la parte donde Crackers y la mujer follan con un pollo en medio. En ese momento me levanté y dije: "¡Bueno! Estoy, ehhhh, muy cansado. Estuve todo el día caminando. Me voy a dormir". Salí tan rápido de ahí que se me olvidó quitar la película. Hasta hoy, todavía no sé si mi abuela terminó de verla. Nunca hablamos de eso. — Camilo, 35

Publicidad

Pulp Fiction

A mi padrastro y a mí nos gusta Quentin Tarantino y vimos juntos Reservoir dogs y True Romance. Un día vimos el tráiler de Pulp Fiction y dijimos: "¡Mierda, tenemos que verla!". Fuimos a cine y todo iba bien hasta que llegó la escena donde los dueños de la tienda tienen secuestrado a Ving Rhames y cuando Bruce Willis abre la puerta, ve que está inclinado y le están dando por el culo. Todos en el cine reaccionaron a excepción de nosotros dos. Aunque los dos estábamos muy tensos.

Yo tenía alrededor de 13 años y nunca había visto algo así en la pantalla grande. Era la primera vez que veía una violación gay en una película. También era la primera vez que veía algo de sadomasoquismo. Lógicamente hablamos sobre la película de regreso a casa pero ignoramos por completo esa parte. —

Aaron, 36

Trainspotting / This is England / My Own Private Idaho
Cuando tenía 15 años, estaba desesperada por que mis padres me entendieran a mí y a la pequeña genio en la que creía que me estaba convirtiendo, así que los obligué a ver mis dos películas favoritas: Trainspotting y This is England. Las dos son increíbles, pero fue una pésima idea. Pensé que nunca me iban a dejar salir otra vez, pues por obvias razones mis padres quedaron muy preocupados. Ahora, en retrospectiva, me da mucha pena. ¡Era una adolescente insoportable! Tener que ver a Diane (de 15 años en la película) follando con Ewan McGregor en Trainspotting ––que acababa de sacar su pene unas pocas escenas antes––, parecía una señal de alerta, incluso para mí. Me sentí incómodamente arrecha al ver a Rent teniendo una sobredosis en el piso y cuando vi a Spud cagándose en la cama después de una noche de sexo casual, solté una carcajada en vez de poner cara de horror. Su reacción fue igual o peor que la vez que mi yo de seis años les dijo que quería que el personaje de Steve Buscemi en Con Air fuera mi novio. Quería que un asesino en serie y posible pedófilo fuera mi pareja. Después, obligué a mis padres a ver This Is England, donde Shaun, un niño de 12 años, trata de superar la muerte de su padre uniéndose a un grupo de skinheads asesinos y chupando la teta de una mujer madura. Eso empeoró todavía más mi imagen de adolescente que sólo quería atención. También hice que vieran My Own Private Idaho y ni siquiera me importó la escena de sexo oral que aparece al principio entre un hombre mayor y River Phoenix haciendo de estafador joven. Mis padres estaban seguros de que iba a terminar siendo drogadicta, skinhead o, peor, una skinhead straight edge. Pero no, sólo me dio narcolepsia, igual que al personaje de Phoenix en My Own Private Idaho. Y a diferencia de lo que todo el mundo cree, ser narcoléptico no tiene nada que ver con desmayarse repetidas veces sobre Keanu Reeves. —Anónimo